ENVEJECER ES VIVIR

ENVEJECER ES VIVIR

VIVIR ES MÁS QUE LLENAR LA VIDA DE AÑOS

ANA ISABEL ESTEBAN MARTÍNEZ – Presidenta de Solidaridad Intergeneracional

El mundo está envejeciendo y este acontecimiento es la mayor fortuna de la que podemos gozar y asistimos a su inauguración, siendo la primera vez en la historia de la humanidad que este hecho acontece. La mitad de los nacidos en las primeras décadas de este Siglo celebrarán los 100 años, y dicen los científicos que llegaremos a vivir 140 años y envejecer será una opción. El medio rural cuenta con las mayores tasas de envejecimiento, siendo Castilla y León la región más envejecida y Zamora la provincia que se lleva el primer premio, superando el 28% y el medio rural el 37%. Una sociedad está envejecida cuando el 10% de su población cuentan con más de 65 años.

La esperanza media de vida hoy en España supera los 80 años para los hombres y 85 para las mujeres. Esto no ocurría en 1919 cuando se creó la seguridad social que daba derecho a la jubilación. Por aquel entonces se vivía una media de 43 años y solo uno de cada tres llegaba a los 65, aunque esa fuese la edad para jubilarse. Los 15-20 años extra con los que hoy contamos a partir de la jubilación y que se han generalizado, no tienen por qué ser años de enfermedad y/o dependencia, sino años para seguir creciendo como persona si los llenamos de vida, y no solo de años. Cada 4 años que transcurren se incrementa un año medio de vida y por lo tanto se irá alargando, poco a poco, y lo que interesa es que se estire en la parte central, en la madurez y no al final de la misma.

Promover la autonomía personal es uno de los pilares en los que se apoya la Ley 39/2006 reguladora de los servicios y prestaciones que ofrece la llamada Ley de Atención a la Dependencia. Tener autonomía es contar con toda la libertad, justo lo contrario de ser dependiente. Una parte importante de cómo vamos a llegar a ser viejos, depende de nuestras decisiones diarias. Nuestro estilo de vida influye mucho, es decir, si nos alimentamos bien, sin caer en sobrepeso u obesidad; evitar los tóxicos (contaminación, tabaco, y exceso de alcohol…), si hacemos ejercicio a diario, como puede ser caminar una 1 hora, y ejercicio mental, como por ejemplo leer, conversar, cantar, jugar a cartas, aprender, etc., nos ayudará a mantener mejor la memoria; además hay seguir participando con el resto de personas de su entorno en todo aquello que les afecte, hay que relacionarse con los demás y ser positivo. Quien ve la botella de su vida siempre llena o casi llena, vivirá más y mejor.

Este envejecimiento social está cambiando nuestra sociedad. Piénsese en la estructura de la familia como ha ido variando en las últimas décadas. Ahora es muy frecuente que los nietos conozcan a los abuelos, e incluso a las bisabuelas. La edad de jubilación se está retrasando y también la de incorporación al mercado laboral o a la actividad económica. Los niños son niños más tiempo y la adolescencia casi llega a los 25 años. Se comienza a tener hijos a los 31 y estos no se van de casa hasta esa misma edad.

Hacerse mayor, independientemente de los años que diga el DNI, lo relacionamos fundamentalmente con la enfermedad, con la falta de autonomía, es decir con dependencia. Este hecho suele suceder con más frecuencia cuando nos vamos acercando a la esperanza media de vida. Por ello los hospitales cada vez están más llenos de personas mayores, que superan los 80 años, con costes elevados en el gasto sanitario que no dejará de crecer sino cambian al menos dos variables. La primera, cuidarnos mucho para no tener que pasar por el hospital; la segunda que las Administraciones sanitarias deriven a las residencias de ancianos, una vez esté controlada la fase aguda en el hospital, al enfermo y desde allí se le cuide hasta el alta médica. Una cama en el hospital diaria cuesta entre 500-750 Euros, una cama en residencia entre 50-75 Euros/día. La primera la pagamos entre todos, la segunda lleva copago en función de la capacidad económica individual del afectado. ¡¿Que ocurrirá?! Piénsenlo.

La Ley 39/2006, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, vigente desde el 1 de enero de 2007, crea un derecho subjetivo de ciudadanía, que significa que todas las personas que se valoren como dependientes, tendrán derecho garantizado a alguno de los Servicios o Prestaciones que contempla el Catálogo, en función de su grado de dependencia y sus circunstancias.

