El 58% de los jóvenes españoles se sienten solos y el 35% admite un aumento de la toma de ansiolíticos.

El 58% de los jóvenes españoles se sienten solos y el 35% admite un aumento de la toma de ansiolíticos.

La “inestabilidad” económica y laboral tiene un “claro impacto” en el colectivo.

Redacción

2024. Solidaridad Digital

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El 58% de los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años ha experimentado situaciones de soledad y hasta el 35% reconoce que hay un “aumento” en el consumo de ansiolíticos.

Así lo revela el XIII Barómetro de las Familias en España, realizado por la empresa de investigación GAD3 para The Family Watch a partir de una encuesta virtual a 1.021 hogares de todo el país realizada en noviembre y cuyas principales conclusiones fueron presentadas este lunes en rueda de prensa por la directora general de The Family Watch, María José Olesti Luna, y la responsable de Comunicación de GAD3, María Martin.

El “objetivo principal” de este barómetro es, según Olesti Luna, “conocer bien las necesidades con las que se encuentran las familias, qué preocupaciones tienen y cuáles son sus intereses”, para, con esta información, “poder ayudarlas de una manera más eficaz» así como «saber hacia dónde diseñar los estudios y el trabajo que vaya dirigido a mejorar la calidad de la vida familiar y a tratar de elaborar sugerencias también en materia de política social hacia los responsables políticos”.

Con respecto a los aspectos “más relevantes” que refleja el barómetro, destacó que las familias “no son ajenas” al “impacto” que tienen en ellas “muchas de las situaciones económicas, sociales y políticas que las rodean”. “Todo ello se percibe en general como incertidumbre e inseguridad”, abundó, para advertir de que casi el 60% de familias encuestadas cree que la situación económica en España “es mala y no va a mejorar este año” y que su economía “en general, es regular”.

A su vez, el 43% considera que en la actualidad hay una “valoración social y laboral de la familia positiva”, si bien es la cifra “más baja de la serie histórica”.

IMPACTO DE LA INESTABILIDAD

A su juicio, esta “inestabilidad” económica y laboral tiene un “claro impacto” en los jóvenes, hasta el punto de que, según ocho de cada diez, hoy existen “mayores dificultades para formar una familia que en generaciones anteriores”, al igual que opinan siete de cada diez mayores de 45 años.

Por lo que respecta a las “prioridades” en un horizonte de cinco años en esta franja de edad, resaltó su deseo de viajar y conocer otras culturas (casi un 80%), prosperar en el ámbito profesional (64%) y ampliar sus estudios (50%), mientras “un año más” formar una familia constituye la experiencia vital que “menos se prioriza” (48%).

Además, subrayó que solo un 29% de consultados considera que actualmente se educa a los hijos en valores como respeto, solidaridad e igualdad, resultado que baja porcentualmente desde el 40% registrado en el anterior barómetro.

SALUD MENTAL

En cuanto a la salud mental, hizo hincapié en que más de la mitad de adultos entrevistados estiman que ellos personalmente o alguien de su entorno han vivido situaciones de “preocupación” en el ámbito laboral y “especialmente” por la situación política, que preocupa a casi el 75% de los mayores de 30 años.

Asimismo, han experimentado sensaciones de angustia, alteraciones del sueño o estrés y casi cuatro de cada diez confiesa haber tenido “sensaciones de soledad”.

Sin embargo, en relación a las causas del “deterioro” de la salud mental en jóvenes, puntualizó que en esta población dichas causas “van siempre relacionadas hacia el mundo de Internet, del estrés que se genera por la influencia de las redes sociales (38%), el aumento del acoso escolar (35%) y la baja autoestima o inseguridad emocional (29,5%)”.

En este contexto, aseveró que, según las familias, en la actualidad hay “un riesgo importante” en “todo lo relacionado” con Internet, las redes sociales y las “adicciones digitales y cómo afectan estas a la educación y la vida intrafamiliar”. Les “sigue preocupando” el uso del móvil -pese a que la edad media en la que los hijos reciben su primer móvil sube un año, hasta los 13- y cómo la publicidad en relación con menores “deja una imagen hipersexualizada de estos, especialmente de las niñas”.

Por esta razón, casi el 63% de las familias ve “necesario” establecer una ley nacional que “regule” el uso de las pantallas en menores de 16 años. Además, les parece “claramente perjudicial” el tipo de mensajes que se transmiten a través de series y programas de televisión convencional y en las plataformas digitales que van “exclusivamente dirigidos a los más jóvenes”.

En paralelo, estiman que son las familias las que “deben tener un papel más importante y principal” y que son ellas “y no otros quienes deben gestionar el impacto de las redes sociales y de la educación en los menores”.

Con todo, a su entender, el “dato positivo” es que la “concienciación y sensibilización” en torno a estos problemas de salud mental “están haciendo que se trate este tema con una mayor normalización y hoy haya un referente claro al exponer estos problemas acudiendo a la familia y a profesionales de la salud”.

MÁS DIFICULTADES

Por su parte, entre otras claves del estudio, la directora de Comunicación de GAD3 puntualizó que en 2023 el porcentaje de encuestados que afirmaron que existen “más dificultades para formar una familia que en generaciones anteriores” se situó por encima del 75% y observó una “importante reducción” del porcentaje de entrevistados que estiman que formar una familia “está bien valorado social y laboralmente (del 58% al 43%).

En este sentido, atribuyó esta “desconfianza” hacia la posibilidad de “formar y sacar adelante una familia” a “condicionantes económicos, sociales y culturales” entre otros “factores”.

Junto a ello, mencionó la “brecha de género” que, a su juicio existe en el ámbito de la salud mental a la hora de buscar ayuda, dado que las mujeres “acuden a la familia antes que al psicólogo preferentemente y en mayor medida que los hombres” cuando experimentan algún problema, con más de un 37% frente a poco más de un 32%, respectivamente.

A la luz de estos resultados, la directora general de The Family Watch pidió “mayor valentía” a la hora de implementar “medidas reales, que tengan realmente un calado importante para que puedan ayudar a que las familias tengan esa valoración no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el ámbito político y social”.

“El significativo deterioro de la salud mental especialmente en los más jóvenes y el incremento de estos problemas psicológicos demuestran que las familias necesitan una mayor estabilidad y que se les ayude, se les fortalezca y se les aleje de la incertidumbre y de los vaivenes ideológicos o políticos y que, de esta manera, se les dé también un mayor reconocimiento para que puedan desarrollar la función que les tiene encomendada la sociedad y les ayude también al crecimiento de España”, resolvió, al tiempo que sugirió a los responsables políticos que “tengan en cuenta” los resultados de este barómetro para “conseguir que las políticas sociales sean realmente eficaces para las familias”.