08 Nov Este es el verdadero daño que causan las bacterias de las enfermedades de las encías.
Un estudio las asocia al cáncer de cabeza y cuello.
2024. 65Ymás
Patricia Matey
Las infecciones periodontales son un conjunto de enfermedades localizadas en las encías y estructuras de soporte del diente. Están producidas por ciertas bacterias provenientes de la placa bacteriana. Estas bacterias son esenciales para el inicio de la enfermedad, pero existen factores predisponentes del hospedador y microbianos que influyen en la patogénesis de la enfermedad.
La microbiota bacteriana periodontopatógena es necesaria pero no suficiente para que exista enfermedad, siendo necesaria la presencia de un hospedador susceptible. Estas enfermedades se han clasificado en gingivitis, limitadas a las encías y periodontitis, extendidas a tejidos más profundos. La clasificación de las enfermedades periodontales ha ido variando a lo largo de los años y es en el International Workshop for a Clasification of Periodontal Diseases and Conditions, en 1999, como documenta un estudio de ‘Avances en Periodoncia e Implantologia Oral’
Ahora un nuevo estudio ha demostrado que más de una docena de especies bacterianas, entre las cientos que viven en la boca de las personas, están asociadas a un aumento del 50 % en la probabilidad de desarrollar carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC, por sus siglas en inglés). Se había demostrado anteriormente que algunos de estos microbios contribuyen a la enfermedad periodontal, infecciones graves de las encías que pueden corroer la mandíbula y los tejidos blandos que rodean los dientes.
Los efectos de la mala salud bucal
Los expertos han observado desde hace tiempo que las personas con mala salud bucal son estadísticamente más vulnerables que las que tienen bocas más sanas al carcinoma espinocelular de cabeza y cuello, un grupo que incluye los cánceres más comunes de boca y garganta. Si bien estudios pequeños han vinculado algunas bacterias en estas regiones (el microbioma bucal) con los cánceres, Hasta ahora no se había aclarado qué tipos de bacterias exactas estaban más implicadas.
Dirigidos por investigadores de NYU Langone Health y su Centro Oncológico Perlmutter (Nueva York, EEUU), los nuevos análisis analizaron la composición genética de los microbios bucales recogidos de hombres y mujeres sanos. De los cientos de bacterias diferentes que se encuentran habitualmente en la boca, se demostró que 13 especies aumentan o reducen el riesgo de carcinoma espinocelular de cabeza y cuello. En general, este grupo se asoció a una probabilidad un 30% mayor de desarrollar los cánceres. En combinación con otras cinco especies que suelen observarse en la enfermedad de las encías, el riesgo general aumentó un 50%.
«Nuestros hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre la relación entre el microbioma oral y los cánceres de cabeza y cuello», ha afirmado en un comunicado la autora principal del estudio, la Dra. Soyoung Kwak. “Estas bacterias pueden servir como biomarcadores para que los expertos señalen a las personas con alto riesgo”, ha añadió Kwak.
Investigaciones anteriores habían descubierto ciertas bacterias en muestras de tumores de personas a las que ya se les había diagnosticado estos cánceres, afirma Kwak. Luego, en una pequeña evaluación de 2018, el equipo de investigación actual exploró cómo los microbios en participantes sanos pueden, con el tiempo, contribuir al riesgo futuro de carcinoma espinocelular de cabeza y cuello.
Su último infome,en la revista ‘JAMA Oncology’, es el análisis más grande y detallado de su tipo hasta la fecha, dice Kwak. También es uno de los primeros en examinar si los hongos comunes, organismos como la levadura y el moho que, junto con las bacterias, forman el microbioma oral, podrían desempeñar un papel en el carcinoma espinocelular de cabeza y cuello. Los nuevos experimentos no encontraron tal papel para los organismos fúngicos.
Con 159.840 estadounidenses
Para la investigación, el equipo analizó datos de tres investigaciones en curso que siguen a 159.840 estadounidenses de todo el país para entender mejor cómo la dieta, el estilo de vida, el historial médico y muchos otros factores influyen en el cáncer. Los datos se recopilaron para el Estudio de prevención del cáncer II de la Sociedad Estadounidense del Cáncer; el Ensayo de detección del cáncer de próstata, pulmón, colorrectal y ovario; y el Estudio de cohorte de la comunidad del sur.
Poco después de inscribirse, los participantes se enjuagaron la boca con un enjuague bucal y proporcionaron muestras de saliva que conservaban la cantidad y las especies de microbios para realizar pruebas. Luego, los investigadores realizaron un seguimiento durante aproximadamente 10 a 15 años para registrar la presencia de tumores.
En el estudio actual, los investigadores analizaron el ADN bacteriano y fúngico de las muestras de saliva. Luego, identificaron a 236 pacientes a los que se les había diagnosticado carcinoma espinocelular de cabeza y cuello y compararon el ADN de sus microbios orales con el de 458 sujetos de estudio seleccionados al azar que habían permanecido libres de cáncer. En su investigación, el equipo tuvo en cuenta factores que se sabe que influyen, como la edad, la raza y la frecuencia con la que fumaban o bebían alcohol.
«Nuestros resultados ofrecen otra razón más para mantener buenos hábitos de higiene bucal», ha comentado el coautor principal del estudio, Richard Hayes, «Cepillarse los dientes y usar hilo dental no solo puede ayudar a prevenir la enfermedad periodontal, sino que también puede proteger contra el cáncer de cabeza y cuello», ha agregado Hayes, profesor del Departamento de Salud de la Población de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y miembro de su Centro Oncológico Perlmutter.
Los investigadores enfatizaron que su estudio fue diseñado para identificar correlaciones entre el riesgo de cáncer y ciertas bacterias en la boca, pero no para establecer una relación directa de causa y efecto. Eso requerirá más investigación.
«Ahora que hemos identificado las bacterias clave que pueden contribuir a esta enfermedad, nuestro próximo plan es explorar los mecanismos que les permiten hacerlo y de qué manera podemos intervenir mejor”, ha documentado el otro coautor, el l Dr. Jiyoung Ahn. Ahn es profesor en los Departamentos de Salud y Medicina de la Población en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y es el director asociado de investigación de población en su Centro Oncológico Perlmutter.
Ahn advierte que, si bien los riesgos adicionales derivados de las bacterias son preocupantes, los casos generales de cáncer de cabeza y cuello siguen siendo bastante poco comunes.