01 Mar Centros de Estimulación Temprana: una ayuda al desarrollo de los más pequeños
Muchas familias recurren a los Centros de Estimulación Temprana para trabajar con sus hijos en sentar las bases de un desarrollo óptimo de sus capacidades físicas, sociales e intelectuales.
ALBA CABAÑERO
Desde hace un tiempo, muchas familias han recurrido a los Centros de Estimulación Temprana para trabajar con sus hijos en sentar las bases de un desarrollo óptimo de sus capacidades físicas, sociales e intelectuales. A través de programas y con la ayuda de especialistas, estos padres aseguran el mejor crecimiento posible a sus pequeños.
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, y uno de los objetivos es que sus pequeños se desarrollen y crezcan de la mejor manera posible. Una ayuda para que esto se haga realidad son los Centros de Estimulación Temprana (CET), donde se trabaja con los niños desde las dimensiones afectiva, cognitiva y motora para potenciar de manera óptima su crecimiento físico y emocional.
En Madrid, uno de estos centros es el CET de la Fundación Educación y Evangelio, ubicado en el Colegio Corazón Inmaculado. Allí, con la ayuda de un especialista, son las familias las que trabajan con sus hijos en los diferentes programas de estimulación.
Los servicios que ofrecen pasan por el Aula de Estimulación Temprana, Logopedia, Proyectos de Comprensión basados en Inteligencias Múltiples para trabajar en familia, talleres mensuales de diferentes temáticas y Formación en Masajes para bebés.
“En el CET, partimos de una concepción en la que la familia es el elemento fundamental para que el niño/a tenga un desarrollo óptimo”, destacan desde el centro.
Abiertos desde el pasado 6 de octubre –fecha en la que se llevó a cabo el primer curso para familias y profesionales–, por sus instalaciones han pasado numerosas familias de diferentes puntos de Madrid con niños de entre tres meses y siete años de edad. Para el próximo 26 de enero está previsto el siguiente curso.
¿En qué consiste?
“Cuando una Familia viene a trabajar al Aula de Estimulación Temprana se encuentra con un espacio que ofrece al niño oportunidades de desarrollo y aprendizaje en las tres áreas que trabajamos: física, social e intelectual. Estas oportunidades están secuenciadas según tenemos configurados los programas, lo que permite que el trabajo se enfoque desde una perspectiva profesionalizada y sistemática”, explican a Madridiario desde el CET.
Estos programas se realizan en función del momento evolutivo del niño, haciendo más hincapié en su edad madurativa antes que en la edad cronológica.
El principal objetivo que se busca con la estimulación temprana es el desarrollo de los sentidos externos (oído, gusto, olfato, tacto y vista) e internos (vestibular, kinestésico-corporal y cenestésico) a través de diversas experiencias junto a su familia y el especialista que les guía.
Beneficios que reporta a los más pequeños
¿Qué se consigue con estos programas? “Los beneficios son múltiples ya que los programas de E.T. favorecen la organización adecuada del Sistema Nervioso Central y esto repercute positivamente en el aprendizaje de los niños, en su autonomía y en su propia autoestima”, señalan.
Dependiendo del área trabajada, se fortalecerá un ámbito u otro: “En el área de la excelencia física, a través del arrastre, el gateo y la escalera de braquiación favorecemos la maduración de los procesos de aprendizaje relacionados con la lectura y la escritura por todo el desarrollo de la lateralización”.
“En el área de la excelencia intelectual se cultiva el deseo de aprender con iniciativa y autonomía personal. A través de los bits ofrecemos un programa intelectual basado en el conocimiento enciclopédico, matemático y de lectura. El cerebro procesa información visual y auditiva, generando más conexiones sinápticas”, añaden.
“Finalmente, en el área social se alberga el desarrollo del futuro adulto que se relaciona con otros y posee un repertorio de respuestas sociales adecuada para cada situación, haciéndole consciente de su inteligencia emocional”, sentencian.