Aumentan un 87,2% los casos de violencia de género en menores de edad desde 2018.

Aumentan un 87,2% los casos de violencia de género en menores de edad desde 2018.

Según el informe sobre la ‘Evolución de la Violencia contra las Mujeres en la Infancia y Adolescencia en España (2018-2022)’ de la Fundación ANAR.

Servimedia 25/10/2023

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Las situaciones de violencia de género en niños y adolescentes han aumentado un 87,2% en España en el periodo de tiempo comprendido entre 2018 y 2022. En estos casos, el 47,1% de las víctimas no es consciente de la situación que vive y el 70,3% prefiere no denunciar a sus agresores.

Así consta en el informe sobre la ‘Evolución de la Violencia contra las Mujeres en la Infancia y Adolescencia en España (2018-2022)’ que la Fundación ANAR presentó este martes en su sede en Madrid, en un acto en el que estuvieron presentes su director técnico y portavoz, Benjamín Ballesteros; su directora de Líneas de Ayuda, Diana Díaz; su directora del Departamento Jurídico de las Líneas de Ayuda, Sonsoles Bartolomé; y su directora del Departamento de Educación, Graciela Sánchez.

El estudio se sustancia en el análisis de 20.515 casos de menores a los que la Fundación ANAR ha ayudado en los últimos cuatro años con el objetivo de “conocer la evolución y poner de relieve los cambios y las tendencias detectados en los últimos cuatro años”.

En ese sentido, Benjamín Ballesteros atestiguó que el trabajo también busca incrementar el papel que desempeña el hombre en la lucha contra la violencia de género y contra todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres. A su juicio, los varones tienen la misión de ser un “referente de buen trato a la mujer” para sus hijos y de tratar bien a sus compañeras en sus respectivos trabajos.

El estudio ha analizado cuatro tipos de violencias: violencia de género, violencia sexual, violencia doméstica y otro tipo de violencia física y/o psíquica. En términos generales, estas tipologías de violencia ejercidas contra las niñas y adolescentes han crecido un 39,7% en los últimos cuatro años.

En el caso de la violencia de género, un total de 11.031 chavales han sufrido esta lacra, el 53,8 de los casos estudiados. De ellos, en el 86,7% de las situaciones la violencia procedía de su entorno (situaciones en las que los menores se encuentran en el entorno familiar de las mujeres que sufren la violencia); y en el 13,3% se produce entre adolescentes (casos en los que la víctima es la propia menor de edad; se suela dar en las primeras relaciones amorosas).

VIOLENCIA EN ADOLESCENTES

En lo concerniente a la violencia en adolescentes, la Fundación ANAR atendió a un total de 1.468 niñas entre 2018 y 2022 por este motivo, un 87,2%, destacando el periodo posterior a la pandemia (noviembre 2021-octubre 2022) en el que el incremento fue del 76,4%. El 56,4% de las consultas se recibieron por la Línea del Niño/a y del Adolescente.

Las adolescentes víctimas de violencia de género tienen una media de edad de 16 años, sobresaliendo estas situaciones en la franja de edad comprendida entre 14 y 17 años (98,9%), lo que le sirvió a Diana Díaz para alertar de que “atendemos casos a partir de 12 años”.

Estas niñas se caracterizan por tener un rendimiento escolar bajo (49,8%) y una satisfacción escolar bajo (47,7%); en la mayoría de los casos, viven mayoritariamente en familias con ambos progenitores (56,4%), con la madre (28%) o con la madre y otro familiar (6,2%); siendo los núcleos familiares predominantemente de nacionalidad española (68,8%).

El 79,5% de las adolescentes sufren este tipo de violencia a través de las nuevas tecnologías, observándose un acrecimiento de los casos tras la pandemia (82%). Cabe reseñar que en este ámbito a las chicas les cuesta reconocer que está siendo víctima de algún tipo de violencia.

El 48,8% de las niñas presenta algún tipo de salud mental, que puede presentarse de la siguiente manera: conducta suicida (17,9%), otros problemas psicológicos (13%), problemas de conducta (10,2%) y autolesiones (7,7%). El 69,1% no recibe tratamiento; el 70,3% no denuncia ni tiene intención de hacerlo, una cifra que crece hasta el 78,4% en el último año del estudio; y el 47,1% no es consciente de su situación, un guarismo que se incrementa hasta el 63,7% en el último año.

VIOLENCIA EN EL ENTORNO

La Fundación ANAR atendió a un total de 9,563 niñas por violencia en el entorno entre 2018 y 2022; en estos casos, el 56,6% de las personas atendidas fueron niñas y el 43,4% niños. La medida de edad de las víctimas era de 10 años, destacando que el 47,7% tenía 10 años o menos. La mayoría de los chavales estudiaban ESO y Primaria, observándose que la mayoría de ellos presentaba rendimiento escolar bajo (50) y satisfacción escolar bajo (50%). Estos chavales viven mayoritariamente en familias monoparentales (68,2%), con la madre (46,7%) y con la madre y otro familiar (13,2%). El 50,8% de los núcleos familiares era migrantes.

