05 Jun Golpe al tumor cerebral: en marcha una vacuna que aumenta la supervivencia.
El siguiente paso es realizar un ensayo clínico de fase 1 con 24 pacientes adultos y pediátricos.
2024. 65Ymás
Laura Moro
En España, alrededor de 20.000 personas padecen algún tipo de tumor cerebral. De todos ellos, el glioblastoma es el más agresivo y letal (su tiempo de supervivencia es de 15 meses), y recientemente una investigación publicada en la revista Cell, podría haber encontrado una forma de atacar a este tumor en forma de vacuna.
Al parecer, un grupo de investigadores de la Universidad de Florida ha desarrollado una vacuna experimental de ARN mensajero, capaz de reprogramar el sistema inmunitario para atacar al glioblastoma. La vacuna se ha probado en cuatro pacientes adultos y se ha logrado una supervivencia de un 50% más de lo que se esperaba en el ensayo clínico en fase 1.
A estos cuatro pacientes se les extrajo material genético, también llamado ARN del tumor que se había extirpado quirúrgicamente de cada uno de ellos, y posteriormente se amplificó el ARN mensajero (molécula que transmite la información genética del ADN para ser traducida durante la síntesis de proteínas), y se envolvió en el envase de alta tecnología de nanopartículas lipídicas biocompatibles. De este modo, el equipo consiguió que las células tumorales, que también se incluyeron, parecieran un virus peligroso cuando se inyectaran en la sangre, y de este modo el sistema inmunitario actuara.
Con esta vacuna, el equipo ha conseguido que el sistema inmunitario sea capaz de movilizarse para combatir los cánceres resistentes mediante la aplicación de la tecnología de ARNm y nanopartículas lipídicas, similar a las vacunas utilizadas frente a la Covid-19. Las principales diferentes entre estas vacunas es que en el caso de este tumor, se utilizan las células tumorales del paciente para crear una vacuna personalizada, y, por otro lado, el mecanismo de administración de la vacuna es más complejo.
“En lugar de inyectar partículas individuales, inyectamos grupos de partículas que se envuelven entre sí como las cebollas. La razón por la que lo hemos hecho en el contexto del cáncer es que estos grupos alertan al sistema inmunitario de una manera mucho más profunda de lo que lo harían las partículas individuales”, detalla Elias Sayour, el autor principal del estudio y oncólogo pediátrico de UF Health, tal y como recoge la Agencia SINC.
Sayour asegura que una de las cosas que más le sorprendió de estos hallazgos fue la rapidez de los resultados una vez administraron la vacuna por vía intravenosa.
«En menos de 48 horas, pudimos ver cómo los tumores pasaban de lo que denominamos ‘frío’, es decir, pocas células inmunitarias y respuesta inmunitaria muy silenciada, a ‘caliente’, respuesta inmunitaria muy activa», asegura el oncólogo.
Y añade: «Fue muy sorprendente por lo rápido que ocurrió, y lo que nos mostró es que habíamos sido capaces de activar la parte inicial del sistema inmunitario muy rápidamente contra estos cánceres, y eso es fundamental para desbloquear los efectos posteriores de la respuesta inmunitaria».
Mismos resultados en perros y ratones
Estos resultados coinciden con los que se extrajeron de unas pruebas realizadas a 10 perros con la misma enfermedad, y en ensayos clínicos en ratones. En el caso de los caninos, vivieron una media de 139 días, frente a la supervivencia media de 30 a 60 días en perros con esta enfermedad.
«La demostración de que esta vacuna ARNm contra el cáncer genera respuestas similares y fuertes en ratones, perros y pacientes humanos con tumor cerebral es un hallazgo realmente importante, porque a menudo no sabemos lo bien que los estudios preclínicos en animales se van a traducir en respuestas similares en los pacientes«, asegura Duane Mitchell, director del Programa de Inmunoterapia de Tumores Cerebrales de la UF y coautor del artículo.
A pesar de los buenos resultados, el equipo es cauto a la hora de medir los efectos de la vacuna, y ahora el siguiente paso es realizar un ensayo clínico de fase 1 con 24 pacientes adultos y pediátricos para volver a medir los resultados. Los harán con la ayuda de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y la Fundación CureSearch for Children’s Cancer.
“Tengo la esperanza de que nuestro avance pueda ser un nuevo paradigma en la forma en la que tratamos a los pacientes, una plataforma con la que poder modular el sistema inmunitario. En este estudio hemos demostrado que se puede conseguir una sinergia con otros tipos de inmunoterapias, así que quizá ahora podamos tener un enfoque combinado de la inmunoterapia”, concluye Sayour.