31 Jul Así puedes potenciar el desarrollo cognitivo de tus hijos este verano.
El desarrollo cognitivo en los niños y adolescentes es un proceso fundamental para su crecimiento, bienestar y éxito en la vida.
ABC
El desarrollo cognitivo en los niños y adolescentes es un proceso fundamental para su crecimiento, bienestar y éxito en la vida. Aunque el verano suele ser una temporada de vacaciones y descanso, también es importante recordar que no debemos detener los esfuerzos por estimular el desarrollo cognitivo de nuestros hijos. De hecho, puede ser una época clave, que nos ofrece oportunidades únicas para fomentar el aprendizaje y la creatividad en un ambiente más relajado y controlado, como puede ser el hogar.
Este es el motivo por el que desde The English Montessori School, TEMS, han elabarado una lista de consejos para aprovechar al máximo esta temporada y seguir impulsando este desarrollo cognitivo de los niños:
1. Fomentar la lectura: la época de vacaciones es un momento perfecto para que los niños puedan sumergirse en historias fantásticas y mundos imaginarios a través de la lectura. Por ello, es crucial animarlos a leer libros adecuados a su edad, tanto de ficción como de no ficción, pues les ayudará a expandir su vocabulario, mejorar su comprensión lectora y estimular su imaginación.
2. Actividades al aire libre: el verano presenta numerosas oportunidades para que los niños se involucren en actividades en el exterior que impliquen hacer ejercicio y oxigenar la mente. Algunos de ellos pueden ser paseos en bici, caminatas por parques o, incluso, comenzar a practicar algún nuevo deporte, como el fútbol o la natación. Así, el contacto con la naturaleza y la exploración de nuevos entornos estimulan la curiosidad y promueven el pensamiento crítico.
3. Ejercicios que ayuden a los más pequeños a interactuar con su entorno, reforzar el conocimiento espacial y desarrollar independencia, en un ambiente ordenado, estético, simple y real. Algunos ejemplos sencillos pero efectivos pueden ser: realizar tableros Montessori con objetos y utensilios básicos como cremalleras, velcros o cordones, hacer manualidades con objetos reciclados, como collares de pasta o collages con diferentes texturas, clasificar botones por formas y hasta construir un reloj con cartulina y colores.
4. Practicar nuevos idiomas: algo que no se puede dejar atrás ni siquiera en vacaciones, ya que los beneficios que conllevan son tan extensos que merece sin duda la pena inculcarlos en su rutina diaria. Algunos ejemplos simples pero efectivos para verano pueden ser: leer cuentos ilustrados, sesiones de karaoke familiar con música extranjera, aprender vocabulario etiquetando los objetos de la casa con post-it y por supuesto, la más efectiva, la inmersión lingüística dentro de casa, si es posible, y en campamentos bilingües.
5. Juegos educativos: incorporar juegos didácticos en la rutina diaria de los niños durante su tiempo libre puede ser una forma creativa, divertida e ingeniosa de impulsar el desarrollo cognitivo. Existen numerosos juegos de mesas, rompecabezas y aplicaciones móviles diseñadas para desarrollar habilidades como el razonamiento lógico, la memoria, lógica matemática y la resolución de problemas.
