El estrés que sufre el cuidador produce daño celular.

El estrés que sufre el cuidador produce daño celular.

Un nuevo estudio vincula este efecto a problemas para la salud física y mental.

2024. 65Ymás

Patricia Matey

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Nadie pone en duda que los cuidadores de cónyuges o de otros familiares con problemas de memoria se enfrentan a enormes cantidades de estrés. La Clínica Mayo de EEUU recuerda: «A medida que la población envejece, más personas se dedican a cuidar a otras. Sólo en EEUU, aproximadamente uno de cada tres adultos es un cuidador informal o familiar. Los cuidadores declaran niveles de estrés más elevados que las personas que no cuidan. Es importante que los cuidadores sepan que ellos también necesitan ayuda y apoyo».

La institución documenta como señales de estrés a las que se debe estar atento las siguientes:

  • Sentirse agobiado o preocupado todo el tiempo.
  • Sentirse cansado a menudo.
  • Dormir mucho o poco.
  • Ganar o perder peso.
  • Enojarse o irritarse con facilidad.
  • Falta de interés por actividades que antes te gustaban.
  • Sentirse triste.
  • Tener dolores de cabeza frecuentes u de otro tipo  o problemas de salud.
  • Abuso de alcohol o drogas, incluidos los medicamentos con receta.
  • Faltar a tus citas médicas.

Todo ello trae consecuencias. Pero no solo. Ahora investigadores de la Universidad Rice (Alemania) han descubierto que esta intensa presión se puede sentir a nivel celular y está vinculada a efectos negativos en la salud física y mental como la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

Los datos

El estudio, titulado «Salud mitocondrial, funcionamiento físico y afecto diario: mecanismos bioenergéticos del bienestar de los cuidadores de pacientes con demencia», se ha publicado en la revista Psychosomatic MedicineEs uno de los primeros estudios que examinan cómo la salud celular puede afectar el bienestar de los cuidadores de pacientes con demencia que viven con un estrés diario significativo.

«Este trabajo se basa en nuestra investigación previa sobre el estrés crónico y la inmunidad, destacando el papel crucial de la salud celular en la conexión mente-cuerpo», ha afirmado Chris Fagundes, profesor de ciencias psicológicas en Rice y uno de los autores del estudio. «Hemos descubierto que el estrés crónico afecta no solo la función inmunológica sino también la salud de las células individuales, lo que sugiere una relación más profunda e intrincada entre nuestro estado mental y el bienestar físico».

Falta de combustible

En concreto, los investigadores estudian el vínculo entre las mitocondrias (básicamente, los motores que alimentan a las células individuales) y la salud mental y física. La energía producida por las mitocondrias es necesaria para que las personas puedan realizar actividades cotidianas como caminar, ir de compras o conducir. Una forma de medir la salud celular de una persona es determinar cuánta energía le queda después de estas actividades.

Fagundes ha comparado la salud celular con la eficiencia de combustible de un automóvil. «Cuanta más energía o combustible te quede después de conducir, mejor será el rendimiento que has obtenido, o lo bien que están funcionando las cosas. Es más o menos lo mismo cuando se trata de la salud de tus células».

Al igual que los automóviles pierden eficiencia de combustible con el tiempo, es normal que las células tengan menos energía restante a medida que una persona envejece. Las situaciones de estrés crónico, como el cuidado de un ser querido, también afectan negativamente la salud celular. Sin embargo, las células de algunas personas son naturalmente más resistentes al envejecimiento y al estrés que otras.

Los investigadores descubrieron que los cuidadores con menos energía celular sobrante eran menos capaces de realizar actividades físicas como caminar y llevar la compra que los cuidadores con más energía sobrante. También descubrieron que estos cuidadores experimentaban menos emociones positivas (como sentimientos de entusiasmo, inspiración y alerta) en comparación con los cuidadores con más energía celular.

Si bien una mayor cantidad de energía celular sobrante se asocia con mejores resultados en la salud mental y física, una menor cantidad de energía celular sobrante se relaciona con una mayor inflamación, lo que puede generar una serie de problemas negativos en la salud mental y física, incluido el diagnóstico eventual de afecciones como la demencia o el alzhéimer.

Los investigadores dicen que esperan que los hallazgos de este estudio puedan conducir al desarrollo de intervenciones farmacéuticas o terapéuticas dirigidas a la salud celular, lo que puede permitir a los cuidadores evitar los resultados negativos que pueden resultar del estrés que enfrentan.

Cuideo reconoce: «Para superar este problema y bajar los niveles de estrés es fundamental aceptar la situación, expresar nuestros sentimientos y aprender a controlarlos». Por ello, para combatir el estrés que genera cuidar de una persona dependiente, es necesario poner en práctica ciertas cosas:

  • Pide ayuda si la necesitas. Aunque seas el cuidador principal de una persona dependiente, hay ocasiones en las que necesitarás un poco de ayuda.
  • No reprimas tus sentimientos. No tengas miedo de expresar lo que sientes. Tus emociones también son válidas. Además, por muy raro que parezca, tu situación es completamente normal.
  • Planifica las actividades. De esta manera podrás llevar un mejor control del tiempo, crearás rutinas en la persona dependiente y podrás llevar una vida más organizada.
  • No abandones tus relaciones con otras personas. No te aísles del mundo por cuidar de una persona. Mantener el contacto con amistades te ayudará a cambiar de ambiente y tu mente se distraerá.
  • No centres tu vida en la de la persona dependiente. Realiza alguna actividad que sea de tu agrado y que no tenga nada que ver con tu trabajo de cuidados.
  • Descansa lo suficiente. Cuidar a otra persona es un trabajo agotador. El estrés también proviene de no tener el descanso adecuado. Cuando dormimos, nuestro cuerpo se regenera y se recarga de energía, además de hacer un reset en el cerebro. Todo esto ayuda a que nos desestresemos.
  • No pienses que eres la única persona que sabe cuidar a la persona mayor. Los demás también pueden cuidarlo muy bien, por lo que no te responsabilices de tareas que no te corresponden. Anima a la persona dependiente a hacer lo que pueda por sí sola con tu supervisión.
  • Cuida tu salud. Acude al médico regularmente y en especial si tienes alguna dolencia particular. También puedes hablar con tu médico de cabecera para que te recomiende métodos para afrontar la situación: grupos de apoyo, asesoramiento o medicamentos para hacerte sentir mejor.
  • Mantén tu cuerpo sano. No consumas alcohol ni drogas, mantén una dieta sana y equilibrada, haz ejercicio de forma regular y descansa lo suficiente.