17 Oct Diez claves para un uso seguro y saludable de la tecnología en niños.
Una pequeña guía orienta a los padres en el proceso de alfabetización digital a los hijos y destaca la importancia de normalizar desde la familia poder hablar de la tecnología desde la perspectiva de los riesgos y las oportunidades.
La tecnología es una de las cuestiones que más dudas genera en los padres cuando están pensando si hacen lo correcto o no al dejársela a sus hijos y de qué manera para no perjudicarles y no se convierta en un arma arrojadiza. Sin duda, se encaran al reto de educar a las nuevas generaciones en un mundo totalmente digitalizado y considerablemente diferente a aquel en el que ellas y ellos crecieron. Con el propósito de disipar todo tipo de cuestiones al respecto, la marca de electrónica de consumo española SPC y la experta en educación y comunicación digital Laura Cuesta han aunado conocimientos para facilitar el camino a los progenitores y hacerles saber que la introducción segura de los más pequeños a los dispositivos digitales es más que posible.
«Poner límites es fundamental para que los menores desarrollen recursos propios, espíritu crítico y acaben siendo autónomos en su vida digital», afirma Cuesta. Para que esto ocurra, la experta apunta que «es fundamental normalizar la tecnología tan vigente en la sociedad actual y hablar de ella desde la perspectiva de los riesgos, pero también de las oportunidades. Por ejemplo, la Asociación Americana de Pediatría recomienda que el primer contacto con los dispositivos digitales sea a partir de los 2 años, con control de forma presencial y utilizando sistemas de control parental. Conforme crecen, a partir de los seis años, necesitarán dispositivos que se adapten más a ellos, con una mayor memoria interna y potencia para adaptarse a nuevos usos».
Según SPC y Laura Cuesta es recomendable que las familias sepan, además:
1. La importancia de la comprenderles y empatizar con ellos. Cada niño y adolescente tiene unas características y necesidades diferentes, y así se reflejará en el uso que haga de la tecnología. En este sentido, los padres deben adecuar su educación digital para que la experiencia sea satisfactoria y de provecho.
2. Enséñales los tres fundamentos del uso de la tecnología. Las directrices deben siempre tener de base el uso seguro, para la protección de la privacidad y seguridad en la red; el uso saludable, para evitar el uso abusivo de las pantallas, regulando los tiempos de pantalla; y el uso responsable, que permitirá a los niños adquirir el aprendizaje de unas habilidades que necesitarán en el mundo digital.
3. Domina el entorno digital. Al igual que en el resto de ámbitos de la vida, las madres y padres son el principal ejemplo a seguir. Familiarízate con el entorno digital y equípate con los recursos y herramientas para orientarles como un verdadero ‘sherpa digital’.
4. Favorece la comunicación. Es fundamental que los padres compartan tiempo en familia, con y sin tecnología, practicando la comunicación y escucha activa con los hijos para poder prevenir los riesgos que puedan sufrir en la red.
5. Enséñales a divertirse fuera del mundo online. Propicia el equilibrio entre el ocio online y offline. Practicar un deporte, una tarde de manualidades o pasar tiempo con amigos son grandes opciones para disfrutar y divertirse lejos de una pantalla.
6. Edúcales en los riesgos y amenazas de la tecnología. Prohibir los dispositivos electrónicos o el acceso a internet no significa que los estés protegiendo de los posibles peligros del entorno digital. Lo importante es que se sientan involucrados al tener conocimientos del mundo digital y que los padres los acompañen en todo momento.
7. Invítales a ser un ‘filósofo digital’. Los padres deben enseñar a sus hijos a hacer un uso menos impulsivo de internet, a reflexionar y cuestionarse todo lo que leen o ven en internet y buscar fuentes fiables.
8. Dentro y fuera de la red, debe primar el respeto. Los padres deben enseñar a ser respetuosos en el entorno digital al igual que fuera de él, a tener empatía y a luchar contra el ciberacoso o la difamación de sus amigos o compañeros.
9. Impulsa su creatividad. Las redes sociales y videojuegos son grandes fuentes de entretenimientos, pero internet también pone a disposición de los más pequeños un sinfín de recursos para aprender cosas nuevas, desde idiomas a arte pasando por programación.
10. Las normas y los límites comienzan en casa. Los padres pueden y deben establecer unas normas adecuadas a la edad del menor, estableciendo una rutina familiar y unos horarios tanto de sus actividades escolares como del uso de pantallas. Además, la mediación parental es determinante en el proceso de alfabetización digital, así como otras herramientas actuales como los sistemas de control parental, que son muy eficaces para ayudar a gestionar normas y prevenir riesgos.