Doce formas de reducir el riesgo de cáncer

Doce formas de reducir el riesgo de cáncer. e-Familia. Solidaridad Intergeneracional

Doce formas de reducir el riesgo de cáncer

Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero, en e-Familia repasamos el Código Europeo contra el Cáncer, que incluye doce formas de reducir el riesgo de cáncer que cada persona puede adoptar para contribuir a prevenir la enfermedad, de la que para 2019 se estiman más 277.000 nuevos diagnósticos en España, según los datos adelantados por la Red Española de Registros de Cáncer.

1. No fume. No consuma ningún tipo de tabaco.

El tabaco es la principal causa de enfermedades y muertes evitables en el mundo. El tabaco es la principal causa de cáncer. Fumar es la forma más dañina de consumir tabaco, y la que genera la mayor carga de enfermedades relacionadas con el tabaco. El consumo de cigarrillos mata a más de la mitad de los usuarios a largo plazo.

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2. Haga de su casa un hogar sin humo. Apoye las políticas antitabaco en su lugar de trabajo.

La exposición al humo ajeno en casa y en el trabajo produce enfermedades evitables, incluido el cáncer. El propio domicilio es, con frecuencia, un lugar de exposición al humo ajeno. Es deseable aumentar la protección contra el humo ajeno, y los fumadores y los no fumadores pueden conseguirla no permitiendo que se fume en sus hogares y en sus coches.

La inhalación del humo ajeno produce muerte prematura y diversas enfermedades, como cáncer de pulmón, cardiopatía coronaria y neumopatías, e influye negativamente en otras como el asma.

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3. Mantenga un peso saludable.

Está demostrado que se puede reducir el riesgo de cáncer mediante comportamientos alimentarios y de actividad saludables. Se considera que, entre los europeos, quienes siguen un estilo de vida saludable en línea con las recomendaciones de prevención del cáncer tienen un riesgo de padecer cáncer un 18 % menor que quienes no respetan dichas recomendaciones en cuanto a estilo de vida y peso corporal.

Esta reducción del riesgo se ha calculado para un estilo de vida saludable, que consiste en: tener un peso corporal normal [índice de masa corporal (IMC) entre 18,5 y 24,9 (expresado en kg/m2)] y evitar los alimentos que favorecen el aumento de peso, como las bebidas azucaradas y la comida rápida; practicar una actividad moderada durante, al menos, 30 minutos diarios; dar el pecho (las mujeres); consumir preferentemente alimentos de origen vegetal; limitar el consumo de carne roja; evitar la carne procesada y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer cáncer: al aumentar la cantidad de grasa corporal, aumenta también la probabilidad de aparición de determinados cánceres: colorrectal, de riñón, de esófago, de páncreas y de vesícula biliar; además, en el caso de la mujer, los de mama (en posmenopáusicas), endometrio y ovarios. Esto se debe muy probablemente a que el exceso de grasa corporal fomenta la inflamación y aumenta los niveles de ciertos factores de crecimiento y hormonas, que, a su vez, propician el crecimiento de las células cancerosas.

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4. Haga ejercicio a diario. Limite el tiempo que pasa sentado.

Son varios los mecanismos biológicos de probable protección frente al cáncer que pone en marcha la actividad física: actúa en los niveles de glucemia, insulina, hormonas afines y hormonas sexuales, en la inflamación y en el sistema inmunitario, factores todos que influyen en el riesgo de cáncer. La actividad física también le ayuda a no engordar y a mantener un peso corporal saludable, lo que a su vez contribuye a reducir el riesgo de cáncer.

En general, cuanto más tiempo pase practicando una actividad física, mejor. Haga toda la actividad física ligera que pueda, como estar de pie, caminar, pasear en bicicleta, estiramientos, subir escaleras, hacer faenas domésticas y practicar deportes recreativos. Es bueno, durante la jornada, acumular momentos de actividad física, aunque sea poca, y poner límite al tiempo que pasa sentado o viendo la televisión, lo cual contribuye a protegerlo del cáncer impidiéndole engordar.

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5. Coma saludablemente:

• Consuma gran cantidad de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
Limite los alimentos hipercalóricos (ricos en azúcar o grasa) y evite las bebidas azucaradas.
Evite la carne procesada; limite el consumo de carne roja y de alimentos con mucha sal.

