El 76% de los sénior reclama que se pueda cobrar la pensión y trabajar a la vez.

El 76% de los sénior reclama que se pueda cobrar la pensión y trabajar a la vez.

La compatibilidad frenaría la fuga de talento en la empresa, según la Encuesta Talento Sénior 65YMÁS.

2024. 65Ymás

Pepa Monetero

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La posibilidad de seguir ejerciendo un empleo después de la jubilación puede aumentar de forma importante los ingresos de los ciudadanos, lo que les permitiría mejorar su bienestar económico y mantener su calidad de vida. Además, una prolongación voluntaria de la vida laboral, donde sea posible cobrar pensión y recibir ingresos salariales a la vez, ayudaría a aprovechar el talento y la experiencia acumulada, lo que beneficiaría tanto a las empresas como a la economía en general.

Quizá por estas razones, argumentadas por expertos, economistas y últimamente hasta por el Gobierno, la gran mayoría de participantes en la Encuesta de Talento Sénior, realizada por 65YMÁS, se declara a favor de la compatibilidad entre la pensión y el trabajo, en concreto, el 76% de los sénior apostaría por un modelo sostenible donde sea factible percibir la pensión que les corresponda, según sus años de cotización, mientras que desarrollan una actividad laboral, ya sea la previa al retiro, o una distinta, por cuenta ajena o propia.

La Encuesta de 65YMÁS, confeccionada mediante 3.366 respuestas, vía online, con un 67,9% de participantes hombres y un 32,1% mujeres (el 73% entre 60 y 75 años, y nivel educativo repartido entre un 53,5% con estudios secundarios, 37,6% universitarios y 8,9% primarios o inferiores), desvela asimismo que existe casi un 25% de personas que se opone o no tiene claro el asunto de la compatibilidad. Más en detalle, algo más del 6% se opone a la mencionada compatibilidad y prácticamente el 18% asegura no tenerlo claro.  

Este resultado es coincidente con otras investigaciones realizadas sobre la conveniencia de este sistema, que ofrecen muchos estudios realizados al respecto, que pueden ser objeto de reflexión. Tal como se desprende de la Encuesta de 65YMÁS, si los trabajadores mayores pueden continuar trabajando después de la jubilación, podrían seguir contribuyendo a la economía a través de su trabajo y pagando impuestos. Esto podría ser beneficioso para la economía en general, especialmente en el contexto de envejecimiento de la población.

El Gobierno reformará la jubilación parcial y la activa

Asimismo, permitir que los mayores trabajen después de haberse jubilado podría reducir la presión sobre el sistema de pensiones, ya que continuarían generando ingresos y contribuyendo al sistema, a través de los impuestos que pagan, aunque también en ese caso habría que valorar incentivos fiscales, para los que decidan esta opción como sucede en otros países.

El debate sobre la compatibilidad del empleo y la pensión está sobre la Mesa de Pensiones, donde se sientan el Gobierno y los agentes sociales, habida cuenta de que la longevidad es el gran cambio social de nuestro tiempo, especialmente en España, donde la esperanza de vida, 83 años, es la segunda mayor del mundo. En estos momentos, el Ministerio de Seguridad Social, a cuyo frente se halla Elma Saiz, negocia con los sindicatos UGT y CCOO y la patronal CEOE-Cepyme varias medidas de reforma sobre estas tres fórmulas legales: jubilación parcial y jubilación activa.

La Encuesta 65YMÁS denuncia la lacra del edadismo 

Durante la presentación de la Encuesta Talento Sénior en Madrid, Ana Bedia, directora de 65YMÁS, instó a la sociedad a eliminar los prejuicios edadistas, que constituyen una rémora en lo personal, profesional, cultural y social, además de hacer hincapié en que el futuro de las empresas, administraciones e instituciones va a depender de cómo gestionen y aprovechen este talento.

A su vez, el Consejero Delegado de 65YMÁS, Francisco Valle, denunció cómo «en 1996, solo el 22% de los parados eran mayores de 45 años, mientras que, según los últimos datos, rozan ya el 56% de los desempleados». Un desperdicio de talento que no solo perjudica a las personas individuales, sino que pone en serios aprietos al mercado laboral, sobre todo, habida cuenta de que España se halla a las puertas de la jubilación del baby-boom, la generación más numerosa de cuantas han existido.

Hoy en día, los trabajadores sénior y las personas mayores en general son muy distintos de los de hace 30 o 40 años, señaló en la citada presentación Rafael Fernández Cañas, Director de Relaciones Institucionales en Comunicas, consultora de comunicación especializada en Economía de la longevidad. Para muestra: 7 de cada 10 sénior exigen una mayor presencia en las empresas e instituciones, instando a eliminar los estereotipos que padecen los mayores de 50, 55 o 60 años en todos los órdenes económicos y sociales.

Cámara de España impulsa el Programa Talento 45+

Una de las grandes líneas de acción de la Cámara de Comercio de España es impulsar el emprendimiento y la inclusión laboral de los sénior, y a ello dedica su campaña ‘El Valor Sénior’, lanzada junto al diario 65YMÁS. Una iniciativa que se enmarca dentro del Programa Talento 45+ de Cámara España, financiado por la Unión Europea, mediante el cual se ofrece orientación, intermediación laboral y formación para mejorar las competencias digitales y profesionales de las personas entre 45 y 60 años en situación de desempleo o inactividad laboral.

El objetivo de esta iniciativa es rescatar del paro a personas que están en plenas facultades, que atesoran conocimientos y experiencia, y que desean seguir trabajando, pero que han tenido la mala suerte de ser expulsados del mercado y afrontan la dura realidad del edadismo. El reciclaje profesional y la formación en habilidades es vital para que estos trabajadores puedan volver a trabajar y llegar a la edad de jubilación legal, o incluso demorarla, si así lo quisieran.