El nuevo reto del Covid-19: visibilizar la fortaleza de la población mayor.

El nuevo reto del Covid-19: visibilizar la fortaleza de la población mayor.

En la cita de ABC y Fundación ”la Caixa” quedó patente que no se puede meter a todas las personas mayores en el mismo saco porque «no hay talla única».

Laura Peraita

En España hay cerca de 9 millones de personas mayores de 65 años. El Covid-19 se ha focalizado con gran virulencia en este grupo de población, tal y como ha quedado patente en las cifras oficiales que hace tan solo unos días reconocía el Gobierno: 30.000 fallecidos en centros residenciales desde el inicio de la pandemia. Conscientes de esta dolorosa realidad, se ha inaugurado la quinta edición de Conversaciones de mayores, que se ha estrenado en formato digital con la jornada Mayores y Covid-19: ¿qué ha cambiado? Nuevos retos, demandas, papel y compromiso.

Durante este encuentro, organizado por ABC y Fundación ”la Caixa”, Javier Júdez, director de la Oficina Técnica de Coordinación Regional Estratégica para la Cronicidad Avanzada y la Atención Sociosanitaria (Corecaas) y vicepresidente de la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica, quiso resaltar que todo lo sucedido durante la pandemia debe servir para un profundo aprendizaje. En este sentido, señaló que «los que nos movemos en el mundo sociosanitario no solo podemos pensar en clave de necesidades de salud porque hay muchas más dimensiones que afectan a los mayores, y así debe ser el nuevo planteamiento. No hay tallas únicas, la población mayor tiene necesidades muy diversas. Hay una tendencia equívoca de agrupar a todos en el mismo saco. Es un error muy dañino. Es necesario dar una imagen de este colectivo sin tantos matices negativos, no mostrar rechazo al hecho de envejecer ni discriminar a nadie por cuestiones de edad, máxime cuando estas personas han representado, y siguen representando, un papel crucial en nuestra sociedad. Es hora de cambiar esta imagen con diversas acciones y dando voz a los mayores con testimonios alentadores. En definitiva, estar atentos a sus fortalezas, sin olvidar, por supuesto, la debilidad de los más frágiles para cubrir sus demandas».

Nubarrones del camino

Un ejemplo de estos testimonios de fortaleza es el de Carmen Díaz, voluntaria de Espacio Caixa Madrid en proyectos solidarios de mejora de las competencias informáticas para la búsqueda de empleo a personas socialmente vulnerables. Esta maestra jubilada de 71 años aseguró durante la celebración de la jornada que para sentirse considerados por la sociedad, también es necesario empezar por atenderse a uno mismo como individuo. «Si uno no se cuida, difícilmente va a aceptar lo que le viene del exterior. El virus ha sido un hecho más en el camino de mi vida. Si yo no hubiera realizado un proceso personal interno de plantearme qué sentido tiene mi vida, qué quiero dejar…, el Covid-19 me hubiera trastornado. Creo que cada persona ha vivido esta pandemia en función del itinerario interior que ha seguido con anterioridad. Si las piedras y nubarrones del camino no se han sabido llevar, el coronavirus puede resultar muy destructivo».

Carmen Díaz: «Cuando se tiene conciencia del proyecto personal, de autoconocerse, de aprender habilidades… la vida funciona de otro modo. Todos tenemos mucha riqueza interior»

Recordó, además, cómo el primer día de confinamiento se dijo interiormente «voy a vivir hoy como si fuera el primer día sin salir de casa». Y así lo hizo también el día 2, 3, 4… y hasta el fin del confinamiento para que cada día fuera único. «Es verdad –reconoció–, que si te gusta la creatividad ayuda mucho. Cuando se tiene conciencia del proyecto personal, de autoconocerse, de aprender habilidades… la vida funciona de otro modo. Todos tenemos mucha riqueza interior. Soy consciente del dolor que padece la gente, muy consciente, pero la respuesta a ese dolor y sufrimiento puede ser igual de grande que la fortaleza interior para superarlo».

