CALENDARIO JULIO

Julio 2022

La alimentación es un pilar fundamental para nuestra salud. El 16% de la población en España tiene obesidad. El 35,7 tiene sobrepeso y el 2,2 peso insuficiente. La dieta tiene una importancia vital en nuestra calidad de vida y dice mucho del tipo de consumo de una población. En los últimos años, el consumo de carne, muy por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, ha llevado al crecimiento de una industria alimentaria y cárnica difícil de sostener debido a la gran cantidad de recursos naturales que se precisan para obtener un kilo de carne. Si todos los habitantes del planeta optásemos por ese alimento, necesitaríamos varios planetas, con el que tenemos no es suficiente.

 

La industria alimentaria exige a los productores para su compra unas características que se suponen dan respuesta a los gustos del consumidor. Los tamaños, la forma o el color de patatas, frutas, hortalizas, etc. son condiciones exigidas que provocan unas cantidades de desperdicio enormes en las explotaciones agrarias que nunca llegan al mercado, solamente porque no cumple con el patrón estándar exigido. Son productos saludables que cumplen con todos los parámetros de calidad, excepto el de “belleza” porque son distintos, más pequeños, o con dos raíces, como es el caso de las zanahorias. No son bellos a los ojos de consumidores “ricos”. Mientras tanto miles y miles de personas en el mundo pasan hambre, y también en nuestro país. Los agricultores y agricultoras los tienen que transformar en abono que se vuelve a incorporar a la tierra.

 

El ODS 2 está muy relacionado con los problemas expuestos. ¿Por qué? Las metas de este objetivo atienden en primer lugar a la mejora de la alimentación a través del acceso de todas las personas a una alimentación sana, nutritiva y suficiente y la erradicación de todas las formas de malnutrición. En relación a la buena nutrición podemos hablar de la dieta mediterránea, una forma sencilla de alimentarnos de forma variada, nutritiva y cuidando el planeta.

La dieta mediterránea es equilibrada y variada, ideal para mantenerla a lo largo de la vida y nos aporte salud y bienestar. En los años venideros debemos cambiar nuestros hábitos alimentarios y de consumo de comida. La producción agrícola se realizará con prácticas sostenibles para el medio ambiente como se indica en la PAC. Debemos reducir nuestro consumo de carne tal y como nos indica la OMS, por nuestra salud y por la del planeta.

 

De la misma forma, tenemos que consumir productos de proximidad, de los que conozcamos el origen y con los que apoyemos a la agricultura y ganadería locales, dando de esta forma un empujón a nuestros pueblos y a su economía.

 

El derroche es otro de los problemas más graves a los que se enfrentan los países desarrollados en cuento a la comida se refiere. Al cabo del año toneladas de comida acaban en la basurade hogares, bares y restaurantes y supermercados. El ODS 1 está directamente relacionado con esta problemática. Mientras en una parte del mundo se desperdicia y se tiran toneladas de comida anuales, en otra parte del mundo están pasando hambre. Estas desigualdades dejan en evidencia que la pobreza es la principal causa del hambre en el mundo, mientras que la abundancia es la causa del derroche.

 

El consumo y la compra controlados e inteligentes evitarán que los alimentos se desperdicien. La educación será la mejor arma para concienciar sobre la importancia de cuidar lo que comemos.

 

No lo podemos olvidar, llenar nuestra cesta de la compra puede ser revolucionario y comprometido.

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Uno de los datos más importantes para medir cómo evoluciona el hambre o la malnutrición es la proporción de menores de 2 a 4 años con obesidad sobrepeso o peso insuficiente. El 2017 es el último año del que hay datos y se situó en 55%. El año base es 2011 y se situaba en un  56%. El objetivo debe ser seguir bajando este porcentaje y alcanzar el más óptimo en el año 2030.

 

También en torno al hambre cero, podemos destacar los datos de la proporción de la superficie agrícola en que se practica una agricultura ecológica. El dato de 2019 estaba en 9,66%, lo que supone una importante subida con respecto al año base, 2009, cuando esta cifra marcaba un 6,33%.

 

Sobre el fin de la pobreza, podemos destacar la proporción de la población que vive por debajo del umbral nacional de pobreza. Según este indicador hay un 21% de población en riesgo de pobreza relativa. Ha subido con respecto a 2019, cuando había un 20,7. Las comunidades autónomas que más sufren este problema son Extremadura y Canarias. Por su parte, las mujeres son más pobres que los hombres en cualquier grupo de edad y en cualquier lugar del territorio.

 

El camino para lograr los objetivos de la Agenda 2030 deberá seguir la senda de la reducción del riesgo de pobreza en nuestro país y la malnutrición infantil. También deberá tener en cuenta la forma de cultivo y el consumo de productos de cercanía.

 

El almuerzo’ de Henri Le Sidaner es una de las obras más conocidas de este pintor francés postimpresionista. Fue pintada en Gerberoy en 1920. En ella observamos un bodegón en una mesa, con sillas y en un jardín. Su estilo nos recuerda a los grandes artistas impresionistas, de los que se inspiró. Este tema es muy  recurrido a lo largo de su obra. El pueblo de Gerberoy, sus calles, sus casas y sus jardines eran motivos de inspiración para Le Sidaner, algo que observamos a la perfección en esta obra.

 

En sus obras, especialmente en aquellas a partir de los años 20, introdujo colores vivos, en paisajes a plena luz con una pincelada más franca. Se puede hablar de una vuelta tardía a las características impresionistas, un arte que estaba ya siendo apartado por la llegada del fauvismo y el cubismo. Su obra fue subestimada por mucho tiempo, etiquetada e “neoimpresionista traicionado por el academicismo”, pero con el paso de los años sus pinturas fueron más valoradas.

La obra escogida para representar el ODS 1 Fin de la pobreza y el ODS 2 Hambre 0 ha sido la de Le Sidaner ya que teníamos una base de alimentos con los que trabajar y editar. Los cambios introducidos han sido añadir más alimentos amontonados, abandonados y desperdiciados en la mesa. Es una forma de representar los miles de kilos de comida que se desperdician en el mundo occidental, mientras que otros lugares del mundo hay personas que pasan hambre. Es la riqueza frente a la pobreza. Queremos de esta forma reivindicar el consumo sostenible en la alimentación, promover el consumo de productos de proximidad y denunciar la inanición que sufren a día de hoy muchas personas.

 

El cubo de basura, los platos amontonados y los alimentos por el suelo reflejan a la perfección el problema de la abundancia y el desperdicio en los países ricos, un problema que habrá que solucionar en el marco de la Agenda 2030 para poner fin a la pobreza y al hambre en el mundo.

El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recauda, Lao Tsé.

Películas

‘Ciudad de Dios’ de Fernando Mejrelles y Kátia Lund.

‘El monstruo invisible’ de Javier Fesser y Guillermo Fesser.

 

Documentales

‘Wasted! The Story of FoodWaste’ de NariKye y Anna Chai.

‘El teatro de la vida’ de Peter Svatek.

 

Libros

‘El hambre’ de Martín Caparros.

‘Indestructibles’ de Xavier Aldekoa.

 

Poesía

El Hambre

 

Tened presente el hambre: recordad su pasado

turbio de capataces que pagaban en plomo.

Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,

con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,

Sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,

sus ávidas quijadas, sus miserables vidas

frente a los comedores y los cuerpos salubres”.

Autor: Miguel Hernández en ‘El hombre acecha’.