25 Jun Conversaciones para avanzar hacia la igualdad de género.
Representantes políticos, de la sociedad civil y la ONU debaten en un ciclo de conferencias cómo acelerar el cumplimiento de la Declaración de Beijing sobre los derechos de las mujeres 25 años después de su aprobación.
El País
Hoy, en tiempos de guardar las distancias, sería impensable reunir a 17.000 personas en un mismo foro para debatir cómo mejorar la vida de las mujeres, erradicar la violencia de su alrededor, que tengan las mismas oportunidades que los varones y alcanzar así la igualdad de género. Eso ya sucedió en septiembre de 1995 en Pekín, donde nació la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que este 2020 celebra sin fastos su 25º aniversario. El balance de lo conseguido es agridulce: algunos avances se han producido, pero todavía queda demasiado camino por recorrer. Y los encuentros internacionales para dar un nuevo impulso al «plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer», en palabras de la ONU, han sido eclipsados por la pandemia de la covid-19.
Una de las grandes citas era el Foro Generación Igualdad, auspiciado por ONU Mujeres junto con México y Francia. La reunión, prevista para el próximo julio en París, se ha pospuesto al primer trimestre de 2021. Un poco más de tiempo para que los participantes preparen sus propuestas de acciones concretas para lograr la igualdad de género. Las organizaciones feministas y de la sociedad civil se han adaptado a la coyuntura para trasladar sus reuniones preparatorias al entorno digital. Es el caso del ciclo de debates organizado por Futuro en Común, el grupo de género de Coordinadora de ONG para el Desarrollo, la Federación de Planificación Familiar Estatal y Oxfam Intermón, con el apoyo del Ministerio de Exteriores, la Comisión Europea y Countdown 2030. Con el título La igualdad de género para la (re)construcción de un mundo sostenible, se celebrará cada jueves (desde el 4 de junio a las 16.00 horas) una conversación de representantes políticos, de la sociedad civil, la Academia y organismos internacionales, en torno a tres temas: la justicia económica, los derechos sexuales reproductivos y la violencia de género.
«Aunque la pandemia retrasó la revisión internacional de Beijing+25, desde las entidades organizadoras del ciclo vimos pertinente crear un espacio de diálogo entre representantes de la sociedad civil, Gobierno y organismos multilaterales en torno a los avances y desafíos pendientes para la igualdad de género. La agenda de los derechos de las mujeres no puede esperar», explica Ana Barrero, de Futuro en Común. La igualdad plena sigue sin haberse conseguido en ningún país del mundo y el ritmo al que se progresa es muy lento, según la ONU. «Las mujeres y las niñas siguen siendo infravaloradas. Trabajan más, ganan menos y tienen menos opciones. Además, sufren múltiples formas de violencia en el hogar y los espacios públicos», analizan las organizaciones convocantes en su página web.
«Nuestro objetivo es contribuir a la posición que España lleve al Foro Generación Igualdad, con propuestas para llevar los cuidados al centro de las políticas públicas que promuevan la justicia económica, poner fin a las violencias machistas y garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos a nivel estatal e internacional, incluyendo la cooperación al desarrollo», agrega Filomena Ruggiero, de la Federación de Planificación Familiar Estatal.
Por eso, el primero de los debates contará con la participación de Irene Montero, ministra de Igualdad de España; Raquel Coello, especialista de políticas de empoderamiento económico de la Oficina Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; Iliana Álvares, catedrática e investigadora de UCA El Salvador especializada en economía de los cuidados; y Begoña San José, representante de la plataforma Impacto de Género Ya. Moderadas por la periodista de Planeta Futuro, Alejandra Agudo, conversarán sobre las implicaciones que supone el hecho de que las mujeres asuman en exclusiva, o de forma desproporcionada, las labores de cuidado, la brecha salarial o la falta de acceso a la propiedad de la tierra.»La covid-19 ha puesto en evidencia la profunda crisis de cuidados que estamos viviendo a nivel global, profundizado las desigualdades estructurales de género previas. Esta realidad no podía estar ausente en los debates de reconstrucción», señala Barrero.
Cada día se dedican en todo el planeta 16.400 millones de horas a trabajos de cuidados no remunerados, lo que equivale a 2.000 millones de personas trabajando ocho horas al día sin cobrar. Y según la Organización Mundial del Trabajo, las mujeres realizan el 76,2% de tales tareas, dedicándole de media 3,2 veces más tiempo que los hombres (265 minutos al día ellas, frente a 83 minutos diarios ellos). En algunos países, la contribución de los varones ha aumentado en los 20 últimos años. Sin embargo, entre 1997 y 2012, la brecha de género en el tiempo dedicado a la prestación de cuidados no remunerada apenas disminuyó en siete minutos en los 23 países que cuentan con series cronológicas de datos. «A este ritmo, cerrar la brecha de género en la prestación de cuidados no remunerada llevará 210 años», denuncia la OIT en su informe El trabajo de cuidados y los trabajadores.
Más de dos siglos llevará también, al ritmo actual, cerrar la brecha salarial, según alerta el Foro Económico Mundial en sus últimas ediciones. ¿Cómo acelerar los progresos? ¿Qué se puede hacer para cerrar estas y otras brechas más rápido? ¿Es la reconstrucción tras la pandemia una oportunidad de conseguirlo? Son cuestiones que los organizadores esperan sean respondidas con propuestas que se hagan realidad.
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