El Ministerio de Consumo crea un etiquetado inclusivo para personas con discapacidad visual.

El Ministerio de Consumo crea un etiquetado inclusivo para personas con discapacidad visual.

La medida es posible gracias a la reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Esta modificación reconoce a las personas con discapacidad su condición de «personas consumidoras vulnerables».

Público

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El Ministerio de Consumo ha creado un etiquetado inclusivo para personas con discapacidad visual. La medida es posible gracias a la reforma de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, aprobada el 25 de febrero de 2022. Esta modificación reconoce a las personas con discapacidad su condición de «personas consumidoras vulnerables», ya que les impide ejercer sus derechos en materia de consumo en igualdad de condiciones que el resto de personas consumidoras.

Dicha reforma afecta a los productos de especial relevancia para la protección de la seguridad, integridad y calidad de vida. En principio, se aplicará a los productos de consumo general empaquetado (carnes, pescados, huevos, leche, café, conservas…) y a los potencial o claramente peligrosos (higienes, abonos, plaguicidas, pegamentos, encendedores y cerillas, bombonas de gas).

El nuevo etiquetado inclusivo incluirá la información mínima básica (denominación, naturaleza, fecha de caducidad o consumo preferente, alérgenos), así como la información dinámica y extensiva del mismo (nombre y dirección de la empresa productora, composición y finalidad del producto, calidad, cantidad neta o categoría, fecha de producción, sistema de información nutricional, instrucciones para su correcto uso o consumo).

Actualmente, 4,3 millones de personas en España tienen algún tipo de discapacidad, según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia, EDAD 2020, del Instituto Nacional de Estadística.

Este lunes 18 de julio arranca el proceso con la consulta pública previa para «regular reglamentariamente un etiquetado en alfabeto braille, así como en otros formatos que garanticen la accesibilidad universal de aquellos bienes y productos de consumo de especial relevancia para la protección de la seguridad, integridad y calidad de vida, especialmente de las personas ciegas y con discapacidad visual como personas consumidoras vulnerables».