04 Abr El fármaco que abre una nueva esperanza para tratar el alzhéimer.
El llamado SAGE-718, que todavía se encuentra en pruebas, ha dado resultados prometedores en un pequeño estudio preliminar. Para comprobar su viabilidad y efectividad completa serán necesarios nuevos ensayos.
Fran Sánchez Becerril
Un estudio preliminar de un nuevo fármaco, dirigido al deterioro cognitivo leve y la demencia leve asociada al alzhéimer, sugiere que es seguro y puede estar asociado con mejoras en la función ejecutiva, el pensamiento y las habilidades de memoria. El fármaco, llamado SAGE-718, también se encuentra en ensayos clínicos para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado con el párkinson y la enfermedad de Huntington.
En concreto, el SAGE-718 es un tipo de fármaco denominado modulador alostérico positivo de los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA). La pequeña investigación sobre este nuevo medicamento se ha presentado este jueves en el 74º encuentro anual de la Academia Americana de Neurología.
“El deterioro cognitivo suele ser uno de los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, puede ser muy difícil para los pacientes y sus familias, y representa un área de gran necesidad médica no cubierta”, señala el autor del estudio, Aaron Koenig. «Estos resultados sirven para respaldar la necesidad de una nueva investigación con un mayor número de personas para determinar si esta terapia es segura y eficaz en el tratamiento del deterioro cognitivo en la enfermedad de Alzheimer y trastornos relacionados y en la mejora de la forma en que las personas pueden funcionar de forma independiente en su vida cotidiana», apunta el especialista de Sage Therapeutics en Cambridge (Massachusetts, EEUU).
Un estudio para comprobar la seguridad de SAGE-718
Para la investigación, los científicos analizaron datos de 26 personas con una edad media de 67 años. En el inicio del experimento, los sujetos de estudio obtuvieron una puntuación media de 20,7 puntos en una prueba cognitiva común, lo que indica un rendimiento cognitivo compatible con deterioro cognitivo leve o demencia leve. Después de la evaluación, los participantes tomaron SAGE-718 diariamente durante dos semanas y posteriormente fueron seguidos durante otras dos semanas. Completaron pruebas de pensamiento y memoria al comienzo del estudio, al final del tratamiento y después de un mes.
Después de un mes, las puntuaciones de los participantes en la prueba cognitiva habían mejorado entre los 2,3 y los 22,8 puntos.
Cabe destacar que tanto los participantes como los investigadores sabían que se estaba administrando este nuevo fármaco. Al no existir un grupo de control al que se le administre placebo, sin saberlo, el ensayo podría generar sesgos. Esta es una de las limitaciones de la investigación junto al reducido tamaño de la muestra de estudio.
El estudio fue diseñado principalmente para recopilar datos sobre la seguridad del fármaco. No hubo efectos secundarios graves del medicamento. En concreto, cinco personas tuvieron efectos secundarios leves o moderados que se cree que están relacionados con el medicamento, como dolor de cabeza o estreñimiento.
Koenig añade que algunos sujetos de ensayo también mejoraron en actividades diarias, especialmente en las complejas, como usar un ordenador, realizar tareas domésticas y administrar sus medicamentos. Además, esto coincidió con una mejora constante en múltiples pruebas de funcionamiento ejecutivo que se administraron durante la investigación. «Si se replica en estudios futuros, tales mejoras sugieren que este medicamento eventualmente puede proporcionar beneficios significativos a las personas en su vida cotidiana»,