17 Ene Cómo identificar la depresión.
No se debe confundir con estados de ánimo, esta patología invalida para la vida cotidiana.
Marta Ricart
La depresión es una de las principales causas de enfermedad en el mundo y es un problema creciente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la padecen más de 300 millones de personas. En España la sufren cerca de 2,5 millones. Se calcula que afecta a una de cada cinco mujeres y uno de cada 10 hombres y que la prevalencia ha aumentado con la epidemia de covid; psiquiatras y psicólogos consideran que en torno a un 20%.
No debe etiquetarse a nadie como depresivo, porque, la enfermedad se cura, aunque en algunos casos puede se recurrente, con episodios agudos periódicos. Es muy invalidante, dificulta llevar una vida normal. Con motivo del Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, estos son algunos aspectos que pueden ayudar a conocerla:
Cómo la identifico. No debe banalizarse ni confundirse con estados de ánimo más puntuales. Los síntomas de la depresión son persistentes e impiden desenvolverse en la vida cotidiana. Se caracteriza por una gran tristeza, apatía y desinterés por actividades que antes se hacían y disfrutaban. Se siente agotamiento, imposibilidad para sobrellevar los problemas. Puede alterar el apetito, el sueño y el humor, impedir concentrarse en nada o tomar decisiones. Pueden sentirse sentimientos como la culpabilidad, inutilidad, pesimismo o sentirse inquieto. La depresión puede llevar a las autolesiones y al suicidio. Las organizaciones médicas estiman que multiplica por ocho el riesgo de suicidio.
¿Es repentina? La Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) señala en sus documentos que la enfermedad suele ser gradual y la misma incapacidad que uno siente, va provocando más estrés y agotamiento. Psicólogos y psiquiatras advierten que lo que nos causa ansiedad puede acabar llevándonos a una depresión. Luego suelen venir los dolores físicos como dolor de cabeza. Pero en algunos pacientes, los síntomas físicos son tempranos.
La enfermedad suele ser gradual
¿Qué la causa? Una suma de factores sociales, psicológicos y biológicos. En unas personas pesan más unos que otros. Las adversidades, como perder un familiar, quedarse sin empleo u otras pueden ser desencadenantes, pero siempre subyacen otros factores. Afecta sobre todo a mujeres de entre 65 y 85 años, según recoge el Libro Blanco de la Depresión y Suicidio, publicado el año pasado por la SEP y otras dos organizaciones, la FEPSM y la SEPB.
¿Funcionan los tratamientos? Hay fármacos y terapias psicológicas para tratarla, pero hay un porcentaje de casos en que la medicación no funciona y tienen mayor riesgo de ser recurrente. Suelen combinarse los dos tipos de terapia pero las limitaciones del sistema sanitario público también hacen que se use más el tratamiento farmacológico que la terapia.
Si puedo elegir, ¿opto por fármacos o terapia? Según la SEP, la psicoterapia es eficaz en la depresión leve y moderada, pero en depresiones graves se debe recurrir a fármacos y durante una media de 7 a 9 meses. Nada es óptimo: la SEP advierte que la terapia, al ahondar en los problemas que puede tener esa persona, puede cambiar sus puntos de vista, alterar las relaciones familiares… Y la medicación, las primeras semanas parece no tener efecto curativo, pero sí suele tener efectos secundarios como mareo, sequedad de boca u otros. En cualquier caso, no se debe abandonar sin consultarlo con el médico.
¿Qué puedo hacer para mejorar? Los consejos bienintencionados de los familiares y amigos no funcionan. Pero la SEP señala que puede ser positivo para quien tiene una depresión hablar sobre cómo se siente, o escribir sobre ello. Llorar es natural. Puede ayudar también hacer actividad física, entretenerse con pequeñas tareas, no agobiarse si no se puede conciliar el sueño, sino intentar relajarse leyendo, con las pantallas, escuchando la radio… Se desaconseja recurrir al alcohol; al principio puede parecer que ayuda, pero empeora la depresión.
No agobiarse si no se puede dormir y hacer ejercicio físico
Cómo detectar la depresión en los niños y adolescentes. También la pueden padecer y hay que estar atentos a las señales que indican que algo no va bien en ellos: vigilar los cambios sostenidos en el tiempo, no puntuales, de conducta, si dejan de hacer lo que les gustaba, de verse con sus amigos, si hay problemas escolares de falta de concentración, si se sienten sin energía, duermen mucho o, al contrario, tienen problemas para dormir, si se quejan de dolores corporales, si expresan ideas suicidas, sobre la muerte. También pueden experimentar síntomas físicos como pérdida de energía, del apetito, alteraciones del sueño (por exceso o por defecto), dolores de cabeza, de estómago, u otros.
¿Es verdad que ha aumentado con la covid?. Sí, con la epidemia se ha constatado un aumento de la depresión y otros problemas de salud mental tanto entre los adultos como entre los niños y adolescentes, por el aumento de angustia, menos relaciones sociales, la muertes de familiares, los efectos derivados de la situación económica. Por ello, todos los estamentos intentan ahora potenciar la atención. El abuso de las redes sociales también aumenta el riesgo entre estos. Un 11% de casos de adicción derivan en depresión, indicaba un estudio del Instituto Brain 360, centro que impulsa la estimulación cerebral para tratar este y otros trastornos psiquiátricos y neurológicos.