Deporte y embarazo: más allá de la olímpica Nada Hafez.

Deporte y embarazo: más allá de la olímpica Nada Hafez.

En esta edición de los JJOO de París 2024 esta y otras atletas han competido en un avanzado estado de gestación.

2024, ABC

Carlota Fominaya

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En esta edición de los Juegos Olímpicos 2024, cuya ceremonia de apertura fue el pasado 26 de julio, han sido muchas las atletas embarazadas que han competido en las diferentes disciplinas. Algunas de ellas lo hicieron, de hecho, una vez avanzados los seis meses de embarazo, como la atleta de Azerbaiayán Yaylagui Ramazanova, que consiguió avanzar hasta octavos de final en tiro con arco, y la atleta egipcia de esgrima Nada Hafez, que tal y como reveló ella misma en sus redes sociales, lo hizo estando embarazada de siete meses.

Más allá de estas deportistas de alto nivel, que han demostrado que ni una gestación avanzada puede pararlas, hacer ejercicio durante el embarazo siempre ha generado debate. ¿Deben las mujeres practicarlo? ¿Hasta qué mes se aconseja hacerlo? ¿No daña al bebé?

El tabú alrededor de la práctica de ejercicio físico en estado, por miedo fundamentalmente a perjudicar la salud del futuro bebé se ha perpetuado durante años pero, por suerte, y gracias a la ingente información médica y sanitaria, está desapareciendo poco a poco.

Qué duda cabe que la visibilidad que dan estas deportistas, cuyas hazañas han dado la vuelta al mundo entero, también ayuda a que cada vez más futuras madres pierdan el respeto a practicar determinados ejercicios, incluso aún avanzado el embarazo, no solo son beneficiosos para ellas, sino para sus bebés.

El deporte es una actividad óptima para la salud y el buen funcionamiento y desarrollo de las personas y para las mujeres embarazadas, explica el doctor Luis Rodríguez-Tabernero, director médico de las clínicas Vida y director de Clínicas Vida en Valladolid, no son una excepción. Siempre que no haya contraindicaciones indicadas por un médico, la realización de actividades físicas no debería dejarse de lado durante la gestación; de hecho, el embarazo es un buen momento para comenzar a hacer ciertos tipos de deporte que no se practicaban antes. Aunque también, advierte este doctor, «para obviar ciertos deportes que se deben evitar como son los ejercicios de alto impacto o los deportes de contacto —como el rugby, fútbol americano, boxeo— o aquellos en donde hay alta probabilidad de choque o caída —esquí, snowboard, surf, equitación—».

Pero, ¿cómo ayuda un ejercicio pautado a la madre gestante? Son muchos los beneficios que el deporte puede generar, tanto a nivel físico como a nivel psicológico. El principal y el más visible, señala Rodríguez-Tabernero, «es el control del aumento de peso durante los meses de gestación, lo que permite mantener una forma física adecuada que, además, ayudará a una pronta recuperación postparto. Igualmente, esa resistencia física obtenida facilitará el trabajo del parto en sí. La salud cardiovascular y otras afecciones físicas como el dolor de espalda o la hinchazón también se ven mejoradas con esta práctica».

Respecto al bienestar psicológico, prosigue, «la realización de actividad física ayuda a la segregación de diversas hormonas como las endorfinas y la dopamina. Estas hormonas, denominadas, hormonas de la felicidad, ayudan a la reducción del estrés y la ansiedad, encargándose de proporcionarnos estados de placer natural, algo que es crucial durante el periodo de gestación».

«Factores como el estrés, la alimentación, horarios irregulares con alteración en la relación sueño/vigilia… pueden afectar al complejo equilibrio hormonal encargado de nuestra fertilidad, muy especialmente en la fertilidad femenina», agrega el doctor Luis Rodríguez-Tabernero.

Si bien el deporte es aconsejable en general para las mujeres embarazadas en la mayoría de los casos, lo primero que se debe hacer es acudir al médico para que éste dé el visto bueno a la práctica y supervise el proceso.

Igualmente, contar con un profesional sanitario y profesionales del deporte también ayudará a establecer la frecuencia y la intensidad adecuada de la actividad física para cada caso de embarazo.