Las mujeres con alta cualificación cobran 2,65 euros menos por hora que los hombres.

Las mujeres con alta cualificación cobran 2,65 euros menos por hora que los hombres.

El único de los sectores donde hay más mujeres que hombres es en el público.

2024. Solidaridad Digital

Redacción

Enlace página oficial

Las mujeres siguen sufriendo una brecha salarial en todos los rangos de ocupación que supera los dos euros por hora, aunque es en los puestos de alta cualificación o responsabilidad donde esta diferencia es más acusada cuantitativamente, dado que alcanza los 2,65 euros. Este es uno de los datos del informe ‘Rompiendo brechas: Análisis del rol de las mujeres en el mundo laboral’, elaborado por la Unión Sindical Obrera (USO) con motivo de la semana en la que se ha celebrado el 8-M, Día Internacional de la Mujer.

En concreto, las mujeres con alta cualificación y en puestos de responsabilidad ganan de media 21,98 euros por hora trabajada frente a los 24,63 euros que se embolsan los varones, lo que se traduce en una diferencia de 2,65 euros.

“En esto, obviamente, tiene mucho que ver que las mujeres desempeñan empleos de escala media del sector servicios, donde nosotras representamos el 54 % de los trabajadores, mientras que los hombres son aplastante mayoría en el resto de sectores, mejor pagados tradicionalmente, como la industria o la construcción”, enmarca la secretaria de Políticas Sociales de USO, Lourdes Pedrazuela.

Además, la brecha de género es aún mayor en la dirección y el emprendimiento que en el trabajo por cuenta ajena, donde también existe. El número de autónomas supone dos tercios del de los hombres, y son la mitad de empleadoras que ellos.

El único de los sectores donde hay más mujeres que hombres es en el público. Esto se debe a que las pruebas de acceso, muchas veces oposiciones o concursos de méritos baremables, no tienen el sesgo de género que puede haber en una entrevista de trabajo o en la valoración de un currículum, según este informe.

OCUPACIÓN Y PARO

La brecha que sufren las mujeres afecta a todos los ámbitos del mercado laboral, comenzando por los niveles de ocupación, a pesar del avance que se ha producido en los últimos años. Así, por cada 100 hombres ocupados, hay 87 mujeres.

Desde 2006, la brecha se ha reducido, pues entonces había casi cuatro millones de mujeres menos trabajando que hombres y ahora la distancia es de 1,54 millones, menos de la mitad. No obstante, en 2013, con la máxima destrucción de empleo por la crisis, las mujeres se retiraron más del mercado laboral, hasta un nuevo pico de diferencia en 2018.

En cuanto al paro, el informe de USO subraya que las solteras y solteros tienen una tasa similar (15,7 frente al 15,1%). Pero, entre personas casadas, viudas, separadas y divorciadas, la diferencia habitual es de casi cinco puntos. La mayor brecha, justo de cinco puntos, se da entre casadas y casados.

“El paro más bajo, con diferencia, lo tienen los hombres casados, 6,1%. Esto perpetúa el estereotipo: hombre casado, fiable, serio y sin responsabilidad en el hogar, lo contratamos; mujer casada, con riesgo de tener hijos, es una mala apuesta”, denuncia Pedrazuela.

TEMPORALIDAD Y PARCIALIDAD

Por otra parte, el informe señala que más de 1,3 millones de mujeres que tienen un empleo temporal lo aceptan porque no encuentran uno indefinido, no por deseo. No obstante, en todas las clasificaciones de empleos temporales hay más mujeres, ya que la temporalidad es más femenina que masculina.

En cuanto a la parcialidad, más de dos millones de mujeres tienen este tipo de contrato en España, frente a 740.000 hombres. Esto significa que tres de cada cuatro jornadas parciales las firman mujeres. En paralelo, hay casi tres millones de hombres más que mujeres con un empleo a tiempo completo.

“Compatibilizar trabajo y hogar es cosa de mujeres aún hoy; recortarse la jornada para el cuidado de hijos o mayores. Pero, además de trabajar menos horas, también el valor de la jornada de las mujeres es menor: 130 euros de diferencia al mes en la jornada completa; algo más de 20 en la parcial”, denuncia Lourdes Pedrazuela.

Ante este escenario, USO cree que las políticas que se han adoptado no han dado sus frutos, ya sea por “falta de presupuesto, de vigilancia o, directamente, de sanción”. Por ello, defiende que, además de medidas educativas y de sensibilización, se debe reforzar la Inspección de Trabajo y Seguridad Social con un apartado específico sobre esta materia.

“¿Existe una ley de planes de igualdad? Sí. Pero muchas empresas siguen sin él o no lo aplican. Por ello pedimos la creación de una unidad especializada en igualdad de Inspección de Trabajo, tanto para la vigilancia de los planes como para la implantación de medidas de prevención con perspectiva de género”, asevera la secretaria de Políticas Sociales de USO.