En el 44% de estos casos existe la influencia tecnológica, expresada en el ‘hackeo’ de cuentas de la madre, en el uso de GPS para perseguir a ésta y en la instrumentalización de los menores para hacer daño a sus progenitoras, pidiéndoles que les envíen mensajes de ellas o que les graben vídeos.

El 71,2% de las menores no recibe tratamiento psicológico; el 47,5% sufre violencia doméstica, en su vertiente psicológica (19%) o física (18%); el 39,3% no denuncia; el 16% presenta problemas de salud mental; el 6,6% tiene problemas de conducta; el 4% manifiesta conductas suicidas y el 3,8% otros problemas psicológicos. También sufren maltrato extrafamiliar físico y/o psicológico (5%) y acoso escolar (3,5%).

OTROS TIPOS DE VIOLENCIA

En cuanto a la violencia doméstica (todos los actos de violencia, excluida la sexual, que se producen en la familia o en el hogar entre cónyuges o parejas de hecho antiguas o actuales, independientemente de que el autor del delito comparta o haya compartido el mismo domicilio que la víctima), la Fundación ANAR atendió a 3.815 niñas, el 45% de las cuales sufrió maltrato físico; el 41,2% violencia psicológica; el 11,2% abandono; el 1,4% fueron echados de sus casas; el 1,1% secuestro parental; y el 0,1% castigos humillantes.

Respecto a la violencia sexual (todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independiente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluido el hogar), la Fundación ANAR atendió a 2.409 niñas y adolescentes, el 95,1% de las cuales sufrió agresiones sexuales, un 39,4% más desde 2018; el 2,7% ‘grooming’; el 0,9% pornografía; el 0,7% ‘sexting’; el 0,5% prostitución; y el 0,1% abortos forzados.

En lo relativo a otros tipos de violencia, la Fundación ANAR ayudó a 3.260 menores, el 67,6% afectadas por acoso escolar; el 17,4%, por agresiones físicas; el 8%, por ciberacoso; el 6,8%, por agresiones psicológicas; y el 0,2%, por maltrato institucional.

DISCAPACIDAD

Diana Díaz puso de manifiesto que el 13,9% de las menores que sufren estos tipos de violencia tienen discapacidad. De ellas, el 67,8% presenta una discapacidad intelectual, siendo la tipología predominante el acoso escolar.

A ‘grosso modo’, las niñas víctimas de violencia doméstica, violencia sexual y otros tipos de violencia tiene una media de 12 años, destacando la horquilla comprendida entre 14 y 17 años (42,9%). Llama la atención la incidencia de las agresiones sexuales, el abandono, el maltrato psicológico, el secuestro parental y el acoso escolar entre las que tienen 10 años o menos.

El 46,1% de las menores de edad estudia ESO y el 31,4% Bachillerato, manifestando un rendimiento escolar medio o bajo (71,6%) y una satisfacción escolar medio o bajo (76,9%); el 98,9% vive con la familia, mayoritariamente con ambos progenitores (44,4%) o con la madre (28,3%); el 73,5% no recibe tratamiento psicológico; el 39,3% sufren la violencia a través de las nuevas tecnologías; y el 68,2% de las peticiones de ayuda las hicieron adultos de su entorno.

La Fundación ANAR ha observado que en el 70,7% de los casos la gravedad es alta; en el 52,8% la urgencia es alta; en el 53,7% la frecuencia de la violencia es diaria; y en el 62,6% la duración es superior al año.

PERFIL DEL AGRESOR

En el 57% de los casos de violencia en adolescentes el agresor es el novio, de los cuales el 63,7% tiene entre 14 y 17 años y el 32,7% es mayor de edad; mientras que el agresor en la violencia de género en el entorno lo es el padre (88,9%), seguido de la pareja o la expareja de la madre.

En lo relativo a otras formas de violencia, en el ‘grooming’ es un adulto que se hace pasar por menor de edad; en el ‘sexting’ es un menor de edad de la misma franja de edad de la víctima; en la violencia doméstica es el padre o padrastro; en el acoso escolar es un menor de la misma edad que la víctima que actúa en grupo; y en las agresiones extrafamiliares es un vecino, un viandante, un cuidador, la pareja o expareja de la madre.

RECOMENDACIONES

Por su parte, Sonsoles Bartolomé enumeró las recomendaciones que la Fundación ANAR hace para atajar esta lacra. Entre ellas, se incluyen las siguiente: incorporar al ordenamiento jurídico español el concepto amplio de violencia de género incluido en el Convenio de Estambul; crear un marco global de políticas, medidas y programas dirigidos a prevenir, detectar y combatir todas las formas de violencia que se dan contra las niñas y mujeres adolescentes; dar orientación y apoyo a las familias y potenciar las escuelas de madres y padres; ofrecer asistencia jurídica inmediata y gratuita y crear juzgados específicos; y poner en marcha el Registro Central de Información sobre la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia.

Por último, Graciela Sánchez explicó que la Fundación ANAR ha creado una serie de materiales que sirvan para la prevención, la detección precoz y la formación de los chavales que están perpetuando la violencia contra la mujer. El objetivo pasa por llegar a todos los colegios en España (18.964), habiendo ya alcanzado a más 11.000.