Cáncer de mama: más de la mitad de las CCAA siguen sin ampliar la edad de cribado, como pide la UE.

Cáncer de mama: más de la mitad de las CCAA siguen sin ampliar la edad de cribado, como pide la UE.

Este 19 de octubre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama.

María Bonillo 19/10/2023

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Con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama, que se celebra este jueves 19 de octubre, la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) ha recordado la recomendación de la Unión Europea de ampliar el rango de edad en las pruebas de cribado de cáncer de mama desde los 45 a los 74 años (actualmente la edad de referencia está entre 50 y 69 años), insistiendo también en la importancia de realizar cribados de este tipo de cáncer en varones. 

«Son muchos los factores que influyen en la aparición del cáncer de mama, la predisposición genética, los hábitos de vida, el tabaquismo, factores ambientales, el retraso de la maternidad… y el riesgo aumenta con la edad, pero eso no significa que por ser más mayor tengamos menos posibilidades frente a la enfermedad«, explica en este sentido Paula González Peña, representante de FECMA, a 65YMÁS.

«Cada diagnóstico y cada paciente son únicos, el tipo de cáncer y los tratamientos disponibles son más determinantes frente a la enfermedad que la edad en sí. Por eso nuestra mejor baza es la prevención, la detección precoz, la innovación, la accesibilidad a la misma y por supuesto la investigación», asegura.

«Los programas de cribado poblacional reducen la morbilidad y la mortalidad prematuras del cáncer, ayudan a mejorar la supervivencia, resultan cruciales para abordar las desigualdades sociales y son eficaces cuando la población objetivo se determina de forma adecuada y los niveles de participación son elevados», señalan desde FECMA (@FECMA_), que han publicado, junto a las 47 asociaciones de mujeres integradas en ella, su Manifiesto 2023, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y de los grupos cooperativos de investigación en cáncer de mama GEICAM y SOLTI.

La presidenta de FECMA, María Antonia Gimón, explica en él que «sería deseable que España incorporara las recomendaciones del Plan Europeo de lucha contra el Cáncer a la Cartera de Servicios y Prestaciones de nuestro Sistema Nacional de Salud y para ello, FECMA entiende que sería útil un acuerdo vinculante en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para esa incorporación y rigor para dotar a nuestro Sistema Nacional de Salud de los medios humanos y materiales para incorporar esas recomendaciones a los programas de cribado».

«En España el cribado de cáncer de mama se realiza con carácter poblacional, siguiendo las recomendaciones nacionales e internacionales que se van adaptando de acuerdo con la evidencia disponible», explica a su vez la doctora Sara López Tarruella, vocal-secretaria de Junta Directiva de SEOM (@_SEOM). Sin embargo, en el caso de aquellas mujeres que cumplan criterios de alto riesgo personal que predispongan al cáncer de mama, recomienda «una valoración individual del riesgo y un seguimiento de acuerdo con protocolos específicos». En cualquier caso, destacan la importancia de consultar a un profesional médico ante la aparición de asimetrías mamarias, masas palpables, alteraciones cutáneas o secreción mamaria anómala por el pezón/retracción del mimo para la evaluación específica del caso».

«Es importante concienciar a las mujeres de la importancia de no saltarse ninguna revisión. La detección precoz mejora nuestras oportunidades frente a la enfermedad. Y por supuesto concienciar a aquellas mujeres cuya edad no se vea comprendida en las recomendaciones de cribado, que acudan a su médico ante cualquier signo de alarma», coincidía González Peña.

Expertos del International Breast Cancer Center pedían también incluir a las personas transgénero que tengan glándulas mamarias desarrolladas en estos cribados.

La mamografía sigue siendo «el mejor instrumento para detectar el cáncer de mama«, aseguran desde FECMA, aunque es necesario «la asistencia de las mujeres a las campañas de detección precoz cuando son convocadas». Es por ello que defienden «los programas de cribado gestionados por el sistema público de salud, con acceso gratuito, continuados en el tiempo, dotados de personal y recursos y con controles de calidad como herramienta esencial para el éxito de las campañas».

«El cáncer debe ser abordado en su complejidad, con una atención integral y criterio multidisciplinar, combinando la prevención, la detección precoz, la respuesta asistencial, la investigación y la innovación. Esto no será posible sin una equidad que permita la igualdad de condiciones tanto en el diagnóstico como en los tratamientos para las mujeres que se enfrenten al cáncer», señalan en el manifiesto. Esto exige a su vez «corregir las desigualdades territoriales en las inversiones y coordinar las políticas sanitarias de las Comunidades Autónomas para, desde la lealtad institucional, avanzar y complementar las políticas que se impulsan desde la Unión Europea», reclaman.

CCAA que han seguido las recomendaciones

El cribado se realiza antes de la aparición de los síntomas clínicos y se dirige a una población diana para poder identificar la enfermedad en etapas iniciales. De hecho, en España, el 30% de las mujeres con cáncer de mama son diagnosticadas a través de estos cribados.

Actualmente, la recomendación general en España respecto a los cribados de cáncer de mama es realizarlos en mujeres de entre 50 y 69 años de forma bianual. Sin embargo, el doctor José María Borrás, coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS), explicaba recientemente durante el XV Seminario de Periodistas celebrado en Barcelona que «la evidencia de la eficacia de los cribados hasta los 74 años tanto en cáncer de mama es sólida. El impacto desde el punto de vista de beneficio poblacional es claro», reduciendo tanto la incidencia como la mortalidad.