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6. Limite el consumo de alcohol, aunque lo mejor para la prevención del cáncer es evitar las bebidas alcohólicas.

Está fuera de duda que el consumo de alcohol puede producir, como mínimo, los siguientes tipos de cáncer: de boca, esófago, garganta (faringe y laringe), hígado, intestino grueso (colon y recto) y mama. Todo consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer. Cuanto más beba, mayor será el riesgo. Reducir el consumo o, mejor aún, no tomar alcohol contribuye a reducirlo.

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7. Evite una exposición excesiva al sol, sobre todo en niños y niñas. Utilice protección solar. No use cabinas de rayos UVA.

Toda exposición al sol causa algo de daño a la piel. Normalmente, el cuerpo puede reparar ese daño, aunque con más dificultad cuanto más intenso sea. La radiación procedente del sol contiene la radiación ultravioleta (UV) invisible que daña la piel, lo que, a largo plazo, puede producir cánceres cutáneos.

A escala mundial, el cáncer cutáneo es el más frecuente entre las poblaciones de piel más clara, y su presencia ha aumentado espectacularmente en los últimos decenios. Este incremento se debe principalmente a la evolución de la moda, que ha ido dejando más piel al descubierto, y del estilo de vida: más actividad al aire libre, más buscar el sol y el bronceado, también mediante fuentes artificiales de UV como las camas solares.

La exposición a los rayos UV tiene muchos efectos negativos en la piel, y los más inmediatos entre ellos son el bronceado y la quemadura. Si sale al sol, proteja las partes más expuestas del cuerpo, como la cara, la nuca y las manos. Si se quema, está claro que se ha expuesto más de lo que era seguro, pero la exposición ha podido ser excesiva aún antes de eso.

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8. En el trabajo, protéjase de las sustancias cancerígenas cumpliendo las instrucciones de la normativa de protección de la salud y seguridad laboral.

Hay en nuestro entorno, y también en el lugar de trabajo, miles de agentes naturales o artificiales que pueden ser cancerígenos. Muchas de ellas son productos químicos. Para reducir la exposición a los carcinógenos es preciso combinar acciones y políticas gubernamentales (que protejan a los ciudadanos de las sustancias nocivas) con acciones y responsabilidades individuales (seguimiento de los consejos).

Los gobiernos tienen que establecer políticas y reglamentaciones y controlar su cumplimiento; los fabricantes y demás industrias tienen que adaptar sus procesos a la normativa; y los empresarios tienen que instaurar medidas de protección de sus trabajadores (como los equipos de protección).

También cada individuo puede aportar algo a un medio ambiente más saludable, como contribuir a reducir la contaminación atmosférica usando menos el coche. Como recomendación para prevenir el cáncer a título individual, es esencial seguir las instrucciones de salud y seguridad en el lugar de trabajo.

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9. Averigüe si está expuesto a la radiación procedente de altos niveles naturales de radón en su domicilio y tome medidas para reducirlos.

El radón es un gas radiactivo natural que puede causar exposición a la radiación en su domicilio. La radiación es energía en forma de ondas o de partículas. Puede dividirse en dos tipos fundamentales: la radiación ionizante y la no ionizante. La radiación ionizante es la que tiene la energía suficiente como para romper enlaces químicos y generar iones. Puede dañar el ADN de una célula, induciendo así mutaciones que, si se transmiten a nuevas generaciones celulares, pueden producir cáncer u otros efectos nocivos para la salud.

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10. Para las mujeres:

• La lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre. Si puede, amamante a su bebé.

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• La terapia hormonal sustitutiva (THS) aumenta el riesgo de determinados tipos de cáncer, limítelo. Limite el tratamiento con THS.

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11. Asegúrese de que sus hijos e hijas participan en programas de vacunación contra:

• La hepatitis B (los recién nacidos)
• El virus del papiloma humano (VPH) (las niñas)

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12. Participe en programas organizados de cribado del cáncer:

Colorrectal (hombres y mujeres)
De mama (mujeres)
Cervicouterino (mujeres)

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Consulta ‘Las cifras del cáncer en España’, un informe anual editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que se publica con motivo del Día Mundial contra el Cáncer y recoge los últimos datos de incidencia, prevalencia y mortalidad de cáncer en nuestro país.

 

 



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