21 Dic El emprendimiento es sénior: el peso del trabajo por cuenta propia aumenta con la edad.
Fundación MAPFRE presenta el III Mapa de Talento Sénior.
Beatriz Torija
Hay muchos más autónomos sénior (977.000) que jóvenes (189.000). En general, el trabajo por cuenta propia es mucho más importante en los séniores que en los jóvenes. Los trabajadores séniors por cuenta propia suponen el 31,1% del total de trabajadores de esta modalidad en España frente a los jóvenes, que representan solo el 6%. El peso del trabajo por cuenta propia aumenta con la edad y, además, los emprendedores sénior tienen una tendencia mayor (35%) a contratar a trabajadores frente a los jóvenes (10%)
Estas son algunas de las conclusiones del ‘III Mapa de Talento Sénior. Jóvenes y mayores en el mercado laboral. La colaboración intergeneracional’ del Centro de Investigación Ageingnomics (@FM_Ageingnomics), que ha contado con la colaboración de la Fundación Máshumano y que Fundación MAPFRE acaba de presentar en un evento celebrado en el auditorio de Sagardoy Abogados, en el que han participado Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, Antón Costas, presidente del Consejo Económico y social de España (CES); Iñigo Sagardoy, presidente de Fundación Máshumano; Elena Sanz Isla, directora general de Personas y Organización en MAPFRE y miembro del Patronato de Fundación MAPFRE; así como los coautores y colaboradores del trabajo, Rafael Puyol, Alfonso Jiménez, Tomás Pereda e Iñaki Ortega.
Más autónomos a partir de los 55 años
El trabajo por cuenta propia está más presente entre los trabajadores mayores de 55 años que entre los jóvenes. Así, mientras que actualmente en España tan solo hay 189.000 jóvenes autónomos, se cuenta con 977.000 autónomos sénior. Esta situación se da como consecuencia de que, a cierta edad, el trabajo por cuenta propia y el emprendimiento se convierten en una opción en la que los seniors pueden desarrollar sus especiales condiciones y capacidades. “El trabajo por cuenta propia es el refugio para los trabajadores sénior en paro, en muchas ocasiones es la única salida que encuentran después de años buscando trabajo sin encontrarlo”, ha lamentado, no obstante, Rafael Puyol.
Como dato positivo, Tomás Pereda ha destacado que “los sénior tienden a contratar trabajadores mucho más que los emprendedores jóvenes, los sénior crean empleo. Esto genera una enorme oportunidad, todo lo que sea apoyar el empleo sénior favorecerá a los jóvenes». En efecto, en el caso de los autónomos mayores, el porcentaje que contrata es muy superior (35,4%) en comparación con los jóvenes (10,5%). Esto indica que no todos los seniors que se ponen a trabajar por cuenta propia lo hacen como “autoempleo”, sino que más de un tercio de ellos, además, contrata al menos a un empleado.
Convertir la longevidad en industria, y otros retos
16 millones de españoles son ya mayores de 55 años, un número que no dejará de crecer hasta alcanzar en unos pocos años la mitad de la población. En este escenario, el estudio de Ageingnomics señala tres importantes retos a los que se enfrenta España: la búsqueda de nuevas vías de ingresos para políticas públicas ambiciosas; la utilización del envejecimiento como una nueva industria de prestación de bienes y servicios que genere riqueza y empleo para las cohortes más jóvenes; y el aprovechamiento del talento sénior como herramienta de competitividad para el país.
Tal y como destaca el estudio, en países como Estados Unidos o Portugal la economía de los séniores ya supone una parte importante del PIB apalancándose en el sector inmobiliario y la atracción de profesionales. “Nosotros podemos hacerlo aún mejor con nuestras fortalezas”, señalan los autores.
Urge apoyo del sector público al talento sénior
“El derroche de talento sénior en España con tasas de actividad hasta 20 puntos por debajo de nuestros pares europeos está lastrando nuestra riqueza y la moral de millones de ciudadanos” sentencia el ‘III Mapa de Talento Sénior’. El hecho de que en España los trabajadores mayores se formen menos que en el resto de Europa, que el trabajo a tiempo parcial para trabajadores mayores sea casi inexistente, o que trabajar más allá de la jubilación no resulte atractivo indica que hay mucho espacio de actuación en el mercado laboral para aplicar políticas públicas activas.
En su trabajo, Rafael Puyol, Alfonso Jiménez, Tomás Pereda e Iñaki Ortega se mojan y ofrecen propuestas concretas de actuación para favorecer el empleo en el colectivo sénior, a modo de decálogo:
- Bonificación 100% de las cotizaciones sociales de los trabadores sénior que lleven más de un año en desempleo.
- Reducción 50% de todas las tarifas de autónomos para profesionales sénior que opten por este régimen si llevan más de un año en desempleo.
- Deducción en el IRPF del 100% de los gastos de formación y educación de los séniores.
- Garantizar el 100% de la pensión si de modo voluntario se sigue trabajando más allá de la edad de jubilación.
- Permitir una indemnización parcial por parte de la empresa ante la finalización del contrato del sénior siempre que se convierta en contrato parcial.
- Exención fiscal de las indemnizaciones por finalización del contrato a tiempo completo de los séniores siempre que se promueva un nuevo contrato a tiempo parcial o un autoempleo.
- Modificación de la ley de Startups para incluir a séniores entre los colectivos beneficiarios.
- Nuevo contrato en prácticas para los séniores.
- Fomento de la jubilación activa para los séniores por cuenta propia que quieran seguir activos.
- Incentivar a los emprendedores sénior autónomos que contraten jóvenes en paro, pero también incentivar a los emprendedores júnior a que contraten trabajadores sénior en paro.
Facilidades fiscales y apoyo a la industria de las canas
España tiene la oportunidad de desarrollar un nuevo sector económico a medio camino entre el turismo, los servicios —como el ocio y los cuidados— y la construcción apoyado en la capacidad económica de los sénior. Para ello, “urge tomar medidas en la dirección correcta que pasarían por un mayor apoyo público-privado para esta nueva industria nacional de las canas”, dice la publicación de Fundación MAPFRE. Entre esas medidas, destaca un nuevo régimen fiscal amistoso basado en la seguridad jurídica para atraer a mayores de cincuenta años a nuestro país, tal y como hace el sistema portugués. Esta fiscalidad atraería a jubilados extranjeros, pero también a profesionales sénior, nómadas digitales mayores de 50 años. Por otro lado, “lograr una industria emergente para la longevidad exigirá crear nuevas empresas, formar a profesionales y que muchos negocios de salud, cuidados, turismo, ocio, reformas y promoción inmobiliaria migren hacia este vertical”, tarea que necesitará de apoyo institucional. Durante la presentación, Iñaki Ortega ha citado los «Fondos Next Generation» como una posible vía para canalizar esta transformación. Y ha lanzado toda una invitación para que las empresas se fijen en el negocio de la longevidad: «hay muy pocos nichos de mercado que ofrezcan un crecimiento de dos dígitos en los próximos años».