06 Sep ‘Bebés trabajadores’: el curioso programa de una residencia de mayores japonesa.
Los padres llevan a sus hijos a Ichoan porque los pequeños aún no tienen edad para ir al colegio.
Laura Moro
Ni que decir tiene que muchos mayores disfrutan de la compañía de los niños pequeños, a los que su inocencia, sus risas y su forma de mirar y descubrir el mundo, les ayuda a olvidarse durante un momento de sus dolores, preocupaciones o soledad.
Sabiendo esto, y teniendo en cuenta que a día de hoy, Japón es uno de los país más envejecidos del mundo, y con una mayor población de personas usuarias de residencias de mayores, uno de sus centros ha decidido crear la figura de los ‘bebés trabajadores’ para conseguir los beneficios citados anteriormente.
Se trata de la residencia de mayores Ichoan se encuentra ubicada en Kitakyushu, una ciudad de 940.000 habitantes. Como su población está cada más envejecida, la directora del centro decidió crear un programa de ‘bebés trabajadores’ para que los mayores estén en contacto con otras generaciones, sobre todo después de la pandemia del coronavirus.
Allí, 32 menores de 4 años «trabajan» con los residentes, la mayoría mayores de 80 años, e intercambian con ellos confidencias, bajo la mira de sus padres.
“Yo no puedo ver a mis nietos con mucha frecuencia, así que los bebés trabajadores son todo un regalo”, comentó Kyoko Nakano, de 85 años, quien lleva más de un año en la residencia. Aunque le gusta tejer y ver la televisión, deja de lado estos placeres para pasar un rato con los más pequeños: “Son lindísimos e iluminan todo el lugar. La energía de los niños es muy diferente”, comentó Nakano a The New York Times.
Las residencias de mayores de Japón han crecido en los últimos años debido al envejecimiento de la población. De hecho, de 2005 a 2020 se duplicaron los usuarios de las residencias, que a día de hoy rondan los 1,8 millones, y muchos de ellos se sienten solos. Y por eso, la residencia Ichoan decidió dar una alegría a sus residentes con un programa donde pueden pasar un rato agradable con ‘pequeños trabajadores’.
Los beneficios de pasar tiempo con niños
Son muchos los estudios que confirman que la interacción social ayuda a disminuir la sensación de soledad y retrasa el deterioro mental. Esto, unido a lo beneficioso que es para los mayores interactuar con las generaciones más jóvenes, hicieron pensar en que lo mejor sería idear un programa dónde los mayores que vivien en residencias y los más pequeños pudieran pasar tiempo juntos.
Y es que el objetivo es dejar que residentes y niños interactúen. Esto que puede parecer novedoso, lleva haciéndose desde 1991 en la residencia Providence Mount St. Vincent de Seattle, donde sus usuarios pueden participar en un programa de atención infantil para niños que van desde recién nacidos hasta los 5 años.
Kimie Gondo, dirige este centro a sus 58 años, donde el mayor de sus 120 residentes supera la barrera de los 100 años, y donde su ‘trabajador’ más joven apenas tiene dos meses.
Gondo decidió iniciar este programa porque en 2021 llevó a su nieta recién nacida al centro, y al ver cómo los residentes sonreían y jugaban con ella “pensé que era egoísta que solo mi nieta disfrutara este momento especial, así que decidí abrir el programa a cualquier bebé que quisiera venir a realizar la misma labor”, confesó.
Como los niños son demasiado pequeños para poder razonar con ellos como se haría con un adulto, solo se les «pide» que se paseen por el centro de mayores e interactúen con los mayores, siempre bajo la atenta mirada de sus padres: “No tienen obligación de nada. Los bebés deciden cuándo vienen y cuánto tiempo quieren quedarse”, aseguró Gondo.
Los padres llevan a sus hijos a Ichoan porque los pequeños aún no tienen edad para ir al colegio, y después de la fuertes restricciones por la pandemia del coronavirus, saben que en los centros de mayores sus hijos estarán bien protegidos, debido a las extremas precauciones que se toman para cuidar a los residentes.
Una de estas madres es Mika Shintani quién decidió inscribir a su hija en este programa para que la niña conociera a otras personas que no fueran de su familia. Además, Shintani asegura que se siente más segura llevando a su hija a un centro de mayores que a un parque o a casa de algún conocido.
“Mi hija pasaba la mayor parte de los días interactuando solo conmigo, así que pensé que sería bueno que ella viera otros rostros”, explicó la mujer.
Participan más madres
La directora confesó que no había visto todavía a ningún padre llevar a su hijos a Ichoan. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, los hombres en Japón son los que menos tiempo dedican a las tareas del hogar y al cuidado de sus hijos en comparación con los países más ricos.
Shintani explicó que el primer día que llevó a su hija al centro de mayores la pequeña tenía 5 meses y lloró como hacen muchos niños el primer día de guardería. Afortunadamente, la niña se adaptó rápidamente a sus nuevos compañeros más mayores, y empezó a jugar con ellos. Desde entonces la pequeña va cada dos semanas.
Por último, este programa también tiene ventajas materiales, ya que se facilitan pañales y leche para bebés, y además: “¡Los días que mi hija trabaja arduamente, yo no tengo que hacer la comida!”, aeguró la mujer.