20 Jun Así es la herramienta que mide los hábitos saludables de los mayores de 65 años y ofrece ideas para un envejecimiento más activo.
Los expertos recuerdan que la nutrición, las relaciones sociales y el deporte son claves en el bienestar.
2024. ABC
Ana I Martínez
«Los años no pasan en balde», dice el refrán. Pero también es verdad que, en parte, depende de cada uno cómo afrontar el paso del tiempo para gozar de una vida saludable. Según un estudio elaborado por FontActiv, la gama de suplementos nutricionales para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa, y el Riskcenter Research de la Universidad de Barcelona (UB), el 55,6% de la población mayor de 65 años considera que su estado de salud es bueno o muy bueno, mientras que el 44,4% lo percibe como regular, malo o muy malo. A partir de los 75 años, esos datos empeoran.
Existe una pluralidad de factores que afectan a la percepción que el individuo hace de su bienestar, según la investigación, y entre ellos existen interdependencias. La necesidad de ayuda de terceras personas en el desarrollo de las actividades básicas de la vida diaria relacionadas con la nutrición, el padecer o no limitaciones sensoriales, los hábitos alimentarios, el mayor o menor sedentarismo, la sensación de soledad y otras variables de contexto sociodemográfico, como el estado civil o los problemas económicos, son algunos de ellos.
Ahora, tras dicho estudio, ambas entidades han desarrollado el Barómetro FontActiv, una herramienta online y gratuita para que todo mayor de 65 años pueda medir sus hábitos de vida saludable. Ofrece además recomendaciones para favorecer un envejecimiento activo.
No hay que olvidar que el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población suponen un importante reto. Por ello, la ONU declaró 2020-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable. Este concepto hace referencia al mantenimiento a edades avanzadas de una buena capacidad funcional que haga posible un notable bienestar, y que estará condicionado por las capacidades físicas y mentales de la persona, el entorno en el que vive, las relaciones que establece y cómo se relacionan todos estos factores.
Múltiples factores
«Se trata de una herramienta de fácil uso que da un resultado en base a varios aspectos que tienen que ver con la vida saludable en su conjunto», ha explicado Mercedes Ayuso, catedrática de la UB y una de las creadoras de la nueva aplicación interactiva. El objetivo, ha dicho, «es obtener una foto de cómo se siente la persona. Sin embargo, cabe recalcar que el Barómetro no constituye una opinión médica y que para un asesoramiento detallado y personalizado es recomendable acudir a un profesional de la salud».
El barómetro evalúa aspectos cruciales de la vida de las personas mayores como la calidad de su alimentación, el nivel de actividad física, las dificultades para realizar actividades diarias esenciales y el bienestar y las relaciones sociales. Todo ello después de que el usuario responda a diferentes cuestiones de los cinco bloques de información que dan como resultado final dicha «foto»: situaciones de dependencia o cuidados de larga duración, limitaciones sensoriales e intolerancias a nutrientes; hábitos de alimentación; realización de ejercicio físico; soledad y relaciones sociales y datos sociodemográficos de la persona entrevistada.
La herramienta se basa en la «salud autopercibida», es decir, en cómo las personas valoran su propio estado de salud, un indicador subjetivo pero relevante para entender su bienestar general. «Este concepto surge de la intersección de múltiples factores psicológicos, sociales y físicos que afectan la percepción del bienestar en un momento determinado» ha explicado Ayuso.
El papel de los profesionales de la salud
«La herramienta puede darnos una primera imagen de cómo está la persona y especialmente de cómo se siente, qué le preocupa, para después ser complementado con la valoración de un especialista médico» ha dicho la doctora Ana González de Luna, especialista en Geriatría del Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona. La geriatra ha recordado que la base del envejecimiento saludable «se basa, además de en una buena alimentación y la realización de ejercicio físico, en la socialización, evitando la soledad y todos los efectos negativos que ésta conlleva» y ha remarcado la importancia de mantenerse activo y estimulado.
Para el doctor Jesús Carlos Gómez, presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos y Nutricionistas Comunitarios (SEFYNC), una herramienta como el barómetro nos permitirá aumentar «el grado de conocimiento de la persona tanto a nivel de salud, como de situación familiar, social o económica. Estos datos harán más factible la individualización de la intervención sanitaria o farmacéutica».
