Claves para conciliar ante un curso escolar tan incierto.

Claves para conciliar ante un curso escolar tan incierto.

Las familias temen que las obligadas cuarentenas ante posibles contagios por coronavirus se conviertan en situaciones habituales en los centros escolares.

Ana I Martínez

La vuelta al cole 2020/2021 pone más en jaque que nunca el concepto de conciliación. Las familias, marcadas por la incertidumbre, temen un nuevo curso escolar marcado por posibles continuas cuarentenas imposibles de compaginar con el trabajo. Y es que el protocolo sanitario que han establecido el Ministerio de Sanidad y de Educación es muy claro: no asistirán al centro escolar los estudiantes que tengan síntomas compatibles con COVID-19, así como aquellos que se encuentren en aislamiento tras ser positivos, o quienes estén en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con síntomas o diagnosticada de coronavirus.

Sin embargo, a las bajas laborales retribuidas «sólo se pueden acoger los padres cuyos hijos hayan dado positivo en prueba PCR», recuerda Alejandra García, abogada de Garea Abogados. Sin embargo, el resto de compañeros de clase del positivo, por precaución, tendrán que irse a casa, estar en cuarentena y someterse a la prueba. «Si no están contagiados, los padres no podrán acogerse a dicha baja, sino al programa ‘MeCuida’», el plan ideado por el Gobierno para facilitar la conciliación que «contempla adaptar la jornada o teletrabajar por cuidado de familiares pero que tampoco es de obligado cumplimiento para la empresa», explica la experta.

Según el II Estudio sociológico titulado ‘Empleo, teletrabajo y vuelta al cole‘, del Estudio de Expertos digitales de UNIR, la mayor parte de los progenitores con hijos (59,5%) tiene trabajo de tipo analógico frente al 38,8% digital y un 53% teme perder su puesto de trabajo.

En esta misma línea, una encuesta elaborada por Yoopies, plataforma para satisfacer la oferta y la demanda de servicios en el hogar, el 54% de los progenitores indican que no podrán quedarse en casa con los niños. Estas familias se plantean la interrupción del trabajo de uno de los padres (desempleo, permiso no retribuido, excedencia…) o el pago de una niñera a tiempo completo, repercutiendo de manera muy negativo a la estabilidad económica de la familia, incapaz de poder conciliar.

Incluso las madres y padres que teletrabajan, según la encuesta, se encuentran con grandes dificultades y con una importante carga mental desde hace muchos meses y que a largo plazo corre el riesgo de comprometer su carrera profesional, así como el equilibrio psicológico de la familia. El 66% de los padres asegura que, aunque estén teletrabajando, temen que ya no puedan llevar a cabo sus proyectos laborales teniendo a sus hijos en casa, pues este hecho conlleva la atención a estos, apoyar su aprendizaje online y la realización de las tareas del hogar.

Las posibilidades de conciliación durante el curso escolar son, por tanto, escasas. Y la situación empeora aún más para las familias monomarentales, numerosas o con hijos con necesidades especiales, así como progenitores sanitarios o autónomos. Estos últimos «únicamente podrán acogerse a la baja laboral retribuida si sus hijos o familiares convivientes dan positivo en prueba PCR», recuerda la experta.

Por tanto, y a la espera de ver si finalmente el Gobierno regula las bajas remuneradas por cuidado de hijos a los que se haya puesto en cuarentena a pesar de no haber sido diagnosticados de Covid-19, la conciliación será más complicada que nunca.

¿Qué opciones hay?

Los progenitores que puedan teletrabajar podrán solicitárselo a la empresa y «siempre que la solicitud de adaptación sea razonable y proporcionada en atención a las necesidades del trabajador y las necesidades organizativas y productivas de la empresa, esta tendrá la obligación de concederlo», explica Alejandra García, porque el trabajador tiene «derecho a la conciliación de su vida familiar y laboral». De hecho, «en el Real Decreto 8/2020, se estableció como preferente la modalidad del teletrabajo», recuerda la letrada.

Otra opción que tienen las familias es solicitar la jornada a la carta, de tal manera que los dos progenitores pudieran compaginar el cuidado de sus hijos. «La empresa tendrá la obligación de concederlo si la solicitud resulta razonable y proporcionada con las necesidades del trabajador en relación con las necesidades de la empresa de índole organizativa y productiva. Si tras el periodo de negociación, hubiera desacuerdo, deberá decidirlo un juez», explica García.

El nuevo Plan MeCuida tampoco es el «salvavidas» perfecto para las familias ya que aunque también contempla adaptar la jornada o teletrabajar por cuidado de familiares, no es de obligado cumplimiento para la empresa. «Como en los otros casos, el trabajador tiene derecho a solicitarlo, pero su aplicación tendrá lugar después de un periodo de negociación con la compañía», puntualiza García.

Las reducciones de jornada tampoco son una buena opción porque, además de acarrear una pérdida de salario, acrecientan la brecha de género: según el estudio «¿Por qué los hombres no utilizan las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar?» (2019), del Observatorio Social de La Caixa, el 37,7% de las madres solicitaron una reducción de jornada o trabajar a tiempo parcial al reincorporarse a sus trabajos, algo que sólo solicitaron un 4% de los padres. Además, un 54,4% de los papás encuestados opinaban que en sus empresas «se considera más natural que una madre solicite una medida de conciliación que el que lo haga un padre».

Por último, aquellos padres y madres que no puedan teletrabajar, adaptarse o reducir su jornada, «deben intentar alcanzar un acuerdo con la empresa donde deberá valorarse la petición del trabajador en conjunto con las necesidades empresariales», subraya la abogada. «De momento, si su hijo no da positivo en PCR, no tienen derecho a la baja laboral. Por tanto, si no llegan a un acuerdo con la empresa, la única opción que les queda es poner el asunto en manos de la Jurisdicción Social», finaliza.

Controlar el estrés

Todo ello no hace más que minar la moral de los progenitores, que llevan meses de incertidumbre, desasosiego, miedo o inquietud. Esta situación «es entendible y entra dentro de los procesos adaptativos», explica José Antonio Luengo, psicólogo educativo y de la salud y miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

Sin embargo, el experto aconseja «anular los pensamientos en bucle» que copan el protagonismo estos días en toda conversación con amigos, otras familias o grupos de WhatsApp, donde los comentarios tipo «En el colegio va a haber contagios seguro y van a mandar a los niños a casa», «Van a acabar cerrando el colegio», «Menudo curso nos espera», etc. no ayudan. «Lo más inteligente es detener este tipo de pensamientos y trasladarnos a otro escenario», señala Luengo, porque «estamos anticipando cosas que igual no pasan y generan mucho estrés, inquietud, ansiedad…». Para ello, la práctica deportiva es el mejor antídoto. Si no, leer, pintar o ejecutar cualquier otro tipo de afición, aconseja el experto.

Y mucho ojo con los grupos de WhatsApp de padres y madres del cole: «Son un factor muy estresante, donde se genera mucho rumor y ‘spam’ de los malos pensamientos de una manera inquietante», señala el psicólogo, que aconseja un uso muy comedido de los mismos para estar informados, pero no sobreinformados.

https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-vuelta-cole-claves-para-conciliar-ante-curso-escolar-incierto-202009090139_noticia.html



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