Con la dieta mediterránea por las nubes, las familias se enfrentan a un gasto adicional de 830 euros.

Con la dieta mediterránea por las nubes, las familias se enfrentan a un gasto adicional de 830 euros.

El Gobierno ultima un plan de medidas para abaratar el precio de los alimentos para las rentas más bajas El precio del azúcar supera un aumento del 50%, la harina sube el 38%, la leche el 31% y el aceite de oliva el 26%.

Jesús García

Enlace noticia original

El INE ha confirmado la moderación del IPC en noviembre hasta el 6,8% interanual, cinco décimas inferior a la registrada en octubre, tal y como anticipó el pasado día 29. También se confirmó la evolución de la tasa subyacente que desagrega los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos, y que aumentó una décima hasta el 6,3% interanual.

Sin embargo, el detalle que en este caso aportó el INE, muestra como la evolución de los alimentos, sigue arrojando una elevada dosis de preocupación de cara a la evolución futura de los precios, al registrar un aumento interanual del 15,3%. Aumento que se vio compensado por el descenso de la energía. Todo ello se traduce en un mayor gasto de las familias de 830 euros anuales.

Según se desprende de una selección de los 20 alimentos básicos que componen la cesta de la compra de una familia media española, los precios registran preocupantes incrementos en muchos de esos alimentos de primera necesidad. El precio del azúcar sigue liderando este ranking con un incremento interanual del 50,2%, mientras que las harinas y otros cereales registran el 37,6%.

También resulta preocupante el hecho de que a quien más afectan estas subidas es a las familias con menor nivel de renta, que están sufriendo un importante recorte en su poder adquisitivo.

Recientemente un informe del BCE afirmaba que la diferencia de la tasa de inflación efectiva entre hogares de rentas más bajas y más altas de la eurozona es la más amplia desde 2008 y se sitúa en los 1,9 puntos porcentuales. Los factores que explican esta brecha son los diferentes patrones de gasto y la menor capacidad de los hogares más desfavorecidos de amortiguar la subida de los costes de la vida a través del endeudamiento o del ahorro.

La fluctuación se mantuvo constante durante 10 años. Entre septiembre de 2011 y septiembre de 2021, la brecha prácticamente no se movió. Sin embargo, se disparó en términos interanuales: de 0,1 a 1,9 puntos porcentuales entre septiembre de 2021 y 2022, sin tener en cuenta los gastos en vivienda.

El sobrecoste anual que tendrá que afrontar una familia media española, solo en alimentación alcanza los 830 euros, según la estimación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Medidas para frenar precios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el domingo un nuevo paquete de ayudas sociales con mecanismos para frenar los precios de los alimentos, que tiene previsto aprobar antes de que acabe el año. Precisamente por ello su socio de Gobierno, Unidas Podemos, lleva unos días difundiendo una serie de propuestas para su análisis y que sirvan de ayuda para estas rentas más bajas a la hora de hacer frente a la cesta de la compra, especialmente los productos alimenticios.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, planteó ayer un acuerdo con las grandes empresas de la distribución para que faciliten una cesta de la compra «con productos de calidad» a precios moderados y abogó por penalizaciones para las compañías que no se adhieran.

En concreto, su propuesta es que los supermercados que no ofrezcan una cesta de la compra asequible a los ciudadanos no puedan repartir dividendos entre sus accionistas. Díaz ha defendido la vía del acuerdo con las empresas, pero ha señalado medidas, como la limitación en el reparto de dividendos, para las que no se sumen.

En días previos Podemos ya adelantó otra serie de propuestas, como desplegar un cheque ayuda de entre 250 y 500 euros pagado una sola vez, en función de renta y situación social, para beneficiar a ocho millones de habitantes. Además de aplicar un impuesto extraordinario a los beneficios de los grandes supermercados, con un tipo del 33% sobre sus márgenes gananciales, y dirigido como efecto «disuasorio» para que estas cadenas no eleven los precios de la cesta de la compra.

También la OCU lanzó sus medidas entre las que destacan la reducción temporal del IVA al 0% de los alimentos de primera necesidad con un perfil nutricional saludable, como es el caso de las frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne, pescado, leche, huevos o pan.

Además propone una subida de los mínimos personales y familiares del contribuyente en el IRPF, así como la activación de cheques de alimentos para las familias más vulnerables, especialmente aquellas con niños a cargo.

Dieta mediterránea por las nubes

Los alimentos más característicos de la dieta mediterránea también están experimentando importantes incrementos, no vistos en más de 30 años, según los datos aportados por el INE. Tal es el caso del aceite de oliva que experimentó un nuevo repunte hasta el 25,9%, lo que obedece a la menor producción de aceituna como consecuencia de la sequía.

Los huevos, las patatas o el arroz, que también forman parte de la mesa de una familia media española, también han experimentado importantes incrementos del 27,1%, 20,5% y 15,3% respectivamente (ver gráfico adjunto).

Consultados varios expertos, sobre las causas que están determinando esta evolución en los precios de los alimentos, señalan que no obedece a una causa única, sino una acumulación de ellas que en determinados casos se retroalimentan.

Así señalan que detrás de esta evolución de precios pueden esgrimirse desde los efectos derivados de la sequía, que en muchos casos es determinante en productos frescos como frutas y verduras, motivo al que hay que añadir los mayores costes energéticos o de carburantes cuando se utiliza maquinaria o hay que transportar la producción.