23 Jun El confinamiento podría incrementar el riesgo de miopía en los menores, según los expertos.
«Las condiciones del encierro van en la línea contraria a los hábitos que ayudan a prevenir su aparición«, explica la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa de la Universidad Politécnica de Cataluña.
EFE
Llevar un estilo de vida cada vez más sedentario y tener una exposición excesiva e inadecuada a los dispositivos son dos factores de riesgo que se han agravado durante el confinamiento, y que pueden conllevar un incremento grave de los problemas de salud visual, especialmente en los niños y adolescentes.
Así lo indican expertos de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC) en un comunicado, donde también señalan que la miopía afecta ya a 6 de cada 10 jóvenes universitarios catalanes.
Según estos expertos, los menores son un colectivo vulnerable, ya que tienen un sistema visual en evolución y menos capacidad para autogestionarse en el uso de las pantallas.
El decano de la FOOT, Joan Gispets, ha asegurado que «disponemos de evidencias científicas que demuestran que la aparición de la miopía tiene una relación muy clara con el entorno visual, sobre todo en niños y adolescentes».
«Las condiciones del confinamiento van en la línea contraria a los hábitos que ayudan a prevenir su aparición, aunque no podemos disponer de datos, pero es muy probable que el confinamiento tenga un impacto real en la incidencia de la miopía entre nuestros jóvenes», ha señalado
En este sentido, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre esta problemática y de ofrecer herramientas de prevención, la FOOT ha elaborado un decálogo con recomendaciones orientadas a hacer un buen uso de las pantallas y prevenir los problemas de salud visual, adecuar las condiciones en que se usan las pantallas y compensar la sobreexposición con actividades físicas o creativas que estimulan la comunicación y la socialización.
Entre los consejos, se recomienda limitar el tiempo de uso de las pantallas según la edad, con un máximo de una hora diaria en niños en edad preescolar, entre 3 y 4 horas diarias en los niños en edad escolar y un máximo de 6 horas diarias en adolescentes.
Los expertos también señalan la importancia de la iluminación ambiental e indican que, en el lugar de trabajo, ésta sea alta.
Asimismo, la iluminación y el contraste de la pantalla deben graduarse al máximo y se tiene que evitar sentarse de espaldas a la ventana para evitar reflejos en la pantalla.
Por otra parte, entre otros, hay que evitar distancias demasiado cercanas a la pantalla: según los expertos, en el caso de móviles y tabletas, la distancia no debe ser inferior a 30 cm y, en el caso de ordenadores, el mínimo debe ser de 50 cm.