03 Abr Casi el 43 por ciento de los mayores de 65 años viven en el medio rural: “Los pueblos no se van a morir”.
Familia destina este año 18,5 millones de euros a la promoción del envejecimiento activo.
Carolina Tabanera
Castilla y León suma 266.592 personas mayores de 65 años viviendo en el medio rural. Esta cifra, supone casi el 43 por ciento del total. En una Comunidad envejecida como la nuestra, buena parte de los mayores hacen su vida en el pueblo. Es evidente que la prestación de los servicios básicos no cuenta con la misma diligencia y calidad que en las ciudades, si bien, la Administración sigue trabajando para que quienes viven en estas zonas, puedan permanecer en sus hogares, lo hagan de forma autónoma, con sus necesidades cubiertas y gracias a un envejecimiento activo que prevenga la dependencia. Y es precisamente eso, lo que demandan. Poder vivir en sus casas, hasta que ya no puedan valerse.
“Que no tengan que salir de sus casas. Que no tengan que ir a una residencia porque aunque se sienten bien atendidos, ellos prefieren quedarse en sus casas mientras puedan. Por ello, son necesarios mejores servicios bancos, consultorios médicos o transporte, algo de lo que escasea, el medio rural”, dice Adela Cabezas, presidenta de la Federación de Asociaciones de pensionistas y jubilados de Valladolid.
¿Y qué se les ofrece en Castilla y León para que no sea necesario que abandonen sus casas? Hoy la consejera de Familia, ha informado de que su departamento triplica este año el presupuesto destinado al envejecimiento activo, hasta los 18,5 millones. Isabel Blanco ha destacado que 50.000 usuarios se beneficiarán ya de la teleasistencia avanzada a finales de 2025.
“El modelo de Atención en Red lleva la parte de residir en las viviendas y también en las residencias. Cuando esas personas ya no puedan o no quieren vivir en sus domicilios, pueden elegir donde hacerlo. En Castilla y León se trabaja en las unidades de convivencia y en los centros multiservicios”, explica la consejera de Familia, Isabel Blanco.
Los mayores que viven en el medio rural quieren envejecer allí. Quieren quedarse en sus casas hasta el último momento y rechazan la idea de que los pueblos se están quedando vacíos. Los pensionistas y jubilados tienen la sensación de que las que se marcharon, terminarán regresando al pueblo. “Tengo la esperanza de que el medio rural no se va a morir, porque se están haciendo cosas para que sus vecinos se queden en sus casas, en sus pueblos”, concluye Tamayo.