19 Jul «Gerontofobia» en la consulta: «En el ámbito de la salud existe discriminación por el mero hecho de la vejez».
Javier Sánchez Caro, presidente del Comité de Bioética de Castilla-La Mancha, habla con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA de la «estigmatización» que viven los mayores en el ámbito sanitario.
2024. EPE
Nieves Salinas
Si hay algo que a Natalia le sentaba fatal era esa frase del médico: «¡Venga, venga!. No se queje. Que bastante bien está para su edad. ¿Qué más se puede pedir?». A sus ochenta y tantos y con varios achaques, nada demasiado grave, aquellas palabras, se quejaba a sus hijas, la hundían. Porque sí, porque consideraba que aquel médico que la veía en consulta o a veces la visitaba en su casa, la trataba de forma diferente por ser mayor y, sobre todo, le venía a decir que, con sus años, no aspirase a mucho más. A ella -espíritu joven, ganas de vivir-, que lo que necesitaba era lo contrario. Que la echaran para arriba. Para sentirse mejor emocionalmente. Lo que impactaba de lleno en su salud.
Lo recuerda su hija Sara (nombre figurado) cuando recrea aquellos momentos ya del pasado. Y la rabia que sentía, ante la indiferencia que, a veces, el doctor le mostraba, cuando, ella misma, tenía ocasión de hablar con el médico y plantearle, por ejemplo, si era mejor cambiar de medicación o hacerle una prueba extra. Siempre aludiendo a esa edad.
La «gerontofobia» existe
No es un caso aislado. La «gerontofobia» -entendida como rechazo hacia las personas mayores, asociándolas a decadencia, enfermedad o decrepitud- existe, sostiene Javier Sánchez Caro, presidente del Comité de Bioética de Castilla-La Mancha, en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. También en el ámbito sanitario, afirma, aunque no solo.
Sobre esta cuestión tan delicada habló esta semana la ministra de Sanidad, Mónica García, en la jornada que se celebró en su departamento sobre ‘La Discriminación de las Personas Mayores en el Ámbito de la Salud’, en la que también estuvo el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
García resaltó la necesidad de transformar el enfoque de cuidados hacia las personas mayores, «no solo para que añada años a la vida, sino para que añada vida a esos años, garantizando que las personas mayores vivan con dignidad y autonomía«.
Desde la ética
Algunas conclusiones a las que se llegaron en esta jornada fueron la «verdadera existencia» de un impacto edadista hacia las personas mayores o «gerontofobia», como incidió Sánchez Caro. El experto define el término como más preciso que «edadismo» que, dice, no es exclusivo de la tercera edad, sino que puede afectar a los niños, a las personas maduras…
«Es fobia, temor o miedo a los mayores. La discriminación empieza con la propia terminología. Hablamos de la tercera edad, como lo dice la Constitución, pero hay una cuarta, que es la de los 80 años, que ni siquiera lo contempla», afirma.
No solo en salud
En la práctica, añade, este estereotipo, se observa cuando se llama «anciano, vejete, jubilata, carraca… A veces, más que discriminación hay estigmatización. Y esto existe. No es propio solo de la salud, lo hay en el ámbito político, laboral… En salud, hay discriminación por el mero hecho de la vejez. Se dice que los ancianos tienen una capacidad cognitiva menoscabada; cuando hay un error de memoria se atribuye a la edad, algo no achacable a los jóvenes. En las enfermedades, en jóvenes se dice que son inevitables, si eres mayor se dice que es consustancial a la edad», afirma.
Además, se discrimina entre hombre y mujer, puntualiza «Si el hombre es mayor, es sabio; si se trata de mujer, es una abuela, aunque sea perfecta. En definitiva, hay una discriminación que desde el punto de vista común se entiende como consustancial con haber vivido. ‘Claro, ya ha vivido lo suficiente y ahora lo que toca es morir’. Esta discriminación etaria es la que desgraciadamente tuvo lugar con motivo de la pandemia, y eso es un hecho verdaderamente desgraciado. Y no solo en Madrid. En todas las comunidades«, sostiene el abogado y presidente del Comité de Bioética de Castilla-La Mancha.
Prejuicio social
«La discriminación de las personas mayores comienza con el estereotipo social ya existente, el cual precede al prejuicio social y la discriminación», señala por su parte José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), para quien se trata de «un tema muy importante» porque, admite, esos mayores a veces se enfrentan a situaciones de un trato «no igualitario».
En la misma línea, Aída Díaz Tendero, vocal del patronato de HelpAge España, trató en su intervención en la sede del ministerio el tema de la desprotección de los derechos sociales en Europa en comparación, por ejemplo, con los derechos civiles, y en concreto, la desprotección existente del derecho a la salud.
Peor estado de salud
HelpAge España lanzaba hace un año el informe ‘La discriminación de las personas mayores en el ámbito de la salud’. «Existen evidencias de que una de las consecuencias del edadismo es su asociación con un peor estado de salud, por razones que van desde la negación, explícita o no, a que la víctima pueda tener acceso sin trabas a determinados medios diagnósticos y/o terapéuticos, hasta las dificultades para acceder a los servicios de salud o a las campañas de prevención», se señala en la introducción.
«Tradicionalmente, muchos profesionales han considerado la edad, sin ningún tipo de escrúpulo y de forma generosa, como criterio para contraindicar determinadas formas de actuación médica. Lo han hecho por razones varias, que van desde un supuesto beneficio para el interesado hasta evitarle molestias y riesgos. Se trata de una actitud que, aunque atenuada en términos cuantitativos, en gran parte se mantiene viva a día de hoy», se remarca.
Algunos ejemplos de discriminación por edad en medicina que repasa el exhaustivo informe son: si se habla de Atención Primaria y promoción de la salud, se cita exclusión del anciano en numerosos programas públicos de promoción de salud y de cribado de enfermedades; «pobre representación» en estudios de intervención sobre factores de riesgo o «mínima» representación en ensayos clínicos con fármacos orientados de forma específica hacia la población de más edad.
Criterios de hospitalización
El documento abunda en un trato discriminatorio (ubicación en pasillos, establecimiento de prioridades) en algunos servicios de Urgencia y en los criterios de hospitalización; persistencia de criterios de edad en numerosas ocasiones para el acceso a UVI, UCI, unidades coronarias, etc., rechazo histórico inicial a los programas de diálisis crónica o dificultades para el acceso a técnicas diagnósticas complejas.
Hay más. En oncología se anota discriminación en «numerosos protocolos» diagnósticos y/o terapéuticos (cirugía, radio o quimioterapia, etc.) o en la terapia farmacológica habitual: no utilización de fármacos de eficacia comprobada en algunos procesos, bien sea por ignorancia o por razones económicas o de otro tipo.
La población de más edad fue la más castigada por el coronavirus -la edad fue utilizada como criterio de rechazo por muchas instituciones, recuerda el trabajo de HelpAge España-, pero se subraya que desde mucho antes de la aparición del covid existen «evidencias abundantes de que esta discriminación por edad, planteada en cualquier nivel asistencial, es bien conocida, está muy extendida y documentada».