Expertos alertan de los riesgos de no adoptar medidas ante el aumento de la longevidad

Expertos alertan de los riesgos de no adoptar medidas ante el aumento de la longevidad

Plantean aprovechar la mayor esperanza de vida, ya que las jubilaciones tempranas hipotecan la sostenibilidad y los programas de bienestar

Judith Romero

La barrera que divide la vida activa y la jubilación a los 65 años debe desterrarse del imaginario colectivo y las políticas públicas. Así lo considera la veintena de expertos, principalmente economistas, sociólogos y académicos, que han participado en el monográfico ‘Envejecimiento y cambios demográficos’, impulsado por el Gobierno vasco y que se plasma en el número 96 de la revista Ekonomiaz. Los especialistas alertan de la necesidad de tomar decisiones ya que la creciente longevidad es un fenómeno de «extraordinaria relevancia» con toda clase de implicaciones, en las que dominarán las negativas si no se reacciona a tiempo. «No estamos afrontando el fenómeno de la ganancia de horas en nuestra esperanza de vida como debiéramos», señala Jose Antonio Herce, doctor en Economía en la Complutense, miembro del consejo de expertos del instituto BBVA de pensiones y coordinador de la publicación. Y es que la longevidad, «que no envejecimiento», va a afectar a la planificación vital de cada individuo, pero también a sostenibilidad y a los programas de bienestar.

La edad cronológica, la que refleja el DNI, poco tiene que ver ya con el estado en el que las personas llegan a la jubilación. Sin embargo, los expertos aprecian un colapso de la actividad laboral a partir de los 50 años, algo impensable en países donde una buena parte de la población aún trabaja a los 70. «La gente está deseando marcharse de su trabajo, pero las jubilaciones tempranas están comprometiendo la sostenibilidad de los sistemas de prestaciones de desempleo y pensiones», asegura Herce.

La idea de que la sociedad está cada vez más envejecida y la posibilidad del denominado ‘invierno demográfico’ planea sobre las opinión pública y las políticas sociales. No obstante, expertos como el doctor en Sociología y profesor de la UPV/EHU Unai Martín recuerdan que los datos de natalidad por familia son mejores en la actualidad que en los años 90. «Las familias tienen 1,4 hijos frente a los 0,9 de entonces pero, en Euskadi, el reto es qué ocurrirá con la pequeña generación de veinteañeros y treintañeros», apunta Martín. Los nacidos antes del nuevo milenio no serán suficientes para sostener las pensiones de los ‘baby boomers’ si no cambia la forma de actuar. «Mientras haya un solo joven en paro, no tiene sentido plantear la natalidad como la solución al problema de las pensiones», afirma. El gerontólogo Aubrey de Grey sostiene incluso que en menos de dos décadas los avances médicos harán posible retrasar el envejecimiento «en más de un año por año» y extender la esperanza de vida hasta límites insospechados. «Tener más hijos para pagar las pensiones es perverso, debemos apoyarnos en los robots y dedicar más tiempo a los trabajos del futuro», avanza Herce.

Los académicos Jose María Abellán y Jorge Eduardo Martínez han analizado el impacto de la mayor longevidad en el gasto sanitario futuro para concluir que «es precipitado asegurar que las tendencias demográficas van a hacer este gasto insostenible». «El grueso de este gasto sucede cuando uno es pequeño, en la etapa reproductiva de las mujeres y, de media, dos años antes de morir».

Financiar a los poderosos

Los fallecimientos se atrasan cada vez más pero, así mismo, también se acortan los años en los que se sufre una mala calidad de vida. Mercedes Ayuso, profesora de la Universidad de Barcelona y también miembro del grupo de expertos en pensiones del BBVA, centra su análisis en esta nueva longevidad. Las personas con una situación económica desfavorable gozan de menor esperanza de vida que las adineradas. Su tesis pone sobre la mesa que esta diferencia provoca que, finalmente, sean las personas con menos recursos quienes financien las pensiones de los poderosos. «Se ha encomendado a las pensiones una función redistributiva que debía ser del sistema fiscal», sugiere el coordinador del monográfico. Quienes han analizado este fenómeno en la publicación coinciden en la insostenibilidad del actual sistema de pensiones cuando la Seguridad Social apenas tarda doce años en devolver lo cotizado a un jubilado medio.

Mientras, las expertas Mertxe Larrañaga, Yolanda Jubeto y Arantxa Rodríguez han analizado la dependencia en Euskadi, «un reto que definirá nuestra sociedad por la forma en cómo lo hagamos». Y advierten sobre el incremento de los cuidados en una sociedad envejecida: se precisa «un avance» para establecer «corresponsabilidades entre mujeres y hombres».

https://www.elcorreo.com/sociedad/expertos-alertan-riesgos-20191219211520-nt.html



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