11 Sep El aire contaminado envejece los pulmones y causa y empeora patologías respiratorias.
REDACCIÓN CONSALUD
La European Respiratory Society (ERS), al igual que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), celebra el mantenimiento de Madrid Central, ya que la contaminación del aire acelera el envejecimiento de los pulmones, según un nuevo estudio de ERS, y también causa y empeora infecciones y patologías respiratorias crónicas. La ERS ha emitido recientemente un posicionamiento sobre la recuperación de esta medida para reducir las emisiones de aire polucionado en el centro de Madrid.
La ERS lo valora en positivo, ya que “Madrid acogerá el Congreso Internacional de ERS del 28 al 2 de octubre”, y señala, con contundencia, que “ERS aboga firmemente por medidas para reducir los niveles de contaminación del aire y mejorar la calidad del aire, ya que el acceso a aire limpio es una necesidad y un derecho fundamentales para todos los ciudadanos de Europa y es clave para proteger la salud humana”.
Esta afirmación se fundamenta en importantes estudios científicos como uno de los más recientes publicados en European Respiratory Journal, que hasta la fecha es uno de los estudios más grandes realizados que concluye que la contaminación del aire contribuye a que los pulmones envejezcan más pronto e incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Ante ambas noticias, “Separ ha recibido con satisfacción el posicionamiento de la ERS, con el que está en plena sintonía, ya que Separ apoya todas las medidas que sean necesarias para preservar y mejorar la salud pulmonar de los ciudadanos. Esto se debe a que cada vez hay más evidencias científicas que demuestran que la contaminación del aire es altamente nociva para los pulmones, ya que causa y empeora infecciones y patologías respiratorias crónicas”, afirma la Dra. Isabel Urrutia, coordinadora del Área de Medio Ambiente de Separ.
RESULTADOS DE MADRID CENTRAL
La medida de Madrid Central insaturada en el centro de la ciudad ha mejorado efectivamente la calidad del aire y “ha puesto en primer lugar la salud de los ciudadanos al dar prioridad al caminar, el ciclismo y el uso del transporte público, a fin de reducir las emisiones y limpiar el aire de la ciudad”, destaca la ERS en su posicionamiento. No obstante, “aunque la zona de bajas emisiones es una parte importante de la solución, ERS cree que se deberían implementar medidas adicionales y estrategias complementarias para mejorar la calidad del aire en las ciudades”, dice.
NUEVO ESTUDIO SOBRE CONTAMINACIÓN Y SALUD PULMONAR
Ahora un nuevo estudio publicado en European Respiratory Journal concluye que la exposición a la contaminación del aire exterior está relacionada con la disminución de la función pulmonar y un mayor riesgo de desarrollar EPOC. “Sabemos que la función pulmonar disminuye a medida que envejecemos, pero esta nueva investigación señala que la contaminación del aire también contribuye a este proceso de envejecimiento y se suma así a la evidencia de que respirar aire contaminado causa daños en los pulmones”, comenta la Dra. Urrutia sobre las principales conclusiones de este estudio.
Hasta ahora se han hecho pocos estudios que han analizado cómo la contaminación afecta a la salud de los pulmones y, para resolver este déficit de estudios, los investigadores de este trabajo han optado por evaluar a más de 300.000 personas utilizando datos del estudio del UK Biobank (o Biobanco del Reino Unido), la relación entre la contaminación del aire y cambios en los pulmones, su función y si afecta al riesgo de desarrollar EPOC, según información de una de los autores del trabajo, la Dra. Anna Hansell, profesora de Epidemiología Ambiental en el Centro de Salud Ambiental y Sostenibilidad de la Universidad de Leicester, Reino Unido.
Los investigadores estimaron con un modelo validado los niveles de contaminación a los que las personas estaban expuestas en sus hogares en el momento de inscribirse en el estudio del UK Biobank, y analizaron distintos contaminantes, como material particulado (PM10), material particulado fino (PM2.5) y dióxido de nitrógeno (NO2), debidos a la quema de combustibles fósiles de escapes de automóviles y otros vehículos, centrales eléctricas y emisiones industriales. Por su parte, los participantes respondieron a cuestionarios de salud detallado y su función pulmonar se midió con pruebas de espirometría, al inscribirse, entre 2006 y 2010.
Después, los investigadores realizaron múltiples pruebas para determinar cómo la exposición a largo plazo a niveles más altos de los distintos contaminantes del aire producía cambios en la función pulmonar de los participantes. Los análisis consideraron su edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), nivel de educación, si eran fumadores o fumadores pasivos y la ocupación. Los datos mostraron que, por cada aumento promedio anual de 5 microgramos por metro cúbico (5 μg / m3 )de PM2.5 en el aire al que estaban expuestos los participantes en el hogar, la pérdida de la función pulmonar fue similar a los efectos de dos años de envejecimiento.
En el mismo estudio se ha visto que la prevalencia de EPOC, entre los participantes que viven en áreas con concentraciones de PM2.5 por encima de las pautas promedio anuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 10 μg / m3 , fue cuatro veces mayor que entre las personas expuestas al tabaquismo pasivo en el hogar, y la prevalencia fue de la mitad frente a la de las personas que habían fumado alguna vez. Cabe destacar que los límites actuales de calidad del aire en la UE para PM2.5 son de 25 μg / m3 , más altos que los niveles que los investigadores vieron vinculados a la función pulmonar reducida.