Antibióticos para tres días de anginas

Antibióticos para tres días de anginas

Los envases de 25 antibióticos se adaptan a la duración de los tratamientos habituales.
Son los primeros fármacos en aplicar la unidosis

María R. Sahuquillo- Madrid

Tratamientos para tres días de anginas, o para siete. Los envases de los antibióticos cambian su formato para ajustarse a la duración de los tratamientos más habituales. Así, los envases de amoxicilina de 500 gramos, por ejemplo, pasarán de contener 12 comprimidos a 20; o de 24 pastillas a 30. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha hecho públicas hoy las recomendaciones para que los fabricantes adecuen los envases a lo que se ha conocido tradicionalmente como unidosis. Tendrán seis meses para hacerlo.

La medida, destinada a evitar el despilfarro, afectará a algunos de los antibióticos más recetados para tratar infecciones comunes, como la amoxicilina, la azitromicina o la eritromicina. En total, un listado de 25 fármacos.

Los antibióticos se convierten así en los primeros medicamentos en adaptarse a la unidosis. Una medida por la que han intentado apostar sin éxito los sucesivos Gobiernos desde 2002. También la actual ministra de Sanidad, Ana Mato, que lo anunció en abril. La unidosis se irá extendiendo paulatinamente a otros productos. Una iniciativa destinada, según la ministra, a evitar el mal uso de los fármacos y la acumulación de medicamentos innecesarios. “Si una persona tiene una enfermedad y el tratamiento de ésta dura siete días, que el envase tenga las unidades necesarias para los siete días de tratamiento, ni más ni menos”, incidió Mato en ese momento.

Para establecer adecuar las dosis que contienen los envases de los fármacos autorizados a la posología y duración de los tratamientos más habituales, la AEMPS ha trabajado con las sociedades científicas de médicos y farmacéuticos –dese la Semfyc hasta la Sefap–. De aquí a seis meses solo quedarán en el mercado los formatos nuevos, según la Agencia del Medicamento.

La intención es que el paciente tenga que comprar un solo envase (y por tanto utilice solo una receta) para tratar la infección que padece, apunta una portavoz de Sanidad. Con eso se contribuye al ahorro, pero también a que los medicamentos restantes después de esos tratamientos dejen de acumularse en los botiquines caseros, donde probablemente no volverán a ser utilizados. Según datos de Sanidad, en 2011 se destruyeron más de 3.700 toneladas de medicamentos caducados o no utilizados.

www.sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/31/actualidad/1343757013_291754.html



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