El crecimiento económico inclusivo y sostenible es uno de los principales objetivos a alcanzar en el marco de la Agenda 2030. El desempleo y la precariedad laboral son problemas graves que sufrimos en España y que afectan a personas muy jóvenes y también a las personas mayores de 50 años y es una de las principales preocupaciones del gobierno de nuestro país.
A la destrucción de puestos de trabajo que provocó la crisis económica y su gestión, se une ahora otra crisis económica derivada de la pandemia, en la que continuamos, que está dejando fuera del mercado laboral a muchas personas, a pesar de los ERTES. Revertir esta situación es uno de los principales objetivos de la Agenda 2030, concretamente del ODS 8. España tiene como fin el crecimiento de su economía para hacer frente a futuro sostenible y digno para no dejar a nadie atrás.
Pero, ¿un crecimiento económico a toda costa es necesario? Creemos que No. No podemos diseñar la mejora de las condiciones sin tener en cuenta la sostenibilidad del planeta y la igualdad. Aquí es donde entra en juego el ODS 13.
Para obtener este fin debemos prestar mucha atención a:
Contar con pleno empleo, de calidad y la conciliación laboral y familiar son algunos de los retos de los próximos años. De la misma manera, es esencial un crecimiento económico que sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente. La diversidad tecnológica y la innovación serán las grandes protagonistas para lograrlo, pero hemos de ser conscientes que también generarán reconversiones y expulsión del mercado laboral.
Los responsables de las instituciones deberán garantizar que estos avances tecnológicos lleguen a todos los enclaves rurales al igual que a al resto de la población, para crear también puestos de trabajo de mayor calidad. La tecnología y la innovación bien pudieran ser herramientas fundamentales para luchar contra la brecha digital y la despoblación rural.
El sector primario, la agricultura y la ganadería, -mujeres y hombres esenciales para llenar nuestras despensas como hemos podido comprobar en estos años de pandemia- al igual que otros sectores económicos no deben quedar atrás en los avances tecnológicos y científicos porque serán imprescindibles para garantizar nuestra alimentación suficiente y saludable en el presente y en el futuro.
El medio rural ocupa más del 80% del territorio y su densidad de población es muy baja. Este espacio de naturaleza es imprescindible para la vida. España es el primer país del mundo con mayor extensión de cultivo de olivar y produce la mitad de la producción mundial y es el primer productor europeo de miel.
El olivar en España está plantado fundamentalmente en grandes extensiones de terreno de secano, sus olivos verdean el paisaje, son sumideros de CO2 y producen oro líquido, la mejor de las grasas, que forma parte de la dieta mediterránea considerada la mejor del mundo. El aceite de oliva virgen extra es un seguro de vida.
Además para la multiplicación de la vida en la naturaleza, para la biodiversidad, son necesarios polinizadores como son las abejas. Viven en colmenas de unos 50.000 ejemplares cada una, compuesta por un gran número de obreras, un pequeño grupo de zánganos y una sola reina cuya misión es poner huevos fecundados en las celdillas para garantizar la supervivencia de la colmena. Además, producen miel, el edulcorante natural más antiguo que consume la humanidad.
La miel de España cumple con todos los parámetros de calidad y existen muchos tipos de mieles dependiendo de la vegetación donde se encuentre el colmenar y la época del año. Pero para consumir miel española, hay que mirar bien la etiqueta, porque la Unión Europea todavía permite que se mezcle nuestra miel con la procedente de países NO Europeos, -que no tienen que cumplir las garantías europeas- y con solo un poquito de miel nuestra, la etiqueta indicará que es miel Europea.
Con ello consiguen que los precios de la miel sean ruinosos para los apicultores y apicultoras españolas, que además están sufriendo pérdidas derivadas de la crisis climática que está afectando a la supervivencia de las abejas. Hoy en día hay un misterioso fenómeno que preocupa a los científicos: desde hace unos 20 años, investigadores advierten de una disminución drástica y sin precedentes de las poblaciones de abejas, tanto domésticas como silvestres. ¿Consecuencias? Por ejemplo la subida del precio de alimentos como las almendras, ya que hasta ahora este fruto seco ha dependido totalmente de las abejas melíferas para su polinización.
*Recomendación para más información sobre las abejas
*Mapa sobre el estado de las migraciones. Los puntos azules indican los desplazamientos por causas climáticas:
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