06 Jun Ellas siguen siendo las que cuidan de todos, las que sostienen la vida
Los cuidados siguen siendo esencialmente femeninos, lo que hace que las mujeres vean cercenadas sus posibilidades laborales, de ocio y que sufran una carga mental más allá de lo razonable.
2025. La Vanguardia
Albert Molins
Las que cuidan aún son mujeres que en muchas ocasiones se ven obligadas a abandonar su carrera laboral para asumir una tarea que desgasta física y psicológicamente y para la que hay escasas ayudas. Un ejemplo: en este momento, las personas con dependencia severa, es decir, que necesitan atención permanente, reciben una prestación económica de 384 euros al mes de media en España por cuidados familiares (con ese dinero pagan al familiar que le atiende) o una ayuda a domicilio de dos horas y media al día de lunes a viernes (los fines de semana, no hay). Pero poco a poco las cosas van cambiando. En los últimos 18 años se ha producido un cambio sustancial: la población de mujeres que cuidan a familiares de edad avanzada ha disminuido en casi 22 puntos porcentuales y el porcentaje de hombres cuidadores ha crecido 19 puntos.
Pero muchos de estos apoyos, además, hay que pelearlos. Pero son necesarios, especialmente cuando las mujeres cuidadoras empiezan a cumplir años y siguen asumiendo el peso de los cuidados. “Somos las que sostenemos la vida, pero nadie sostiene la nuestra”, reivindica Olga Espasa (63), que lamenta que la invisibilización de mujeres como ella es “enorme” y el desgaste “brutal”. Su vida es desde hace 20 años la vida de Esther (21). Una encefalitis derivó al año de nacer en parálisis cerebral y la convirtió en una niña completamente dependiente.
En otro orden de cosas, la mayor dedicación de las mujeres a los cuidados les quita tiempo para disfrutar de su tiempo libre, por ejemplo, a la hora de hacer deporte. En este sentido, un estudio revela que la brecha de género en la actividad física se acentúa entre los 30 y 44 años, debido a las responsabilidades domésticas y de cuidado familiar que siguen recayendo en las mujeres. Y ya que estamos, ese mismo estudio pone de manifiesto que la percepción de inseguridad entre las mujeres sigue siendo una barrera a la hora de practicar deporte al aire libre. Un 25% afirma sentirse insegura cuando lleva a cabo alguna actividad física al aire libre. Esta sensación es más notoria en la franja de edad de 18 a 30 años, donde la cifra alcanza el 34% de las encuestadas.
En todo esto, las percepciones cuentan. El 39% de los hombres y el 33% de las mujeres aún cree que ellas están más capacitadas para cuidar a los hijos. Y el 37% y el 33%, respectivamente, también opina que están más preparadas para cuidar de las personas mayores y de los familiares enfermos. Y así es muy difícil, o más difícil, cambiar las cosas. Y aunque los jóvenes tienden a presentar visiones menos estereotipadas, los hombres con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años -en su mayoría boomers-, se identifican más que las mujeres con rasgos como el liderazgo, seguido de la competición y el riesgo.
· Ellos cocinan, pero ellas planifican. La sobrecarga de compatibilizar el trabajo remunerado con los cuidados comporta problemas de salud mental y conflictos de pareja, además de tener consecuencias laborales. “Los hombres cada vez asumen más tareas relacionadas con el hogar, pero se quedan únicamente en la parte de ejecución”, avisa Maite Egoscozabal socióloga y directora de Investigación Social del Club de Malas Madres.
· Liderazgo. En el mercado laboral español, según el INE, los hombres ocupan la mayoría de puestos de alta dirección y los trabajos manuales y las mujeres dominan en la sanidad, la educación y el comercio al por menor. Los roles y estereotipos de género influyen en los trabajos elegidos, con profesiones aún muy feminizadas.
· Agotadas. Seis millones de mujeres en España viven agotadas. Dos tercios de las parejas en España todavía reparten mal el peso de la casa y los niños: pierden ellas. “No es lo mismo terminar agotado por hacer algo que he decidido yo, que por algo que no tengo claro que yo haya elegido”, explica la psicóloga sanitaria María Ángeles Chamizo.
· Dejar la píldora… y descubrir el deseo sexual: “Tras tantos años hormonada, ahora me estoy conociendo”. Cefaleas y trombos son los grandes miedos para las mujeres que optan por este método, la mayoría veinteañeras; pero pérdida de ánimo y de libido son los principales motivos por los que muchas lo abandonan.
· Dolor. “Hombres y mujeres no perciben el dolor de la misma forma”, asegura el fisioterapeuta Álvaro Pinteño. Y añade que “el dolor muchas veces no es el problema, sino la consecuencia de un problema”.
· Eduardo Infante. “Nuestra forma de entender lo que es bueno nos enferma”, afirma este filósofo y profesor de filosofía. Infante acaba de publicar su cuarto libro, Ética en la calle (Ariel), en el que explora la necesidad de recuperar la ética en nuestro día a día.
INSPIRACIONES FEMENINAS
· Las mujeres del 47. Cuatro generaciones femeninas del barrio barcelonés de Torre Baró reivindican el legado de sus abuelas, madres y el de ellas mismas. Una conductora de autobús, la hija de una mujer a la que la esposa de Manuel Vital enseñó a leer, una emigrante andaluza y dos jóvenes que piden más reconocimiento femenino.
· Líderes y guerreras. Los historiadores se equivocaban: las mujeres vikingas eran líderes y guerreras. Una prueba de ADN revela que el esqueleto de un líder vikingo hallado en 1800 era, en realidad, de una mujer.
· Quince mujeres. A lo largo de la historia, muchas mujeres han luchado por conseguir un espacio destacado en un mundo que parecía ser dominado por los hombres. Muchos avances y costumbres han cambiado a lo largo de los años gracias a su esfuerzo que, de una forma u otra, ha marcado un antes y un después.