12 May «Faltan programas de televisión de más calidad».
La oferta televisiva no es satisfactoria, según Alejandro Perales, presidente de AUC.
María Bonillo
Los mayores, los consumidores fieles de una televisión que les subestima
Los mayores de 65 años son el grupo de población que más tiempo dedica a ver la televisión: 5 horas y 53 minutos de media por persona al día, según los últimos datos de abril aportados por Barlovento Comunicación. Por su parte, las plataformas digitales han ganado una gran popularidad en los últimos años por diferentes razones (contenidos, formas de consumo de esos contenidos), en algunas ocasiones superando la experiencia de visionado frente a la televisión. Y aunque se han relacionado comúnmente con un público más joven, lo cierto es que los mayores de 65 años también están mostrando interés por ellas, a pesar de no tener siempre un fácil acceso.
Llegados a este punto, toca pensar a qué se debe esta situación, si esa oferta televisiva es satisfactoria para los que son sus consumidores más fieles. En este sentido, desde la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), su presidente Alejandro Perales, considera que esa oferta televisiva no es satisfactoria en cuanto a «contenidos de calidad». «No estoy pensando en contenidos elitistas», aclara, «pero sí en contenidos más interesantes«.
Signos de agotamiento
Puesto que lo que predomina en las plataformas es la ficción, en la televisión encontramos otro tipo de productos, contenidos audiovisuales que no se encuentran en otros medios, como son los informativos, magazines, realities, telenovelas, concursos, contenido de proximidad, como los canales autonómicos, y temas religiosos.
Alejandro asegura que la gente mayor «es muy seguidora de ese tipo de contenidos», que son en definitiva el contenido «más potente, diferencial y competitivo de las televisiones», pero porque «son los que más están dando. Es un tipo de contenido que las televisiones piensan que es lo que quiere ver la gente mayor».
Teniendo esto en cuenta, desde la AUC consideran que la televisión «está subestimando a sus espectadores, porque estos programas también están mostrando signos de agotamiento, desde el punto de vista de la audiencia». Así, Alejandro concluye que «faltan programas de mayor calidad, que sintonicen mejor, no solo con los gustos, sino con los intereses de las personas mayores, y que les sean más útiles».
