El estilo de vida puede influir más que la edad en el riesgo de demencia.

El estilo de vida puede influir más que la edad en el riesgo de demencia.

El estudio señala los 8 factores que, tengas 18 u 80, pueden retrasar la demencia.

Eurpa Press y 65Ymás

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¿Es posible tener la misma salud y claridad mental que hace veinte años? En efecto, pero dependerá de si hemos tenido hábitos saludables. Así lo evidenciaba una investigación reciente del Baycrest Centre for Geriatric Care publicada en la revista científica ‘Alzheimer s & Dementia Diagnosis Assessment & Disease Monitoring’.

Al parecer, existen ciertos factores de riesgo de desarrollar demencia y al contrario: de evitar estos malos hábitos, se puede ganar una salud cerebral similar a las personas que tienen de 10 a 20 años menos.

Factores de riesgo

La investigación preparó una prueba de 20 minutos para los participantes, a los que se les realizaba un cuestionario de antecedentes y cuatro tareas cognitivas.

El estudio incluyó datos de 22.117 personas de entre 18 y 89 años, siendo la primera vez que se incluye a personas tan jóvenes en este tipo de evaluaciones. El objetivo era analizar cómo ciertos factores de riesgo de demencia podían estar relacionados con el estilo de vida a lo largo de toda la vida.

Los investigadores del Baycrest Centre for Geriatric Care analizaron el rendimiento de los participantes en las pruebas de memoria y atención, y cómo influían en él estos ocho factores de riesgo modificables de demencia:

  • Bajo nivel educativo (menos de un diploma de secundaria)
  • Pérdida de audición
  • Lesión cerebral traumática
  • Abuso de alcohol o sustancias
  • Hipertensión
  • Tabaquismo (actual o en los últimos cuatro años)
  • Diabetes
  • Depresión

Con la edad sumamos riesgos

Los resultados apuntan a que cada factor del estudio provocaba una disminución del rendimiento cognitivo de hasta tres años de envejecimiento, y cada factor adicional contribuía a la misma cantidad de deterioro.

Por ejemplo, tener tres factores de riesgo podría conducir a una disminución del rendimiento cognitivo equivalente a hasta nueve años de envejecimiento. Los efectos de los factores de riesgo aumentaban con la edad, al igual que el número de factores de riesgo que tenían las personas.

Cambiar hábitos, cambiar destino

Al demostrar que la influencia a largo plazo va a ser la misma, significa que, tanto si escogimos unos hábitos saludables desde jóvenes como si comenzamos a cambiarlos de mayores, esto tendrá una influencia positiva similar en la salud cerebral.

«Descubrimos que los factores de riesgo tenían un impacto negativo en el rendimiento cognitivo en todas las edades. Esto es crucial, ya que significa que los factores de riesgo pueden y deben abordarse lo antes posible», detalla la doctora Nicole Anderson, responsable de la investigación.

¿Por dónde empezar?

«En definitiva, nuestra investigación demuestra que se puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Empieza a abordar cualquier factor de riesgo que tengas ahora, tanto si tienes 18 como 90 años, y apoyarás tu salud cerebral para ayudarte a envejecer sin miedo», afirma la doctora Annalise LaPlume, autora principal del estudio.

«Nuestros resultados sugieren que los factores del estilo de vida pueden ser más importantes que la edad a la hora de determinar el nivel de funcionamiento cognitivo de una persona. Esto es una gran noticia, ya que hay muchas cosas que se pueden hacer para modificar estos factores, como controlar la diabetes, abordar la pérdida de audición y obtener el apoyo necesario para dejar de fumar», concluye LaPlume.



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