Para Ángeles Benet, maestra jubilada de 67 años y presidenta de Amuvim (Asociación de Personas Voluntarias Mayores de Murcia, asociada a Fundación ”la Caixa”), la forma de enfrentarse al confinamiento por el coronavirus fue mediante un ejercicio de superación. «El secreto para que la situación no nos afecte está en no ser pasivos y plantearse objetivos, lo que a mí me ha permitido que todos estos meses hayan pasado casi sin enterarme. Lo que le ha faltado a tantas personas que han sufrido soledad, depresión… es, precisamente, ese aliciente de levantarse y vestirse cada mañana con la intención de hacer algo, aunque sea en casa. Es muy importante la fuerza interior de cada uno para afrontar estos retos porque hoy es el Covid, pero mañana será otra adversidad».

Ángeles Benet: «Lo que le ha faltado a tantas personas que han sufrido soledad, depresión… es, precisamente, ese aliciente de levantarse y vestirse cada mañana con la intención de hacer algo, aunque sea en casa»

Reinventarse

Explicó que, justo en febrero de 2020, tomó posesión del cargo como presidenta de Amuvin y, unas semanas más tarde, el 11 de marzo, decidió que no podían seguir con el ritmo de talleres y cursos que impartían porque tenían muchos participantes que eran población de riesgo y temían que hubiera muchos contagios. Tuvieron que cancelar todos los programas.

Lejos de quedarse con los brazos cruzados optaron por reinventarse. «Empezamos a formarnos en plataformas informáticas para saber cómo conectarnos y, de esta forma, logramos impartir talleres y, poco a poco, fuimos encadenando más actividades. Hoy estamos impartiendo 14 cursos por trimestre que están siendo para los mayores un aliciente estupendo porque se conectan y se sienten acompañados, útiles y se relacionan con los demás», asegura.

Ante decisiones como esta, Javier Júdez no dejó de alabar durante la jornada la actitud de Carmen y Ángeles en plena pandemia. «No hay duda de que el Covid-19 ha hecho mucho daño, pero esta nueva realidad ha destapado que, a pesar de la fragilidad de los mayores –insistió–, también ha marcado un aprendizaje individual que no debemos dejar pasar».

Modelos de cuidados

Otra de las lecciones que no deben quedar en el olvido para este experto es que, a pesar de que la respuesta de los servicios sanitarios de urgencias no tiene precedentes, se deben analizar todos los puntos de vista para hacerlo mejor. «Los sistemas de salud son muy complejos, con muchas necesidades a cubrir. No podemos dejar de aprender y repensar los modelos de cuidados de larga duración, cómo combinar la protección frente a mantener la calidad de vida, la necesidad de coordinarnos los distintos dispositivos desde atención Primaria hasta el paso por urgencias, las eventuales hospitalizaciones, la atención al final de la vida, paliativos, cronicidad…».

Javier Júdez: «En la sociedad se tiene muy asumido que el mejor lugar de asistencia cuando una persona enferma es el hospital. «¡Y no es verdad! Hay que atender a cada uno en el contexto y situación en la que puede recibir la atención que precisa con la mayor calidad de vida posible»

Explicó que en la sociedad se tiene muy asumido que el mejor lugar de asistencia cuando una persona enferma es el hospital. «¡Y no es verdad! –destacó–. Hay que atender a cada uno en el contexto y situación en la que puede recibir la atención que precisa con la mayor calidad de vida posible».

En opinión de este experto, otra cuestión que también merece una profunda reflexión es el hecho de que las personas mueran solas sin el acompañamiento de su seres queridos. «Morir solos es una de las grandes tragedias que ha provocado un gran desconcierto tanto en las familias como en los profesionales de la salud. Es un asunto hay que darle prioridad para encontrar una solución viable y compatible con el comité de la ética. Es un reto básico de los sistemas de salud. Fallecer en soledad no es una condición que debamos aceptar como una opción», aseguró con rotundidad.

En esta línea, Carmen Díaz destacó el reto social de comprender y valorar más a los mayores, «así como aprender de su testimonio y ejemplo por la luz de su saber y experiencia –conocimientos que no da la Universidad–, para que sea posible vivir con autenticidad y el respeto».

También añadió Ángeles Benet que, dado que son un grupo de población que está creciendo mucho por la posibilidad de vivir más años, «se les debe dar la oportunidad de seguir siendo útiles y, para ello, es muy conveniente que se diseñen campañas y proyectos de participación que hagan ver a la sociedad, de una vez por todas, su utilidad y rentabilidad».

https://www.abc.es/familia/mayores/abci-nuevo-reto-covid-19-visibilizar-fortaleza-poblacion-mayor-202103100117_noticia.html 



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