Fundación Ayuda a la dependencia convierte en solución dos problemas sociales

Fundación Ayuda a la dependencia convierte en solución dos problemas sociales

Tras recibir la necesaria formación, personas en riesgo de exclusión logran la inserción al convertirse en cuidadores de gente que ha perdido su autonomía.

EFE – BARCELONA

Que personas en riesgo de exclusión logren la inserción al convertirse en cuidadores de gente que ha perdido su autonomía, tras recibir la necesaria formación, es el proyecto de la Fundación de Atención de la Dependencia de Sant Joan de Déu, que ha solucionado así dos problemas sociales.

El proyecto, que comenzó a gestarse en 2011 y se puso en marcha un año después, se basa en tres ejes de actuación: la atención a las personas que han perdido autonomía -ya sea por edad, enfermedad o discapacidad-, formar a cuidadores profesionales y promover la inserción laboral.

«El objetivo no es únicamente recibir currículos», subraya la directora de la entidad FAD Sant Joan de Déu, Ana Pérez Carmona, al hablar de un proceso que ofrece atención, mayoritariamente, a mujeres de entre 40 y 50 años, cuyo problema principal es la pérdida de memoria de sus padres, que en muchos casos es la puerta de entrada de problemas mayores.

El perfil de las personas en riesgo de exclusión social que reciben los cursos de formación de cuidadores responde a una mujer de entre 40 y 42 años, en su mayoría de Bolivia u Honduras, con estudios primarios o superiores no homologados.

Aunque con la crisis son más los españoles que buscan trabajo en este sector y se encuentran con sorpresas, como el joven que abandonó sus estudios para ser encofrador en la construcción y a quien la crisis ha llevado a descubrir lo que ahora considera su verdadero oficio, cuidar a personas mayores.

Sin embargo, también aquí hay que superar barreras porque son mayoría las familias que piden «alguien de aquí» o «una mujer».

La responsable de FAD se muestra crítica e impotente con una legislación que les impide ofrecer una formación homologada a personas inmigrantes cuya situación legal no está regularizada.

«No hemos conseguido -subraya- que personas en proceso de regularización puedan inscribirse en los cursos, pero si están presos sí que pueden».

Tras estudiar con las familias las necesidades de las personas a su cargo, el FAD les ofrece dos modalidades de atención: los servicios de un cuidador por horas -y las primeras 200 horas están subvencionadas y cuestan 9 euros por hora- o bien contratar a una persona por una jornada laboral de 7 u 8 horas.

Para llevar adelante todo este trabajo, FAD Sant Joan de Déu cuenta con una plantilla de unas cien personas de las que 14 son el equipo profesional de enfermeras, psicólogo y profesores, el resto son los cuidadores que se ofrecen a las familias; y con todo ello prestan servicios a una media de entre 30 y 40 personas.

El trabajo que realiza esta entidad ya le ha valido algún reconocimiento, como el premio especial a la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social que les concedió la Obra Social «la Caixa», en el marco del Programa Incorpora en 2015.

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