Para tener derecho a ello, hay que solicitarlo. Y lo más conveniente es que se haga a través de un registro administrativo, quedándose con una copia completa de la documentación que se entrega. Desde que se solicite hasta que se resuelva por parte de la Junta de Castilla y León, pasarán al menos 6 meses en los que nos se tiene derecho a nada. A partir del primer día, transcurridos los 6 meses, habiendo sido valorados en el domicilio por parte del técnico/a del CEAS más próximo, o en la residencia donde se viva, se haya recibido o no la Resolución se tendrá derecho al servicio o prestación que haya sido solicitada. Por este motivo, es importante saber en qué fecha se registra la solicitud y entregar toda la documentación que se requiere y que al menos es: Solicitud, de DNI de ambos cónyuges, certificado de empadronamiento de los últimos 5 años y de convivencia, informe médico de salud que lo realizará el médico de atención primaria, y el resto de informes médicos con los que se cuente que acrediten la situación de dependencia del solicitante. Se entregan fotocopias de los informes, los originales siempre los ha de tener el interesado. En la solicitud también se firma la autorización a la Junta de Castilla y León para que valore la capacidad económica del solicitante, y para ello podrá acceder a conocer el valor patrimonial y la renta, etc. Recuerden que las disposiciones patrimoniales realizadas en los últimos 4 años antes de solicitar los recursos que esta Ley ofrece, se tendrán en cuenta a la hora de establecer la capacidad económica y fijar el copago del beneficiario.

La Ley ha sido reformada en el 2012 y los cambios introducidos a pesar de argumentarlos para mejorar la calidad del sistema han servido exclusivamente para recortar derechos y apoyo económico público. Solo la ampliación de la Prestación del asistente personal a los tres Grados de Dependencia, ha sido la única mejora realizada. Todo lo demás son recortes.

La ley ofrece preferentemente servicios, y si estos no existen prestaciones económicas. Si existen servicios públicos que se adecuen a las necesidades de la persona dependiente, estos serán los aprobados. Si no existen se optará por servicios privados prioritariamente con el apoyo de una prestación vinculada al servicio.

Los servicios pueden ser:

1.- Servicios para la promoción de la autonomía personal entre los que se encuentran la prevención de la dependencia, habilitación psicosocial, habilitación y terapia ocupacional, estimulación cognitiva y promoción, mantenimiento y recuperación de la autonomía funcional. Estos servicios están pensados principalmente para personas con Grado I de dependencia, pero en la reforma mencionada, se ha retrasado su incorporación hasta agosto de 2015, que sumados los 6 meses sin derecho a nada, y siempre que no haya otros retrasos será en 2016 cuando comiencen a recibir los servicios, cuando les correspondía desde 2012.

2.- Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD). El público depende de la Diputación provincial, y el privado de la empresa que lo preste.

3.- Teleasistencia. Normalmente para el medio rural, es la Diputación quien lo ofrece y tiene un acuerdo con la Cruz Roja que lo presta. La teleasistencia beneficia a personas con poca movilidad que estén mucho tiempo solas, y que no tengan perdido el oído y mantengan las capacidades mentales.

4.- Centro de Día/ Noche. Centros que pueden formar parte de una residencia o no. Allí se reciben durante unas horas al día los servicios de atención y rehabilitación que precise el dependiente. El transporte hasta el centro es complementario.

5.- Servicios de Atención Residencial. Se prestan los cuidados las 24 horas al día, los 365 días del año. Pueden ser centros públicos, o centros privados. Estos últimos suelen tener plazas concertadas con la Administración.

Además existen 3 Prestaciones Económicas:

1.- Prestación Vinculada al Servicio: Si no existe servicios públicos, se aportará una ayuda económica en función del tipo de servicio y de la capacidad económica del beneficio. Máximo en Castilla y León 725 Euros. El beneficiario contratará ese servicio privado y abonará el coste del mismo, que normalmente es superior a la aportación económica de la Junta.

2.- Prestación de Asistente Personal: Esta figura, que es bastante nueva, posibilita a cualquier persona formada en la materia, hacerse autónomo y prestar el servicio de cuidado al dependiente. El asistente personal no puede ser familiar del dependiente hasta 4º grado, y solo puede prestar sus servicios a 2 dependientes simultáneamente. Este servicio también lo prestan empresas que se dedican a la SAD. El beneficiario puede contratar al autónomo profesional y establecer el precio hora, los horarios, etc. La cuantía de esta prestación es la máxima establecida para cada grado. 725 Grado III, 426 Grado II y 300 Grado I.

3.- Y por último la Prestación Económica de Cuidados en el entorno, o cuidados familiares. Esta prestación ha sido brutalmente recortada en Castilla y León. Hay familiares cuidadores, a los que ya no se les paga la seguridad social, que la Administración no destina para ese trabajo, ni 2 Euros diarios. Esta prestación que es la más solicita en el resto de España por la que abonan 364 Euros/mes para el Grado III, representa más del 50% de los servicios o prestaciones concedidas. En Castilla y León solo representa un 25%.

Lo mejor que nos puede pasar es no tenerla que solicitar, pero lo más habitual es que unos años de nuestra vida necesitemos apoyos para seguir viviendo en nuestro hogar, o en otro lugar, donde la vida merezca la pena.

La vida es vida hasta el final y cada uno tiene que ser dueño y responsable de sus decisiones.

Solidaridad Intergeneracional es una asociación de personas de todas las edades cuyo fin principal es mejorar la calidad de vida de las personas mayores, especialmente las del medio rural. Cuenta con un portal de servicios sociales que podéis localizarlo en
www.solidaridadintergeneracional.es. Estamos en Zamora en las oficinas de COAG de Zamora y Benavente. Los servicios que préstamos son gratuitos.