«La probabilidad de tener cáncer incrementa con la edad en la mayoría de los casos», apuntaba, destacando que «siempre hay riesgo«. Sin embargo, la realidad es que en España solo cinco comunidades autónomas han seguido esa recomendación, ampliando el rango de edad en sus cribados de 45 a 74 años. Han sido Andalucía, Asturias, Galicia, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana.

Otras han modificado ligeramente este rango de edad, pero sin llegar a la recomendación realizada por la UE, como Castilla-La Mancha, que lo ampliaba hasta los 70 años, o Castilla y León y Navarra, que la reducían a los 45 años.

Desde FECMA, González Peña explicaba que «hacemos nuestras las recomendaciones de la UE con respecto a los cribados», aunque indicaba que «también comprendemos cómo funciona nuestro sistema sanitario, las limitaciones del mismo heterogeneidad y los procesos internos que se siguen para poder aplicar y cumplir con esas recomendaciones».

«Confiamos en la voluntad política de mejorar esos accesos así como su ampliación, insistiendo en la necesidad de fomentar la homogeneidad en todas las comunidades. Pero sin duda requerimos de compromisos más fuertes que garanticen el acceso a las pruebas, reduciendo al máximo las listas de espera», insiste.

En este sentido, en la pasada presentación del XII Encuentro de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), Antonia Gimón y Josep Borrás indicaban que si se ampliase ese rango habría un «impacto significativo» de un 25 o 30% de mujeres que deberían recibir mamografías.

Destacaban a su vez la idea «errónea» de que quienes no han tenido cáncer a los 70 «piensan que ya no lo tendrán», cuando la realidad es que la media de aparición de cáncer de mama es en torno a los 64 años, es decir, «la mitad se diagnostican más tarde» de esa edad.

Del mismo modo, desde la Asociación Española Contra el Cáncer (@ContraCancerEs), señalan la importancia de «no bajar la guardia» para poder detectar y diagnosticar de forma precoz y así «aumentar la esperanza de vida».

El cáncer de mama en cifras

En el año 2022, un total de 34.740 personas fueron diagnosticadas en España con cáncer de mama, de las cuales el 23% tenían menos de 49 y entre 60 y 69 años, el 25% entre 50 y 59 años y el 29% más de 70 años. Está considerado el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo y es un 30% del total de cánceres diagnosticados en España, especialmente entre las mujeres de entre 45 y 65 años.

Para este 2023, el informe Las cifras del cáncer en España 2023 de SEOM, que incluye datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), prevé que se diagnosticarán 279.260 nuevos casos de cánceres en España, de los cuales 35.001 serán de mama y 164.403 afectarán a personas mayores de 65 años. Este tipo de cáncer suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja entre los 45 y los 65 años es la de mayor incidencia debido a los cambios hormonales que se producen (16.965), mientras que la incidencia en las mujeres mayores de 65 años es de 13.904.

El aumento de los cánceres diagnosticados en España en las últimas décadas se debe al aumento y el envejecimiento de la población, siendo la edad «un factor de riesgo fundamental en el desarrollo del cáncer«, indican. De hecho, «existe una relación entre el aumento de la edad y el aumento de riesgo y la probabilidad de desarrollar un cáncer», siendo un 28% y un 41,1% el riesgo de desarrollar cáncer desde el nacimiento hasta los 80 años en mujeres y hombres, respectivamente.

La exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la contaminación, el sedentarismo y la obesidad, y la detección precoz, son otras de las razones.

En cuanto a la mortalidad, el cáncer sigue constituyendo una de las principales causas (el cáncer de mama es el más mortal en mujeres), y se espera un incremento en los próximos años, hasta más de 16 millones en 2040 en todo el mundo y 159.000 en España.

El cáncer es considerado como «uno de los mayores problemas de salud pública y con tendencia al alza en el mundo», señala la doctora Mafalda Oliveira, presidenta del grupo de investigación en cáncer SOLTI (@FundacionSOLTI). Aunque apunta que la mortalidad de este tipo de cáncer «se ha reducido de manera significativa en los últimos 20 años», gracias precisamente al «papel que juegan la investigación y la detección precoz». De hecho, la tasa de supervivencia del cáncer de mama es, a día de hoy, superior al 85%, una cifra que se espera que mejore en los próximos años, señalan desde FECMA.

En concreto, un 70% del aumento de la supervivencia se atribuye a los nuevos medicamentos. Sin embargo, «una de nuestras grandes preocupaciones son aquellas mujeres que desarrollan un cáncer de mama metastasico (alrededor del 30% de las pacientes que se une al 5-6% que ya o presentaban en el diagnóstico). Son pronósticos complicados y de difícil solución, y por ello volcamos las esperanzas en esa innovación e investigación», comenta González Peña.

«Las pacientes con cáncer de mama son conscientes de las dificultades de superar esa metástasis, de ahí la urgencia de avanzar en la investigación para mejorar la supervivencia y calidad de vida de estas pacientes que necesitan una particular atención y un personal especializado», explican, destacando en este sentido el PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación o Tramitación Económica).

«Sin duda esos cribados siempre son necesarios, para mejorar nuestras oportunidades frente a la enfermedad. Una detección precoz es clave«, concluyen desde FECMA.