12 Feb Descubren una proteína clave para frenar el envejecimiento celular.
El estudio se ha publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
María Bonillo
2024. 65Ymás
Una proteína, llamada HKDC1, podría ser la clave para contrarrestar la senescencia celular, es decir, el envejecimiento celular, ya que resulta crucial para mantener dos estructuras celulares, las mitocondrias y los lisosomas, cuyo daño se asocia con el envejecimiento, la senescencia celular y diferentes enfermedades. La han identificado un equipo de investigadores de la Universidad de Osaka, en Japón.
Según señalan los investigadores del estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, esta investigación «revela el mecanismo a través del cual las células mantienen simultáneamente la homeostasis mitocondrial y lisosomal y proporciona un objetivo terapéutico potencial para las enfermedades relacionadas con el envejecimiento».
«Las funciones mitocondriales y lisosomales están íntimamente relacionadas y son críticas para la homeostasis celular, como lo demuestra el hecho de que la senescencia celular, el envejecimiento y múltiples enfermedades importantes se asocian con una disfunción concomitante de ambos orgánulos. Sin embargo, no se comprende bien cómo se regulan los dos orgánulos importantes«, explican los autores del estudio en el mismo.
Las mitocondrias se encargan de suministrar la energía necesaria para la actividad celular, mientras que los lisosomas se encargan de reciclar restos los celulares de desecho. Mediante un «análisis exhaustivo», los investigadores observaron que la proteína HKDC1 lograba regular «la mitofagia y la reparación lisosomal independientemente de su posible función en la glucólisis».
Asimismo descubrieron que la pérdida de la función de esta proteína «aceleró la senescencia celular inducida por el daño del ADN con la acumulación de mitocondrias hiperfundidas y lisosomas dañados».
De esta forma, sus resultados mostraron que HKDC1 conseguía mantener «la homeostasis tanto mitocondrial como lisosomal», lo cual resultaría «fundamental», opinan, para prevenir el envejecimiento celular. Este descubrimiento facilitaría, además, la apertura de nuevas vías de abordaje terapéutico para enfermedades relacionadas con la edad.