19 Jun Cómo mantener la mente activa tras la jubilación.
Se trata de una etapa de descanso y disfrute, pero es importante tener una preparación mental previa.
2024. 65Ymás
Clara González
La jubilación marca una etapa crucial en la experiencia de una persona, pues representa el final de la vida laboral activa y el comienzo de un periodo de descanso y disfrute, de dedicarse a hobbies, de viajar o de pasar más tiempo con la familia y amigos. Así y todo, convertirse en jubilado o jubilada requiere de una preparación mental previa, de cara a asegurar una calidad de vida satisfactoria.
Como cualquier otro cambio del ciclo vital, comenzar esta nueva etapa puede asustar en un primer momento. Sin embargo, «las crisis vitales o existenciales suponen un reto para la reflexión y el cambio, son una oportunidad en sí mismas«, comenta la psicóloga María Gutiérrez Raposo.
Lo principal a tener en cuenta es la preparación, pues por el camino aparecerán miedos, frustraciones, tristezas y alegrías. Además, también es importante seguir los consejos de los y las profesionales para mantenerse activo o activa mentalmente una vez se deja de trabajar.
En el siguiente artículo te explicaremos los aspectos que debes tener presentes de cara a tu jubilación, así como los consejos para mantener tu mente activa durante este nuevo periodo.
Nuevas necesidades al dejar de trabajar
Gutiérrez destaca que la mayoría de personas que se acercan a la jubilación reflexiona ampliamente sobre su situación financiera presente y futura. No obstante, la psicóloga recomienda, en lugar de asumir lo económico como preocupación principal, irse preparando y tener unas ‘reservas emocionales‘ para enfrentarse a esta etapa.
Varias son las preguntas que te debes hacer para reflexionar sobre lo que supone para ti este momento vital. En primer lugar, cabe reparar en cómo llega la jubilación a tu vida: ¿Lo has elegido tú o te has visto obligado u obligada a hacerlo? «Las personas que elijan jubilarse y hayan hecho una trabajo psicológico previo de reflexión, de hacerse preguntas, de dedicarse tiempo, estarán más preparadas para enfrentar lo bueno y no tan bueno de esta nueva fase», apunta Gutiérrez.
Igualmente, añade la experta, debes pensar en las expectativas puestas en la jubilación y buscar un equilibrio realista entre la llegada de momentos buenos y otros más difíciles, así como reflexionar sobre tu propia identidad. «En esta etapa es crucial cuidar la autoestima y, para aquellas personas que se definieron a sí mismas por sus carreras profesionales, tendrán que construir nuevos roles y nuevas facetas que ayuden a sostener esa autovaloración», en palabras de Gutiérrez.
Cómo afecta a las personas abandonar el mundo laboral
Uno de los principales factores a tener en cuenta es cómo puede afectar el hecho de dejar de tener una rutina al bienestar físico y mental. «Hay muchos pacientes que consultan por un malestar general, difuso y por señales corporales que no acaban de entender bien», comenta Gutiérrez, «es común que haya síntomas psicosomáticos: dolores de cabeza, taquicardias, sensación de ahogo u opresión en el pecho, problemas digestivos, tensiones musculares o dolores difusos… y que, una vez que han acudido al médico y tras exploraciones físicas, no les hayan encontrado nada«.
En este momento, las molestias corporales y físicas pueden estar alertando sobre un estado emocional oculto que se debe investigar. En efecto, la experta señala que muchos y muchas pacientes expresan sensación de vacío, de desubicación y sin un proyecto futuro… Todo ello con origen en la etapa de jubilación.
Por esta razón, es esencial contar con una serie de pautas que permitan hacer frente a tales sensaciones de malestar, especialmente teniendo en cuenta que «algunos estudios han encontrado que las personas que se jubilan pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de memoria y otras habilidades cognitivas, en comparación con las personas que continúan trabajando», sentencian desde Actiage.
La plataforma médica recomienda, para evitarlo, una serie de consejos:
- Mantenerse activo o activa: caminar, hacer ejercicio, leer, aprender algo nuevo, o involucrarse en actividades sociales.
- Establecer metas y propósitos: mejorar la alimentación, hacer ejercicio regularmente, viajar, participar en voluntariado o empezar un nuevo pasatiempo.
- Cuidar la conexión social: mantenerse en contacto con amigos y familiares, unirse a clubes o grupos sociales.
- Aprender nuevas habilidades: participar en cursos en línea, asistir a talleres o programas educativos para adultos mayores.
- Llevar un estilo de vida saludable: mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el consumo de alcohol y tabaco y dormir lo suficiente.
«Otros estudios han encontrado que la jubilación puede ser beneficiosa para la salud cognitiva en algunas personas, especialmente si se utiliza activamente el tiempo libre y se mantienen ocupadas con actividades intelectualmente desafiantes«, concluyen.
Diferencia de género en la jubilación
Así y todo, a la hora de mantenerse activo o activa tras abandonar el mundo laboral, Gutiérrez identifica una diferencia entre géneros. En primer lugar, debido a la brecha de género: «la pensión media de los hombres que actualmente se jubilan en España supone aún un 30% más que lo que cobran las mujeres, y esto conlleva que muchas mujeres aún puedan sentirse dependientes económicamente de sus parejas en esta nueva fase del ciclo vital», señala la psicóloga.
Además, la capacidad económica de las mujeres en la jubilación está igualmente marcada por el mandato de género sobre la maternidad y los cuidados. Al tener que reducir sus jornadas laborales o, incluso, dejar de trabajar para cuidar a sus hijos, hijas o personas mayores, las mujeres ven mermada su capacidad económica a la hora de recibir la pensión. Esto determina, en gran parte, las posibilidades que puede tener la mitad de la población para proponerse metas y propósitos durante la vejez, muchas de las cuales requieren de ingresos estables y suficientes.
La crisis de identidad, también atravesada por el género
Pero no solo la capacidad económica influye en la posibilidad de mantenerse activo o activa durante la jubilación. «El hombre suele vincular más su identidad al desempeño profesional y al jubilarse suele tener una crisis de identidad, mientras que la mujer que cuida y ha cuidado durante su vida a su entorno, envejece con una amplitud de roles: madre, vecina, hermana, pareja… por lo que suelen tener más capacidades para buscarse ocupaciones o nuevos roles. Cuidar da sentido y valores en las relaciones con los demás», postula Gutiérrez.
Si a ello se suma el hecho de que las mujeres suelen tener más facilidad para «hablar de sus emociones, para encontrarse con otras iguales y compartir, y para pedir ayuda», en palabras de la experta, también su capacidad para mantenerse activas y combatir los efectos adversos de la jubilación es mayor que la de ellos.
«Yo observo que las mujeres están más abiertas a reinventarse aprendiendo, apuntándose a actividades que se les ofrecen, a buscar una red de apoyo. Mientras que muchos hombres tienen menos red de apoyo fuera del entorno profesional y tienden a alargar su vida laboral o continuar en una actividad que le reporte ingresos económicos», concluye la psicóloga.