14 Nov Con este tiempo de ejercicio diario basta para contrarrestar el sedentarismo prolongado.
El ejercicio físico disminuye el riesgo de muerte.
Stefano Traverso 02/11/2023
Realizar entre 20 y 25 minutos de actividad física al día puede ser suficiente para contrarrestar el mayor riesgo de muerte derivado de un estilo de vida muy sedentario, según sugiere un estudio publicado en línea en el ‘British Journal of Sports Medicine‘.
Sin embargo, los resultados muestran que una mayor actividad física diaria está relacionada con un menor riesgo, independientemente de la cantidad de tiempo que se pase sentado cada día.
En los países desarrollados, los adultos pasan una media de 9 a 10 horas diarias sentados, sobre todo durante las horas de trabajo. Y un estilo de vida muy sedentario se asocia a un mayor riesgo de muerte, explican los investigadores.
Gran parte de las investigaciones publicadas anteriormente sobre los beneficios de la actividad física para contrarrestar el tiempo prolongado sentado se han basado en datos agregados, lo que inevitablemente da lugar a un enfoque de brocha gorda, sugieren.
Para tratar de superar este problema, los investigadores agruparon los datos de participantes individuales de cuatro grupos de personas equipados con rastreadores de actividad para averiguar si la actividad física podría modificar la asociación entre el tiempo sedentario y la muerte, y viceversa, y qué cantidad de actividad física y de tiempo sentado podría influir en el riesgo.
Incluyeron datos de participantes individuales recogidos entre 2003 y 2019 del Estudio noruego Tromso 2015-16; la Iniciativa sueca de Envejecimiento Saludable (HAI) 2012-19; la Encuesta Nacional Noruega de Actividad Física (NNPAS) 2008-09; y la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de Estados Unidos 2003-06.
Se incluyeron en el análisis poco menos de 12.000 personas de al menos 50 años. Contaban con un mínimo de 4 días de 10 horas diarias de registros de seguimiento de actividad, habían sido objeto de seguimiento durante al menos 2 años y habían facilitado detalles de factores potencialmente influyentes: su sexo, nivel educativo, peso, altura, antecedentes de tabaquismo, consumo de alcohol y si padecían enfermedades cardiovasculares, cáncer y/o diabetes actuales y/o previas.
En total, 5.943 personas pasaban menos de 10,5 horas sentadas al día; 6.042 acumulaban 10,5 o más horas de sedentarismo.
La vinculación con los registros de mortalidad mostró que, durante un periodo medio de 5 años, murieron 805 personas (7%), de las cuales 357 (6%) pasaban menos de 10,5 horas sentadas al día y 448 unas 10,5 horas o más.
El análisis de los datos del rastreador de actividad mostró que el sedentarismo durante más de 12 horas al día se asociaba a un riesgo de muerte un 38% mayor que el que se registraba con un registro diario de 8 horas, pero sólo entre quienes sumaban menos de 22 minutos diarios de actividad física entre moderada y vigorosa.
Más de 22 minutos diarios de actividad física de moderada a intensa se asociaron a un menor riesgo de muerte. Mientras que una mayor cantidad de actividad física de moderada a vigorosa se asoció con un menor riesgo de muerte, independientemente de la cantidad de tiempo de sedentarismo, la asociación entre el tiempo de sedentarismo y la muerte se vio influida en gran medida por la cantidad de actividad física de moderada a vigorosa.
Por ejemplo, 10 minutos más al día se asociaron con un riesgo de muerte un 15% menor en quienes pasaban menos de 10,5 horas sedentarias, y un riesgo un 35% menor entre quienes pasaban más de 10,5 horas sedentarias, cada día.
La actividad física de intensidad ligera sólo se asoció a un menor riesgo de muerte entre las personas muy sedentarias (más de 12 horas diarias).
Se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la relación causa-efecto. Además, los investigadores reconocen que no pudieron repetir las mediciones de la actividad física y las horas de sedentarismo, por lo que descartan cualquier cambio en cualquiera de ellas a lo largo del tiempo.
Tampoco se tuvieron en cuenta factores potencialmente influyentes, como la dieta, los problemas de movilidad y el estado general de salud. Además, es posible que los dispositivos de seguimiento de la actividad no clasifiquen correctamente todos los tipos de actividad y su intensidad correspondiente: ciclismo, ejercicios de resistencia, jardinería, por ejemplo.
No obstante, los investigadores concluyen que «pequeñas cantidades de AFMV (actividad física de moderada a intensa) pueden ser una estrategia eficaz para reducir el riesgo de mortalidad por sedentarismo, mientras que acumular más de 22 minutos de AFMV elimina el riesgo de sedentarismo».