31 May España tendrá en 2050 la mayor tasa de dependencia de Europa.
El Banco de España considera que el envejecimiento impactará negativamente en el crecimiento económico por los menores niveles de empleo e innovación.
Edurne Martínez
El envejecimiento de la población es una realidad en todo el mundo, pero sobre todo en Europa y particularmente en España, donde la esperanza de vida es una de las más altas del planeta y las tasas de natalidad no paran de descender. El director general de Economía del Banco de España, Óscar Arce, explicó que una sociedad más envejecida afectará directamente al consumo, a la inversión, al empleo, a la productividad y a los salarios y precios. Por tanto, las políticas económicas deberán adaptarse a ello.
En la sesión inaugural del foro organizado este jueves por la Fundación Edad&Vida, Arce hizo hincapié en que el envejecimiento es el «mayor reto de índole económica» al que nos enfrentaremos en España en las próximas décadas ya que afectará a «cualquier variable económica relevante». Y aunque valoró positivamente el aumento de la esperanza de vida, recordó que desde un punto de vista económico «hay que actuar sin dilación» para afrontar los retos que conlleva.
España será el país de Europa con una mayor tasa de dependencia en el año 2050. El director de Economía apuntó que el incremento de la población mayor de 65 años en España «no tiene parangón» en la historia de nuestro país. Así, de 1960 a 2010 se ha producido un aumento del 12% en esta población, pero hasta 2060 el incremento será del 34%, tres veces más. Es decir, donde ahora hay un pensionista por cada tres personas en edad de trabajar, en unos años habrá dos por cada tres.
Por todo ello, el Banco de España asegura que el envejecimiento tendrá un efecto directo sobre el crecimiento potencial debido a las menores tasas de empleo e innovación. «Tendrá un impacto negativo sobre el crecimiento económico», señalan. Se producirán cambios concretos como el aumento de la tasa de ahorro porque como la población sabe que vivirá más, aumentará su ahorro, además de por la incertidumbre sobre las pensiones futuras. Este aumento del ahorro hará caer los tipos de interés, lo que tendrá un efecto directo incluso en la política monetaria europea.
Cómo no, todo ello impactará en el gasto en pensiones, que ya cuenta con una «presión muy elevada» por su «difícil relación ingresos-gastos», destaca Arce, quien además recuerda que los que se van incorporando al sistema público de pensiones cada vez lo hacen con nóminas más elevadas. Asimismo, habrá una necesidad de aumentar el gasto en dependencia y en el sistema sanitario. La Comisión Europea calcula que hasta 2050 España necesitará aumentar el gasto asociado a ello hasta 2 puntos de PIB.
Ayudas a la natalidad
Durante la sesión, el demógrafo del CSIC Julio Pérez señaló las causas de este envejecimiento desde una perspectiva novedosa. A su juicio, el envejecimiento no se produce por que aumente la esperanza de vida y se reduzca la natalidad, sino que es el resultado de la duración de vida de los hijos. Es decir, actualmente tenemos una pirámide poblacional envejecida porque hemos cambiado el sistema reproductivo, tenemos menos hijos pero que duran muchos más años, lo que ha dado lugar a una «explosión demográfica» mundial pasando de 1.000 millones de habitantes a principios del siglo XX a más de 6.000 millones al término del siglo.
Sus estudios detallan que la cuestión no es cómo está la sociedad económicamente para tener más o menos hijos, sino las aspiraciones que tenemos para ellos. Por este motivo, Pérez indica que las ayudas económicas a las familias para motivar la natalidad no suelen funcionar, porque la mayoría las utiliza para mejorar la calidad educativa o de otra índole de sus hijos, no para tener más.