Crónica del envejecimiento de León: dos tercios menos de niños, dos tercios más de mayores de 60 en 40 años

Crónica del envejecimiento de León: dos tercios menos de niños, dos tercios más de mayores de 60 en 40 años

La provincia de León pierde más de 92.400 habitantes en tan sólo cuatro décadas, periodo en el que la pirámide de edad se invierte con un crecimiento acentuado en los grupos de mayor edad.

A. CUBILLAS

Más fallecimientos, menos nacimientos y un éxodo masivo. Es la ecuación en la que vive inmerso León que si en el año 1971 presumía de contar con una población de 562.758 habitantes hoy apenas supera los 470.200. Una pérdida de 92.488 habitantes que la sitúa a la cabeza en el ranking autonómico de pérdida y entre las provincias españolas con una mayor sangría poblacional.

Así se desprende de las cifras de población y migraciones que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística, que señala que sólo en el último año la provincia ha perdido a un total de 4.626 habitantes, lo que supone un descenso del 0,97% , el mayor del conjunto de Castilla y León.

Una pérdida que se ha acentuado en los últimos años pero que viene siendo una tónica general desde hace décadas. Así, hace 40 años gozaba de 541.776 habitantes, es decir, 71.506 más que en la actualidad. Una cifra que se desplomó hasta los 507.025 habitantes en tan sólo dos décadas y que llevo a que con el inicio del año 1999 León ya estuviese por debajo del medio millón de habitantes, situándose en los 499.735.

La pirámide se invierte

Una pérdida poblacional preocupante ya de por sí sola pero que alarma si se tiene en cuenta la edad de los habitantes de una provincia que, año tras año, se envejece.

Y, según los datos, a pasos agigantados, hasta dibujar una pirámide invertida en la que la cúspide crece más que la base. Porque en León cada vez nacen menos niños y los jóvenes en cuanto pueden se van a otras provincias o comunidades.

Si en el año 1977 León contaba con 36.661 niños de entre 0 y 4 años en la actualidad en ese rango de edad apenas alcanzan los 15.260 habitantes, lo que representa un 58%. Una tendencia que se repite en los últimos escalones de la pirámide de edad de la provincia.

Así por ejemplo, León contaba hace cuatro décadas con 76.604 habitantes entre los 20 y 30 años de edad. Hoy, sin embargo, ese rango de edad apenas aglutina a 41.669 leoneses.

Población envejecida

Situación inversa la que ocurre en la cúspide la pirámide de la provincia que refleja que en la actualidad residente 104.417 personas con edades comprendidas entre los 60 y 80 años frente a los 81.699 en el año 1977, lo que representa un incremento del 27%.

Una tendencia que se repite en la población de entre los 80 y 84 años que si hace cuatro décadas ascendía a los 6.636 habitantes hoy ya superan las 23.300 personas. Es más, al inicio de este 2017 la provincia presumía de tener 260 habitantes con más de 100 años y sumaba 26.214 habitantes de más de 85 años frente a los 3.582 que vivían hace cuatro décadas atrás, es decir, siete ves más.

Cifras que constatan que León sufre una imparable perdida poblacional que se mantendrá durante los próximos años y décadas sino se revierte la situación de una provincia que, sin duda, peina canas.

Castilla y León

En Castilla y León la población residente se redujo un 0,76% durante 2016, lo que supone 18.657 personas menos, al situarse a 1 de enero de este año en 2.435.797, frente a los 2.454.454 de 12 meses antes. De esta forma, la Comunidad registró el mayor porcentual, provocado en gran medida por el saldo vegetativo, que fue negativo en 11.698 personas, así como por el balance migratorio interior, negativo en 7.569, que pese a reducirse, fue el segundo más elevado del país.

En España, la población residente se situó en los 46.528.966 habitantes a 1 de enero de 2017, lo que supuso un aumento de 88.867 personas, respecto a comienzos de 2016. De esta forma, se incremento por primera vez desde 2011.

Por provincias, la población se redujo en las nueve de Castilla y León durante 2016, aunque lideraron la disminución León, con 4.626 habitantes menos y un descenso del 0,97 por ciento, hasta los 470.270; Zamora, con 2.771 personas menos y una caída del 1,53 por ciento, hasta las 178.540, y Salamanca, con un retroceso de 2.429 personas y un 0,72 por ciento menos, hasta las las 336.124. Le siguió Burgos, con un descenso de 2.249 personas y un 0,62 por ciento menos, hasta las las 357.623.

Asimismo, la población de Ávila disminuyó un 1,17 por ciento, con 1.920 personas menos, hasta los 161.730 habitantes; Valladolid, un 0,33 por ciento, con 1.732 personas menos, hasta las 523.088; Palencia, un 0,73 por ciento, con 1.198 personas menos, hasta las 163.051; Segovia, un 0,65 por ciento, con 1.009 personas menos, hasta las 155.350, y Soria, un 0,8 por ciento, con 722 personas menos.

Migraciones

Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha registraron los menores saldos migratorios interiores, mientras que la Comunidad de Madrid, Baleares y Cataluña presentaron los balances más elevados. En concreto, la diferencia entre los que llegaron de otros territorios de España y los que se fueron fue negativa para la autonomía en 7.569 personas, si bien en 2015 fue de 8.143 personas, un 7,04 por ciento menos.

De ellos, el saldo negativo fue más elevado en León (1.724 personas), Ávila (1.223 personas) y Salamanca (1.119 personas). En el lado opuesto se situaron Soria (227), Palencia (331), Valladolid (482). Le siguieron Segovia (631), Burgos (905) y Zamora (926). Además, solo aumentó en las provincias abulense (15,95 por ciento), leonesa (12,59 por ciento) y zamorana (2,43 por ciento), frente al descenso de Soria (38,22 por ciento), Salamanca (23,27 por ciento) y Palencia (21,07 por ciento).

En cuanto a los movimientos migratorios con el exterior, la Comunidad logró en 2016 un saldo positivo, frente a los descensos de Extremadura y Castilla-La Mancha. Castilla y León pasó de perder por esta vía 3.165 habitantes en 2015 a sumar 611, gracias a la evolución del segundo semestre del pasado año. También, España registró un saldo migratorio de 89.216 personas, con un aumento de la inmigración del 21,9 por ciento y un descenso de la emigración del 4,6 por ciento.

Por último, el saldo fue positivo en siete provincias de Castilla y León. En Ávila fue de 152 personas; en León, de 315; en Palencia, de 180; en Salamanca, de 313; en Segovia de 146; en Soria, de 94, y en Zamora, de 41. Sin embargo, continuó siendo negativo en Burgos (178) y en Valladolid (453).

www.leonoticias.com/leon/cronica-envejecimiento-leon-20170629151109-nt.html



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