Así puedes evitar que tu hijo sufra miopía prematura.

Así puedes evitar que tu hijo sufra miopía prematura.

Con el aumento del número de horas que pasamos en casa, crece también la exposición a las pantallas.

S.F

En estos días de confinamiento que nos están tocando vivir como consecuencia del COVID-19, uno de los recursos más típicos a los que todos solemos recurrir es a las pantallas: ordenadores, tablets, televisión, teléfonos móviles, libros electrónicos… No es raro ver cómo muchos padres limitan a sus hijos el uso de dispositivos electrónicos a determinados horarios o tiempos de ocio, pero el hecho de estar tanto tiempo en casa y la irrupción de sistemas de formación online, de apps para realizar las tareas escolares y de videojuegos y otros sistemas de entretenimiento relacionados con las pantallas, hace más complicado aún la limitación de su uso.

Por eso desde CECOP, primera comunidad global del sector óptico con más de 4.500 ópticos asociados y presencia en 9 países, quieren ayudar a concienciar a la sociedad sobre la importancia de la salud visual en los más pequeños y el uso moderado y controlado de las pantallas. En palabras de Jorge Rubio, CEO de CECOP: «Somos conscientes de que reducir a cero el consumo de este tipo de dispositivos en pleno S.XXI es prácticamente imposible, pero sí podemos educar y ayudar a divulgar cuáles son las consecuencias de esta sobreexposición».

Desde CECOP se hacen una pregunta: ¿Cómo puede ser que los tecnólogos más reputados de Silicon Valley afirmen que no quieren que sus hijos utilicen los dispositivos que ellos mismos fabrican? Como hemos podido leer en varias noticias. Esto es así, entre otros motivos, porque los estudios apuntan a que la exposición a las pantallas por parte de niños menores de 8 años provoca miopes prematuros, y además no son del todo recomendables para su salud y desarrollo visual. También hay que tener en cuenta que sus beneficios como herramienta de aprendizaje se han exagerado, las motivaciones de ciertas industrias -como la editorial que necesita reinventarse y adaptarse al libro electrónico- y que los riesgos de adicción y obstaculización del desarrollo son altos, se entiende que muchos padres quieran volver de nuevo a los métodos tradicionales y a los juegos que no requieran el uso de la tecnología. Ahora el debate pasa por delimitar cuál es el nivel y el tiempo de exposición adecuado.

Otro de los factores que se ha investigado es que los niños cada vez pasan menos horas al aire libre, lo que también favorece la miopía. En este sentido, el optometrista Donald Mutti del Colegio de Optometría de la Universidad Estatal de Ohio llevó a cabo una investigación en la que, durante cinco años, estudió los hábitos de un grupo de más de 500 niños de 8 y 9 años de edad y con visión sana. Al concluir la investigación, uno de cada cinco niños había desarrollado miopía. Destacó precisamente este factor ambiental como una de las causas. En la mismo línea se manifestó el investigador especializado en miopía Ian Morgan, de la Universidad Nacional de Australia en Canberra. Morgan estimó que los niños necesitan pasar alrededor de tres horas por día bajo niveles de luz de al menos 10.000 lux para estar protegidos contra la miopía, una cantidad de luz similar a la que recibiríamos permaneciendo bajo la sombra de un árbol en día de verano. Algo difícil de igualar en un interior: una oficina o un aula que esté bien iluminada no supera los 500 lux.

La irrupción de la tecnología en nuestras vidas ha sido muy positiva en ciertos aspectos, pero en el caso de la miopía en niños se ha demostrado que ha crecido significativamente en las últimas décadas, y esta tendencia coincide con el mayor uso de ordenadores y dispositivos móviles por parte de los más pequeños. Un uso adecuado de los dispositivos electrónicos y mayor tiempo al aire libre son, por tanto, factores claves para su control.

https://www.abc.es/familia/vida-sana/abci-puedes-evitar-hijo-sufra-miopia-prematura-202004050200_noticia.html