13 Oct EL MUNDO SE ENFRENTA AL DESAFÍO DE LA LONGEVIDAD Y LA ERA TECNOLÓGICA
Se cumplen 25 años de la conmemoración de la ONU del Día Internacional de las Personas Mayores. El eslogan de 2015 es “la sostenibilidad y la inclusión de las personas mayores en el entorno urbano”. Dice el Secretario General que “lograr ciudades inclusivas para las personas de edad significa crear oportunidades para su participación económica y social en entornos accesibles y seguros. También implica proporcionar viviendas y transportes asequibles y servicios sociales y de salud adaptados a su edad necesarios para que puedan envejecer en sus hogares”.
En la actualidad son 841 millones las personas mayores de 60 años en el mundo, que se incrementarán hasta más de 2.000 millones en 2050, de los cuales 900 vivirán en entornos urbanos, el resto en el medio rural. Ocho de cada 10 vivirán en regiones menos desarrolladas que la nuestra. Nos puede parecer mucho tiempo pero solo quedan 35 años. La ONU contabiliza los mayores de 60 años porque en muchos países no cuentan con la fortuna de vivir los más de 80 años de media que se logran en países como el nuestro. La longevidad humana constituye uno de los mayores cambios y desafíos de nuestro tiempo a la que es preciso adaptarse para lograr un futuro sostenible y seguro para todos, eliminando barreras a la plena participación de las personas de edad en la sociedad, protegiendo sus derechos y su dignidad. El envejecimiento de las sociedades representa una de las mayores transformaciones sociales, económicas y políticas de nuestra época.
Estos cambios demográficos nos afectaran a todos, países, familias, personas y nos exige la construcción de una “sociedad para todas las edades” que engloba el diseño universal o diseño para todos que no es otra cosa que construir y crear pensando en las personas que tienen algún tipo de dificultad o discapacidad. Si la accesibilidad es obligatoria a partir de diciembre de 2015 en cualquier lugar público o de acceso público, y ello conlleva por ejemplo contar con una rampa y no solo con peldaños. No solo accederán por la rampa las personas mayores, o discapacitadas, sino también irán los papas con sus carritos con los niños, la persona que van en silla de ruedas por haberse roto una pierna, etc. o cualquiera a la que le cueste subir las escaleras para ir a misa. Tener una nueva mirada es imprescindible para que todos nos sintamos incluidos.
Coincidiendo con este Día Internacional, el Presidente del Gobierno convocó al Palacio de la Moncloa a los representantes de las Personas Mayores con el fin de dar a conocer que se aprobaría en el Consejo de Ministros siguiente el nuevo marco de actuación del Gobierno español en esta materia. “El objetivo del documento, en cuya elaboración han participado más de cien entidades, es que las personas mayores cuenten con unos derechos individuales y sociales más fuertes, para aumentar su bienestar, su autonomía y, al final, su calidad de vida», dijo el Presidente. Solidaridad Intergeneracional estuvo representada por su presidenta y le trasmitió al Presidente Rajoy que “los recortes de éste último mandato han dañado los sistemas básicos de salud, de atención a la dependencia en el medio rural y han mermado las pensiones a la vez que se han incrementado los problemas de soledad de las personas mayores”. El presidente reconoció que en la actualidad la solidaridad intergeneracional se ha invertido, y son muchas las personas mayores que pasan de ser sustentadas, a ser sustentadores de las siguientes generaciones, debido al fuerte impacto del desempleo y la disminución de las rentas procedentes del trabajo. Pero también es cierto que la tasa de pobreza en España es bastante superior a la del resto de países de la Unión Europea. Ocupamos el puesto 25 de un total de 29, con una tasa de pobreza superior al 14%, mientras que nuestros vecinos, Portugal y Francia rondan el 10%. A la pobreza en no pocas ocasiones se une la soledad. Existen un 20% de personas españolas que viven solas, unas porque lo eligen (60%) y otras obligadas (8%).
La soledad es un problema creciente, que hay que domesticar con participación social, en actividades de ocio, de formación a lo largo de la vida, en actualización en nuevas tecnologías, en el cuidado de las relaciones familiares y de amigos, mantener o crear aficiones y pasatiempos, hacer ejercicio a diario, y sonreír y reír que es gratis.
Otros retos a los que hemos de enfrentarnos y que nos afectarán de forma directa son: el avance de la tecnología en todas las esferas de la vida. no tardaremos en tener un robot en casa que nos ayude a vivir mejor. Pero también la tecnología hará más fácil el acceso a la sanidad. Por ejemplo se va a implantar la receta electrónica que va a evitar tener que ir al médico a por las recetas de siempre. Con ir a la farmacia, ya saben lo que tienes que tomarte. Así evitamos gasto sanitario, e iremos al médico cuando nuestras circunstancias hayan cambiado y necesitemos sus servicios.
La tecnología tiene su cara y su cruz, porque también está eliminando puestos de trabajo, y continuará esta trayectoria en el futuro. Lo que puedan hacer las máquinas, no lo harán las personas por que es más caro. Repensemos el futuro porque la sociedad está cambiando a pasos agigantados, aunque día a día casi ni lo notamos.
Autor: Ana Isabel Esteban
Presidenta de Solidaridad Intergeneracional