«El voluntariado de los mayores es un éxito de las sociedades avanzadas»

«El voluntariado de los mayores es un éxito de las sociedades avanzadas»

ENRIQUE CABERO / POFESOR DE LA USAL Y PORTAVOZ MUNICIPAL SOCIALISTA
El portavoz socialista pronunció la conferencia ‘La asociación de mayores y el voluntariado’ en las jornadas organizadas por Famasa

SANDRA BAZ / WORD | SALAMANCA

Las personas mayores ocupan un puesto muy importante en las sociedades avanzadas tanto por el número de individuos como por la cantidad de conocimientos y de experiencia que atesoran. Los estados democráticos han tenido en cuenta este gran activo y lo han integrado en un movimiento de voluntariado intergeneracional en el que los más longevos ocupan un lugar primordial.

Enrique Cabero, profesor de la Universidad de Salamanca y portavoz del grupo municipal socialista, pronunció ayer la conferencia ‘La asociación de mayores y el voluntariado’, en el centro municipal Vistahermosa. La charla está enmarcada en las primeras jornadas para dirigentes de asociaciones de mayores ‘Las personas mayores en la vida pública’ y ha sido organizada por Famasa (Federación de Asociaciones de Mayores de Salamanca).

Interés general

Enrique Cabero explicó que el voluntariado es una consecuencia de la sociedad actual, nada que ver con la beneficencia. Es un fenómeno regulado por leyes nacionales y autonómicas en el que se establece que el trabajo del voluntario es de carácter altruista, solidario y debe realizarse en el ámbito de programas sociales o culturales.

La ley deja muy claro que el voluntariado es un conjunto de actividades de interés general tales como las asistenciales, de servicios sociales, cívicas, educativas, culturales, científicas, deportivas, sanitarias, de cooperación al desarrollo, de defensa del medio ambiente, de defensa de la economía o de la investigación, de desarrollo de la vida asociativa y de promoción del propio voluntariado. «Son acciones en favor del interés cívico, enriquecedoras tanto para el voluntario como para la sociedad en general», señaló Cabero.

El voluntariado en ningún caso puede servir para que puestos de trabajo sean cubiertos. «El carácter del trabajo voluntario es altruista, no retribuido», aseguró el profesor universitario y continuó, «la motivación del voluntario es la solidaridad, la filantropía y la necesidad de atender al otro».

Otra de las condiciones del voluntariado es que ha de realizarse en el ámbito de programas específicos, creados para generar un beneficio social donde no llegan ni la administración pública ni la sociedad privada.

Por eso, el voluntariado no se puede realizar de manera aislada. «El voluntariado no es sinónimo de voluntarismo», afirmó Cabero, tiene que pasar por un programa concreto y por la formación de la persona. «Hay mucha gente que tiene muy buena voluntad y se lanza a ayudar a los demás, pero a lo mejor entorpece más que ayuda. En el ámbito sanitario, por ejemplo, es mejor que el trabajo esté coordinado y que la persona haya recibido unas nociones previas antes de pasar a la acción», señaló el profesor.

Todo lo dicho repercute en los colectivos de mayores, «una sociedad democrática ha de ser necesariamente participativa», señaló el portavoz del grupo socialista y añadió, «la participación de la ciudadanía es clave, no puede quedar todo relegado a los poderes públicos. Los ciudadanos tienen que participar en los procesos sociales, tienen que implicarse a través de la participación política, de sindicatos, asociaciones y otras organizaciones».

Envejecimiento activo

Muchas personas mayores están en plena de sus capacidades y tienen derecho a un envejecimiento activo por motivos sociales, laborales o legales, no pueden desarrollar una actividad remunerada pero pueden participar a través del voluntariado, «de ahí la relevancia que tiene este asunto en las personas mayores», recalcó el portavoz socialista. En los estados desarrollados cada vez hay más ancianos que reclaman más protagonismo en la vida pública. «El voluntariado de las personas mayores es uno de los grandes éxitos de la sociedad actual, en los años 90 se creía que estaba reservado a los jóvenes pero, en seguida se percibió el potencial de los mayores de 65 años y se creó el voluntariado intergeneracional, tal y como lo concebimos ahora», señaló Cabero.

La actividad voluntaria requiere de una gran experiencia personal y de un buen conocimiento de la realidad, ambos requisitos los cumplen con creces las personas mayores. La sociedad actual no puede ni debe desperdiciar las capacidades de este colectivo que además tiene tiempo libre para ayudar a los demás.

www.elnortedecastilla.es/20140423/local/salamanca/voluntariado-mayores-exito-sociedades-201404231251



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