05 Sep ¿Cómo hacer frente a la soledad cuando la familia se va de vacaciones?.
Los meses de verano pueden ser especialmente difíciles para los y las mayores que viven solos.
2024. 65Ymás
Clara González
Con la llegada del verano, la ilusión por las vacaciones se apodera de muchas personas. Es el momento de desconectar de la rutina diaria, explorar nuevos destinos y disfrutar de momentos de diversión en compañía de seres queridos. En definitiva, las vacaciones de verano evocan recuerdos de infancia, días en la playa, excursiones y aventuras, renovando el espíritu y proporcionando un merecido descanso.
Sin embargo, entre todo el ajetreo que supone organizar una escapada veraniega quedan invisibilizados aquellos sectores de la población con menos suerte. Ya sea por las menores posibilidades económicas o por la barreras que, en ocasiones, plantea la edad, muchas personas no pueden disfrutar de las vacaciones que tantos otros y otras ansían.
De hecho, los meses de verano pueden ser especialmente difíciles para los y las mayores que viven solos, pues ellos son parte de ese grupo que no siempre cuenta con la oportunidad de viajar.
La ausencia de familiares, un estímulo negativo
Precisamente en el momento en que los familiares se van de viaje es cuando se puede intensificar el sentimiento de soledad y aislamiento de las personas mayores. Esta situación «puede llevar a un aumento de la ansiedad, la preocupación por la seguridad, y la depresión, junto con una posible desorganización de sus rutinas diarias y una menor motivación para el autocuidado», señala a 65YMÁS Marta Guerra Corral, Psicóloga General Sanitaria del Instituto Psicológico Cláritas.
El mayor estrés relacional y la dependencia emocional son dos consecuencias también derivadas de ello.
Además, todos estos estímulos negativos se intensifican en el caso de las personas viudas, pues la tristeza y el duelo «pueden evolucionar hacia depresión clínica, caracterizada por una pérdida de interés en actividades, fatiga y sentimientos de inutilidad», en palabras de la psicóloga.
Teniendo esto en cuenta, es, por tanto, fundamental conocer las recomendaciones de los y las expertas de cara a poder afrontar de la mejor manera posible los meses en los que las familias se van de vacaciones.
Fomentar el bienestar emocional y social
Lo primero que recomienda Guerra Corral es «implementar estrategias que fomenten el bienestar emocional y social de las personas mayores que viven solas». Para ello, añade, «se recomienda mantener conexiones sociales mediante llamadas telefónicas, videollamadas y visitas de amigos o vecinos».
Igualmente, es un posibilidad participar en actividades locales y grupos de apoyo, para contar con una compañía y apoyo emocional que serán de gran ayuda en estos momentos. Relacionado con esto, «establecer rutinas diarias que incluyan hobbies y actividades recreativas puede ofrecer estructura y sentido de propósito«, sugiere la experta.
Y, por supuesto, se debe planificar con antelación el apoyo y la compañía durante la ausencia de familiares, «así como explorar nuevas oportunidades sociales y mantener una actitud positiva hacia la adaptación a estos cambios estacionales», concluye Guerra Corral.