Los más mayores también ayudan: la ola de solidaridad con los afectados por la DANA no tiene edad.

Los más mayores también ayudan: la ola de solidaridad con los afectados por la DANA no tiene edad.

«Son un ejemplo».

Laura Moro

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La DANA que ha arrasado el este y sur de España, en especial la Comunidad Valenciana, está dejando imágenes y testimonios que ya forman parte de nuestra historia y memoria colectiva. Junto a los pueblos y viviendas destrozadas por la catástrofe, la ola de solidaridad que están recibiendo los vecinos es la otra protagonista de estos días. España entera se está volcando en ayudar a los territorios afectados y los jóvenes están demostrando que no son la «generación de cristal», como muchos les llaman, y que se puede contar con ellos para reconstruir literalmente el país, siendo un ejemplo de ayuda y trabajo incansable. Y junto a ellos no podían faltar las personas mayores (y muy mayores), que tampoco han dudado en salir a la calle y ponerse a ayudar sin pensar en el esfuerzo, el paso de las horas o las condiciones del trabajo.

Son muchos los rostros anónimos de personas mayores de 65 años los que estamos viendo estos días trabajando mano a mano junto al resto de voluntarios, limpiando, organizando cajas de materiales o ayudando a repartir comida a los vecinos. 

De entre todos los mayores que se han acercado a los municipios afectados o a algunos de los puntos de ayuda que se han creado, hemos podido conocer a Isabel, Carmen y Juanita, tres mujeres de más de 70 años que estos días nos han emocionado y nos han dado una lección muy importante: siempre que lo necesitemos, los mayores estarán dispuestos a arrimar el hombro y ayudar en lo que haga falta.

Isabel, vecina de Valencia se desplazó al punto de ayuda improvisado en el estadio de Mestalla, donde el Valencia Club de Fútbol disputa sus partidos, y cargar cajas con alimentos, ropa y todo lo que fuera llegando al estadio.

En el vídeo que compartió el propio equipo de fútbol, se podía ver a Isabel moviéndose de un lado para otro y sin perder su sonrisa. «Una de nuestras heroínas. La solidaridad no tiene edad. Isabel, tu espíritu es admirable, gracias», escribían en las redes sociales club para agradecer a su vecina el ejemplo que estaba dando siendo una voluntaria más.

A sus 79 años, su hija asegura que siempre está ayudando a quien más lo necesita: «Es única y siempre está pensando en los demás«.

«Podría estar en mi casa, pero prefiero estar con mis hijos en el fango»

Isabel es un ejemplo de los miles de voluntarios que están organizándose para llevar el material que necesitan los afectados, entre los que se encuentran los hijos de Carmen, una mujer de 73 años que aunque «podría estar en mi casa, prefiero estar con mis hijos en el fango», aseguró a las cámaras de TardeAR.

Carmen explicó que ni sus problemas cardíacos ni el cáncer metastásico que tiene le han impedido ponerse unos guantes amarillos para empezar a limpiar los estragos que el paso de la DANA ha dejado en casa de sus hijos: «Tengo metástasis, padezco del corazón y podría estar en casa de mi hermano sentada como una reina», ha asegurado.

La mujer ha aprovechado este altavoz para hacer un llamamiento a la población: «Que la gente no tenga miedo a salir, que no tenga miedo a limpiar, que no tenga miedo a arriesgarse… tenemos que salir adelante como sea».

Ella sabe bien de lo que habla porque hace un año que se quedó viuda y asegura que es él quien «me tiene que dar fuerza para estar con mi familia, ya que él no puede. Si estuviera aquí, estaría comiendo barro».

Carmen y su familia también han recibido ayuda de los voluntarios que se han desplazado hasta las zonas afectadas y una de estas personas, no ha dudado en escribir en la publicación del programa, que efectivamente Carmen sigue ahí, al pie del cañón: «Sin saberlo fui a su casa de voluntaria, y ella estaba ahí, ofreciendo todo lo que tenía para darnos las gracias. Sin palabras«.

Por su parte, Juanita, vecina de Algemesí tuvo muy claro cuál sería su función: preparar comida caliente a los voluntarios que se han desplazado a su localidad a ayudar: «Podemos hacer lo que sea por ayudar. Va por vosotros bonicos», dice Juanita, que con 87 años «ha preparado hasta 40 raciones para asegurarse de que todos tengan algo reconfortante en sus largas jornadas de trabajo», explica el vídeo que ha publicado El Español en su perfil de Instagram.

Afortunadamente, ni ella ni su vivienda han sufrido los efectos de la DANA y por eso mismo, Juanita ha decidido ayudar de manera desinteresada a todos aquellos que están colaborando y limpiando los destrozos dejados por la tormenta: «Que os aproveche a todos”, dice Juanita, que no para de cocinar.

Isabel, Carmen y Juanita son solo tres ejemplos de mayores ayudando a los afectados por la DANA, pero hay muchos más: «Es increíble ver a todo tipo de gente ahí. Hay muchos señores y señoras mayores, niños pequeños, personas con discapacidades… Da igual. Todos están ahí ayudando y unidos, es increíble verlo. Son un ejemplo», aseguraban los usuarios que han llegado a la historia de Carmen.

«La generación que más ha trabajado y sufrido en este país sigue dando el callo. Es de admirar, esta mujer es un ejemplo», escribían también. Y es que los mayores son los primeros en ir a ayudar y en demostrar solidaridad, sean cuales sean las circunstancias.