23 Oct Desarrollan una molécula capaz de imitar los efectos del ejercicio y el ayuno.
LaKe es la nueva molécula que puede sustituir artificialmente los beneficios de hacer ejercicio.
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Álvaro Valdés
Un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) han desarrollado una molécula capaz de imitar una respuesta metabólica al ejercicio regular y extenuante y al ayuno, aumentando los niveles de lactato y cetonas en la sangre, que se asocian a varios beneficios para la salud.
El estudio, que acaba de publicarse en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry, indica que la molécula tiene el mismo efecto que una carrera de 10 kilómetros en ayunas. «Hemos desarrollado una molécula capaz de imitar la respuesta metabólica natural del organismo al ejercicio extenuante y al ayuno. En la práctica, la molécula lleva al cuerpo a un estado metabólico equivalente a correr 10 kilómetros a gran velocidad con el estómago vacío», ha explicado el profesor Thomas Poulsen, del Departamento de Química de la Universidad de Aarhusy uno de los principales investigadores del estudio.
«Cuando aumentan los niveles de lactato y cetonas en la sangre, aumenta la producción de una hormona que suprime el apetito y disminuye el nivel de ácidos grasos libres en la sangre. Esto tiene una serie de beneficios para la salud, por ejemplo la reducción del riesgo de desarrollar síndrome metabólico», ha añadido Poulsen.
Según el profesor, no es posible conseguir el mismo efecto sólo con la dieta, ya que el lactato y las cetonas, aunque se producen de forma natural, no pueden consumirse en las cantidades necesarias sin subproductos indeseables como el ácido y la sal. Aquí es donde entra en juego la nueva molécula, llamada LaKe.
El desarrollo de LaKe es el resultado de varios años de colaboración en investigación entre Thomas Poulsen, el profesor Mogens Johannsen, del Departamento de Medicina Forense, y el médico jefe y profesor Niels Moller, del Departamento de Medicina Clínica y Centro Steno de Diabetes de Aarhus. Los tres han investigado el metabolismo desde distintos ángulos, aunque ya sabían por estudios propios y ajenos que el lactato y las cetonas tienen efectos beneficiosos. Tardaron tres años en lograr la fusión química de lactato y cetonas, sin los dañinos «compañeros de viaje» en forma de sal y ácido.
«En cierto modo, no nos sorprende el efecto, porque estamos combinando sustancias bien conocidas. La innovación es que ahora hemos creado una molécula que nos permite controlar artificialmente las cantidades de lactato y cetonas de forma segura», ha afirmado Thomas Poulsen.
Hasta ahora, la molécula sólo se ha probado en ratas, pero los primeros ensayos clínicos en humanos ya están en marcha en el Hospital Universitario de Aarhus. Según Thomas Poulsen, se espera que los ensayos allanen el camino para que la molécula se convierta en un suplemento nutricional avanzado. Ayudará especialmente a las personas que no pueden seguir un plan estricto de ejercicio y dieta. «Puede ser difícil mantener la motivación para correr muchos kilómetros a gran velocidad y pasar sin comer. Para las personas con dolencias físicas como un corazón débil o debilidad general, un suplemento nutricional puede ser la clave para una mejor recuperación», explica.
La molécula también tiene potencial para aliviar las dificultades de concentración y podría utilizarse en el tratamiento de la enfermedad del Parkinson y la demencia. Estas enfermedades suelen caracterizarse por bajos niveles de energía en el cerebro, lo que inhibe su funcionamiento óptimo.
«Dado que el lactato puede asumir el papel de la glucosa en el cerebro en condiciones de estrés o traumatismo, se han realizado experimentos para aumentar los niveles de lactato en personas con conmoción cerebral. Los pacientes que no pueden realizar ejercicios extenuantes se beneficiarán enormemente de un fármaco que pueda aumentar estos niveles», ha finalizado Thomas Poulsen.