«El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento progresivo de la población trae consigo nuevos retos para abordar las transformaciones que supone en la salud física, emocional y social de las personas de edad más avanzada. En este sentido, la nutrición juega también un papel fundamental en el cuidado y promoción de la salud para mantener nuestra vitalidad y bienestar» ha comentado Bárbara Pujol, brand manager de FontActiv.
A partir de los resultados presentados, las recomendaciones para mejorar la percepción que las personas mayores tienen de su nivel de vida saludable son:
Es conveniente incluir rutinas que demuestra una asociación positiva con una buena percepción de vida saludable. Cambios en los hábitos de las comidas, en la realización de ejercicio físico y el aumento de las relaciones sociales son fundamentales.
Los mayores no tienen por qué saber cómo influyen determinadas pautas de comportamiento en llevar una vida saludable. Ayudarles a actuar proactivamente puede ser realmente beneficioso. En este sentido establecer mecanismos que les ayuden a saber por qué personas similares a ellos declaran una mejor vida saludable es muy relevante.
Los expertos recuerdan que cada persona es diferente, y las causas que hacen que una persona se sienta bien o mal son diversas. Normalmente no se trata de una sola causa, sino varias que pueden actuar simultáneamente. Tener en cuenta la interdependencia entre factores en la emisión de mensajes para la población mayor debe jugar un papel fundamental.
La alimentación juega un papel fundamental en la declaración del estado de vida saludable de la persona. La persona debe saber escoger y combinar alimentos con fuentes nutricionales diferentes para obtener una alimentación completa y adecuada y para ello es fundamental gozar de un buen asesoramiento, también cuando simultáneamente se toman medicamentos, como puede ser habitual sobre todo en edades avanzadas.
En la declaración del nivel de bienestar juega un papel muy importante el mayor o menor número de limitaciones que la persona tiene para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria, como hacer la comida y poder hacer la compra. Aunque puede resultar complicado hacer desaparecer esos factores limitantes, sí que se puede actuar mejorando problemas que son subsanables. Por ejemplo, existe asociación entre tener problemas para ir a comprar por mala accesibilidad en las viviendas y declarar sentirse mal. En sociedades envejecidas debemos avanzar en el diseño de políticas que ayuden a aumentar el bienestar de una población cada vez más mayor, en ámbitos no tratados de forma exhaustiva hasta ahora.
Hacer deporte, coger pesas, mejora claramente la percepción que la persona mayor tiene de su sensación de bienestar. Al andar de forma rutinaria se suma la realización de otros ejercicios físicos que impactan positivamente, y que incluso pueden hacerse dentro de los domicilios. Los mayores han de ser conscientes de la relevancia que la actividad física tiene en su calidad de vida saludable, recibiendo el asesoramiento adecuado sobre el tipo de actividad que más se adecua a su perfil.
El sentimiento de soledad disminuye de forma muy significativa la percepción de bienestar en nuestros mayores. La soledad se manifiesta de forma diversa, y debe ser analizada con sus diferentes perfiles. En el ámbito nutricional es importante tener en cuenta el efecto que determinadas situaciones como, por ejemplo, comer solo de forma sistemática, puede tener en el seguimiento de las rutinas deseadas en alimentación.
Los vínculos familiares y con amigos son muy importantes en la declaración de una buena calidad de vida saludable. La promoción de actividades que fomenten la interacción social y la actitud de nuestros mayores favoreciendo la participación en las mismas pueden constituirse en fundamentales de cara a mejorar la percepción que las personas tienen de su bienestar.
La falta de ingresos suficientes afecta negativamente a la calidad de vida saludable declarada por la persona mayor. Por tanto, es recomendable promover la educación financiera a lo largo de la vida, incrementando en la población la visión de ahorro a largo plazo, reduciendo el riesgo de ingresos insuficientes en la vejez.
La sociedad está experimentando un envejecimiento progresivo y la vida activa y saludable de la población mayor ha de alcanzar una posición prioritaria en la toma de decisiones. Avanzar en el análisis de los factores que hacen que cada persona declare sentirse bien y las interdependencias entre ellos, e incrementar el asesoramiento a nuestros mayores, ayudará a mejorar el bienestar de la población.