05 May «El sueño es el olvidado de la salud»
Un descanso insuficiente causa obesidad, riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Evita alteraciones metabólicas, reduce el rendimiento académico y laboral, además de propiciar accidentes.
BEL CARRASCO – VALENCIA
Un descanso de siete a 16 horas, según la edad de cada persona es fundamental para la salud. En España se duerme poco y mal. Un 30% de la población padece algún trastorno de sueño y el 10% insomnio crónico. Los horarios tardíos, el uso nocturno de dispositivos electrónicos, los ruidos, el precario aislamiento de las viviendas, las noches tropicales cada vez más frecuentes en los meses estivales. Todo ello acentúa un problema que se extiende a todo el mundo occidental, como demuestra el éxito del libro The sleep revolution de la periodista Arianna Huffington.
Obesidad, riesgo de diabetes y de trastornos cardiovasculares, alteraciones metabólicas, mayor accidentalidad por somnolencia y menor rendimiento académico o laboral. Son algunas consecuencias de un déficit de sueño persistente.
También altera el sistema inmune y el control del apetito por lo que se tiende a comer más y a moverse menos. «El sueño es el tercer vértice olvidado en el triángulo de la salud», dice el doctor Francisco Javier Puertas, miembro de la Sociedad Española del Sueño. «Hoy día ya existe una conciencia de que la alimentación y el ejercicio son indispensables para una vida sana, pero el sueño sigue siendo el hermano pobre, cuando no considerado, sobre todo por los más jóvenes, como una pérdida de tiempo».
Los trastornos de sueño más frecuentes son el insomnio y el síndrome de apneas hipopneas del sueño. El insomnio, el doble de frecuente en las mujeres, afecta de forma crónica a más de un 10% de la población, sobre todo a personas ansiosas, obsesivas, hiperresponsables y perfeccionistas.
«También son frecuentes el síndrome de piernas inquietas, las alteraciones del sueño de los trabajadores a turnos y, en menor medida, la narcolepsia y trastornos de la conducta durante el sueño como el sonambulismo», señala el doctor Puertas.
¿Cómo se explica que unas personas concilien el sueño con facilidad mientras otras tienden a desvelarse?
«La facilidad para desconectar antes de ir a dormir condiciona la rapidez con que nos dormimos. La ansiedad del día, las preocupaciones y focalizar demasiado la atención en el sueño, genera una actividad mental que impide dormir. Si uno se fuerza para conseguirlo, es peor. Hay que desconectar física, psíquica y emocionalmente antes de meterse en la cama, tanto más cuanto más estresante haya sido la jornada».
Dormir mejorUna vida activa, sana, con un adecuado control de las emociones y el estrés, con una alimentación y ejercicio regular ayuda dormir mejor. Las rutinas saludables, acostarse y levantarse a la misma hora, evitar la exposición a dispositivos y pantallas electrónicas por la noche (la luz blanca intensa inhibe la melatonina).
También son hábitos aconsejables una cena ligera y realizar actividades agradables antes de irse a la cama. Establecer unas rutinas de desconexión a medida de cada persona. No agobiarse si se duerme mal una noche, no pasar excesivo tiempo despierto en la cama. Si no se puede dormir, levantarse y realizar actividades agradables.
La Sociedad Española de Sueño, creada en 1991, representante en España de la European Sleep Research Society, es la principal sociedad científica en España que aglutina a los profesionales sanitarios e investigadores sobre el sueño, sus trastornos y los ritmos circadianos.
Incluye a médicos de varias especialidades, enfermeros y técnicos de estudios de sueño, así como psicólogos. Promueve la investigación y formación en medicina del sueño, una rama de la medicina que ya es reconocida como subespecialidad en Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países en los que el descanso diario a través del sueño se considera esencial para la salud y el bienestar.
www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2017/04/25/58fe3e42e5fdeaa4448b45c4.html