A la vejez, bicicletas

A la vejez, bicicletas

Para muchos cumplir años es buen pretexto para hacerse viejo, pero cada vez más las personas deciden prolongar una vida sana a través del ejercicio. Y por sus características, una de las actividades físicas más recomendables es el ciclismo.

EDUARDO CANO – MADRID

El aumento de la edad media de la población es una tendencia que comenzó hace décadas en Europa. Se aprecia en la estructura de edad de la sociedad, se refleja en el incremento del cómputo global de la población y se confirma en el decrecimiento de personas jóvenes y en edad de trabajar.

Es más, el porcentaje de población mayor de 65 años se incrementa cada año en los países miembros de la Unión Europea. Como resultado, la cima de la pirámide poblacional en es cada vez más ancha. De hecho, la media de edad en la UE se incrementó en cerca de 0,3 años por cada año durante los pasados 12 años, pasando de 38,3 años en 2001 a 41,9 años en 2013. Este crecimiento del porcentaje relativo de mayores responde en buena medida al incremento de la longevidad.

Otro aspecto significativo es el envejecimiento dentro del grupo de personas de más de 65 años: se prevé que el porcentaje de personas de 80 años o más se doble entre 2013 y 2080.

Practicar de forma regular actividades físicas moderadas retrasa la aparición de síntomas asociados al envejecimiento. Diferentes estudios muestran que a partir de los 50 los beneficios de una actividad física regular pueden ser más relevantes para evitar, minimizar o solucionar dificultades físicas, psicológicas o sociales que, a menudo, acompañan el avance de la edad. Y en este sentido, está demostrado que la utilización de la bicicletaincrementa la musculatura de las piernas, el equilibrio y las habilidades físicas en personas mayores y de mediana edad.

Otros estudios indican que continuar la actividad física permite preservar la densidad de los huesos y la integridad de la función muscular, sobre todo para evitar caídas y roturas de cadera. Además, el ciclismo moderado alterna periodos de descanso por factores como los semáforos o la interacción con el resto de usuarios de la vía. Es decir, combina un ejercicio aeróbico que mejora la forma física: un estudio sobre más de 30.000 personas de 20 a 93 años concluyó que el ratio de mortalidad de aquellos que no utilizaban bicicleta era un 39% superior al de los que sí lo hacían.

CUESTIÓN DE SEGURIDAD

Sin embargo, a menudo las calles están pobladas de barreras que limitan los movimientos de nuestros mayores. Y para colmo de males, el tráfico suele originar una percepción de peligro que origina inseguridad, ansiedad y estrés.

En los países europeos de mayor cultura ciclista, muchos mayores de 65 años continúan circulando en bicicleta. Es más, hay asociaciones que organizan cursos específicamenteorientados para ellos para animarles a seguir circulando «a pedales» de forma segura. Incluso incorporan exámenes médicos de vista, oído y aptitudes físicas, y contemplan entrenamientos prácticos para mejorar habilidades.

No sucede igual en España, donde la mejora en la seguridad de estos colectivos demanda la puesta en marcha de jornadas que presenten los beneficios para la salud del uso de la bicicleta, pero que al mismo tiempo aborden aspectos como la importancia de usar sistemas de seguridad (casco, reflectantes y otros), un respaso de la normativa que afecta a los ciclistas, de las normas de prioridad de paso o de la posición que se debe ocupar en la calzada y en las intersecciones; también, claro, desde una perspectiva práctica que entrenase la forma correcta de frenar o girar, utilizar las marchas o realizar maniobras evasivas.

Sobre bicicletas eléctricas, China, el mayor mercado de este tipo ha experimentado problemas relacionados con la seguridad vial fruto de la velocidad a la que pueden circular, ya sea en los carriles bici reservados o junto al resto de vehículos. No obstante, sus motores autorizan velocidades de hasta 48 km/h.

Para solucionarlo, recuerdan desde Centro Zaragoza, en otros países la asistencia eléctrica se ha limitado a 25 km/h. Esta velocidad, comparada con la velocidad media de las bicicletas convencionales (en torno a 14 km/h) supone una mejora en la seguridad vial, al aproximarse a la velocidad a la que habitualmente circulan los vehículos en las vías urbanas de un solo carril (30 km/h).

En todo caso, la bicicleta eléctrica permite mejorar la movilidad y autonomía de las personas mayores, al requerir menos esfuerzo que el que exigen las convencionales.

VÍAS VERDES

Otro aspecto que conferiría mayor seguridad, no solo a los ciclistas de avanzada edad, sino a cualquier persona que utilice la bicicleta de modo recreativo, sería circular por calzadas adecuadamente acondicionadas y separadas del tráfico de vehículos automóviles.

En este sentido, España cuenta con 108 vías verdes que suman 2.100 km. Suelen ser antiguas infraestructuras ferroviarias acondicionadas como itinerarios no motorizados.

Los paseos en estos tramos, andando o en bicicleta, tan beneficiosos para la salud, permiten disfrutar de jornadas lúdicas a la vez que se evitan peligros derivados del uso de la bicicleta en zonas abiertas al tráfico.

Para más información sobre estos itinerarios en los que poder disfrutar de la naturaleza paseando sobre una bicicleta de forma segura, nada mejor que visitar la página que la Fundación de los Ferrocarriles Españoles dedica a las Vías Verdes.

www.abc.es/motor-reportajes/20150708/abci-vejez-bicicletas-201507072318.html



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