Armas contra el Ictus.

Armas contra el Ictus.

Neurofit es un centro de recuperación para pacientes neurológicos con un método propio.

Pilar Calleja – Madrid

Cada año 120.000 personas sufren un ictus en España, según datos de la SEN (Sociedad Española de Neurología). Un accidente cerebrovascular que es la primera causa de discapacidad adquirida en los adultos. Una enfermedad que, en muchos casos con voluntad y esfuerzo, puede convertirse en historia. Ayudar a personas que sufren este tipo de dolencia fue el reto que llevó a la pacense María Paz Bureo, junto a su marido Javier Saavedra, a poner en marcha Neurofit; un gimnasio basado en un método propio y tecnológicamente activo, más allá de los tradicionales centros de rehabilitación, preparado para trabajar con personas que sufren los problemas derivados de un ictus, pero también abierto a otras enfermedades neurológicas como Parkinson o esclerosis múltiple e incluso a personas mayores que no pueden (o no quieren) ir a un gimnasio tradicional.

Bureo, que ahora tiene 38 años, tenía cuatro cuando se cayó por el hueco de una escalera. Una circunstancia que le cambió la vida y que le ha supuesto vivir con un 53% de discapacidad. Un accidente que lejos de ser una traba se convirtió en un motivo de superación. «Siempre quise considerarme igual que el resto, aunque a mí todo me costaba más esfuerzo», apunta la fundadora de Neurofit. Empezó estudiando terapia ocupacional pero no le veía salidas profesionales, por lo que decidió cursar fisioterapia. En 2008 puso en pie Fisioasistencia, un servicio de rehabilitación para pacientes neurológicos con tratamiento en clínica y domicilio, que todavía mantiene.

Pero su idea era ir más allá. En su día a día, vio la necesidad de ofertar otros servicios que mejoraran la vida de estos pacientes. Tras un viaje a Canadá, donde comprobó de primera mano los tratamientos activos, personalizados y menos clínicos que allí se dispensaban, volvió a España con las ideas claras. A finales de 2018 y tras cinco años de trabajo, Bureo abrió las puertas de Neurofit en Badajoz. Un espacio que hoy cuenta con cinco fisioterapeutas y que supuso una inversión de 450.000 euros de fondos propios.

«Fueron años complejos y costosos, porque nos empeñamos en diseñar a medida algunas máquinas y en ajustar y modificar otras, para lo que colaboramos con empresas del sector. Un trabajo que ha demostrado que los pacientes superan el miedo y avanzan más rápido y de forma más segura», afirma Bureo. De hecho, parte de la tecnología que se utiliza en estas instalaciones es similar a la empleada por la NASA en alguno de sus proyectos.

Durante el primer año de vida de Neurofit, más de 250 pacientes han pasado por sus instalaciones, una cifra que esperan triplicar el próximo año. Su facturación en 2019 ronda los 225.000 euros, con unos beneficios cercanos a los 85.000 y prevén que crezca hasta los 575.000 en 2020.

Cifras que les han hecho confiar en su futuro. Entre sus proyectos más cercanos está abrir un nuevo centro en Madrid a mediados de 2020, que incluirá la misma tecnología del piloto de Badajoz y que supondrá una nueva inversión de 450.000 euros. Una cantidad que llegará a través de La Bolsa Social, plataforma de crowdfunding dirigida a empresas que promueven un impacto positivo en la sociedad.

https://elpais.com/economia/2019/12/30/actualidad/1577725658_323000.html



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